Oración preparatoria
“Aumenta nuestra fe esperanza y
caridad y para conseguir tus promesas concédenos amar tus preceptos” (Del
domingo XXX)
Nuestra oración
El evangelio de hoy comienza con una
pregunta de Jesús. Esto siempre es sugerente pues muchas veces nuestra oración
es una pregunta elevada a Dios. Otras veces es una pregunta sobre nuestra vida
y el deseo de comprender algún aspecto de lo que nos está pasando. A veces la pregunta nos abre aspectos
de la realidad.
Hoy Jesús pregunta ¿A que es
semejante el Reino de Dios o a que lo compararé? Conocemos la respuesta de
Jesús… a un grano de mostaza, a la levadura
Te propongo dos maneras de orar hoy
con este Evangelio.
1. Con las respuestas de Jesús. Mirar tu vida y ver en ella como
está creciendo en ti la fe, la vida espiritual, la percepción de Dios. Como
decíamos en nuestra primera oración, como está creciendo la fe, la esperanza la
caridad. Y de igual manera, que cosas hay en tu vida que están fermentando
hasta llenarlo todo.
Es muy sencillo, pero quizás hace
tiempo que no lo haces, y te estás perdiendo ver la acción de Dios en tu vida.
Quizás estés triste, quizás arrastres la vida, sin darte cuenta del crecimiento
de Dios en ti, a tu alrededor, en lo que te rodea.
Ayer una persona de la parroquia me
decía: cada día cuando te levantes da gracias a Dios por todo lo que has
conseguido en tan poco tiempo. ¿Eres consciente? Y me sorprendió lo que me decía. ¿Eres
consciente? Esto es lo que
te propongo para la oración de hoy. Ser consciente del amor de Dios que está
haciendo crecer el Reino y descubrir cómo, de qué manera. Apunta las respuestas
y te asombrarás de lo que está ocurriendo. Puede pasar que el Reino sea
maravilloso a tu lado y tu aún no te hayas dado cuenta
2. Elige, si quieres, otras comparaciones del Reino de Dios en tu
vida. No es que haya que enmendarle la plana al Señor, sino hacerle decir a Él:
El Reino de Dios, en tu vida, se puede comparar a… Y llena la oración de
comparaciones. Se parece a esta persona que trabaja a mi lado, este médico que
me está curando, este amigo que me alienta, estas personas que me ayudan.
¿Con que comparar el reino de
Dios en tu vida?