6 septiembre 2015. Domingo XXIII del Tiempo Ordinario (Ciclo B) – Puntos de oración

Os invito a releer el Evangelio de hoy y observar las siguientes frases contemplando a Jesús:
·  Dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Jesús no se queda sentado en su casa de Nazareth esperando a que una multitud venga a conocerle; nos busca atravesando pueblos, ciudades, montes, lagos..., y lo poco que inicialmente debemos hacer es acercarnos cuando lo hemos visto próximo a nosotros, dar un paso respecto a los “mil pasos” que Él ha dado y decirle “Aquí estoy” y esperar a que nos hable.
· Le presentaron a un sordo que, además, apenas podía hablar. Alguien nos ha presentado a Jesús, ¿Quién ha sido? ¿Cómo ha sido ese primer encuentro y los sucesivos? - Él, apartándolo de la gente a un lado... Se ha dado cuenta de que no escuchamos bien, e incluso que no sabemos muy bien qué decirle, porque no tenemos claro que es lo más importante que le tenemos que comunicar. Él nos aparta a un lado, a un rincón silencioso, donde le podamos escuchar, y ahí nos empieza a curar para que podamos escuchar su misión y podamos hablar de él con nuestra vida.
· Todo lo ha hecho bien. Como Dios Padre que es. Sintamos con fuerza que todo lo ha hecho bien, porque todo lo ha hecho desde el amor. Teniéndolo en la figura de Dios Hijo, le podemos imitar mejor.

Pidamos al Señor saber hacer bien y ordenadamente las cosas para que seamos ejemplo de constancia y alegría, y que a través de esa alegría sana le transparentemos en el cumplimiento del deber, en el pequeño detalle, en conversaciones alma a alma... María, acompáñanos en este camino; estáte bien cerca a nuestro lado para que podamos sentir tu dulzura y tus ánimos, y para que imitándote lleguemos a conocer en mayor profundidad a Jesucristo.

Archivo del blog