23 mayo 2015. Sábado de la séptima semana de Pascua – Puntos de oración

Estamos en el mes de mayo. Te animo a que hagas la oración de la mano de la Virgen María. Recordemos a Santa Teresa en este centenario. “Cuando murió mi madre, fuíme a una imagen de la Virgen y le rogué a ella que desde entonces fuese mi madre”.
Recita sus cinco letras de MARÍA.
  • Madre. Cuántas veces la imploramos y le pedimos su ayuda como a nuestra madre de la tierra. María, Virgen y Madre de Dios: ¿Quién fue?
  • Admirable. A Ella acudimos los desterrados. ¿Está realmente presente en nuestras vidas?
  • Reina. Es nuestra Reina. Y nos ayuda en la construcción del Reino. ¿Actúa hoy de forma real?
  • Inmaculada. Concebida sin pecado original. La Inmaculada. Recordemos ese 8 de diciembre que tanto significa para cruzados y militantes. ¿Quién la siente?
  •  Auxiliadora. Ella nos auxilia para no caer muchas veces en la tentación y nos libra del mal.

Mañana festividad de María Auxiliadora. ¿Es su acción un producto de la imaginación? Recordemos cómo la invocaba D. Bosco: “Tened verdadera devoción en María Auxiliadora y veréis lo que son milagros.”
“La Mirada de la Virgen nos ayuda a mirarnos de modo fraterno entre nosotros. ¡Mirémonos de modo más fraterno! María nos enseña a tener esa mirada que busca acoger, acompañar, proteger. Aprendamos a mirarnos unos a otros bajo la mirada maternal de María” (Papa Francisco)
Meditemos el Salmo responsorial: Los buenos verán tu rostro.
¿Yo por quién me tengo? ¿Qué tengo que no haya recibido? El Evangelio nos narra una cena. Jesús se apoyó en el rostro de un discípulo. En las comidas surgen amistades. La gente se gana por oraciones o por comidas. ¿Por cuál te inclinas? Hoy hablaba con un conocido; le he dicho que había estado rezando todo este tiempo por él. El año pasado perdió el conocimiento y me dijo:–Ahora creo un poco más. Estuve en la UVI casi un mes. Estuve muerto para el mundo. Casi me encuentro bien, con ganas de vivir.
«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?» Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo.
Ven Espíritu Santo. Dame fuerzas. Sin ti nada es posible. Dame fuerza en la debilidad.

Si te ayuda, medita la Oración: Ven Oh Espíritu Creador… Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. A lo largo de toda la historia de la salvación vemos cómo el Espíritu es el protagonista silencioso que acompaña al hombre en su encuentro con el Señor. Desde el comienzo de la historia el Espíritu Santo lo llena todo, lo penetra todo, lo invade todo. El Espíritu Santo es el maestro interior, el maestro del corazón. También, a lo largo, de la historia vemos cómo transcurre la vida del hombre cuando se deja llevar por el soplo del Espíritu Santo.

Archivo del blog