9 diciembre 2010, jueves de la segunda semana de Adviento – Puntos de oración

  • Como introito a nuestra oración de hoy, bien podríamos leer el epílogo del profeta Malaquías:
    • “Yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día grande y terrible del Señor. El hará volver el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a los padres, para que cuando yo venga no tenga que exterminar la tierra.” (Mal. 3,23-24).
  • No fueron poco los que pensaron que Juan podría ser Elías:
    • “…Los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntar a Juan: “Tú, quién eres?”. “Entonces, ¿qué? ¿eres Elías? Y dijo: “No lo soy”. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No”.
    • Ellos insistieron: “Pues, ¿quién eres, para llevar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?” Dijo: “Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor…” (Jn.1,19-23).
    • Y es que Juan no solo fue un hombre superior:

      Por su carácter.

      Por su ascetismo.

      Por su dignidad de profeta.

    • Es que es el precursor:
      • Que inmediatamente preparó con su predicación al pueblo judío para recibir a Cristo.
      • El que con su mano bautizó…
      • El que con su dedo le señaló como cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
      • El que preparó los ánimos de los primeros discípulos que le siguieron.
    • Bajo estos aspectos pudo muy bien decir Jesucristo que no había habido hasta entonces hombre, cuya dignidad superase a la de Juan Bautista.
      • Nótese que se refiere al pasado, es decir, al Antiguo Testamento, no al Nuevo.
      • No entran para nada en esta comparación los apóstoles, ni mucho menos la Virgen ni San José.
      • Ni se trata de la santidad personal del Bautista, sino únicamente de su dignidad por razón de la misión a que había sido llamado, superior a la de todos los profetas que le habían precedido.
    • Pero, en último término, Juan pertenece al Antiguo Testamento; con él se cierra la época de los profetas.
      • Y, bajo este aspecto, su condición y dignidad, comparada con la del último de los cristianos, es inferior.
      • El mismo reconoce su inferioridad cuando se llama el amigo del esposo (Jn. 3,29-30).
      • Ahora bien, el cristiano, hecho por el bautismo miembro del cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia, forma parte integrante de la misma esposa, la Iglesia.
      • En una palabra, Cristo quiso enseñar con estas palabras, la superioridad de la nueva economía de la gracia que él vino a establecer sobre la antigua economía de la ley mosaica.
    • “El que tenga oídos que escuche…” "Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
      • ¿Te has percatado de tu dignidad como bautizado e hijo de Dios…

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