12 mayo 2017. Viernes de la cuarta semana de Pascua – San Pancracio – Puntos de oración

El tiempo de pascua es el tiempo de las catequesis mistagógicas; tiempo de renovar nuestra participación en la liturgia.  Debemos tener presente que nuestra oración más importante es nuestra participación en la liturgia eucarística. Todos los tiempos de oración nos disponen a una participación más perfecta en esta oración, centro y cumbre de toda la vida de la Iglesia. Toda nuestra vida está llamada a adquirir una dimensión eucarística.
El Concilio de nuestro tiempo pidió que todos los fieles no estuviesen en la celebración eucarística “como espectadores mudos o extraños” sino que participáramos de forma “consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada” y así concluye: instruidos por la Palabra de Dios, reparen sus fuerzas en el banquete del Cuerpo del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino también juntamente con él, y se perfeccionen día a día, por Cristo Mediador, en la unidad con Dios y entre sí”.
Nuestra meditación diaria nos dispone y prolonga este momento diario o semanal de nuestra vida cristiana.
Hoy que Jesús se nos muestra como “camino, verdad y vida” podemos verle así en la celebración de la misa; llevándonos al Padre mediante el dinamismo eucarístico que asume toda nuestra vida.
La mejor catequesis mistagógica es la participación en la misa con las disposiciones que nos pide el magisterio de la Iglesia y nos hace personas de oración continua.
María se apareció en Fátima haciéndose maestra de oración con unos humildes pastorcillos entremos también nosotros en la escuela de María para adorar a Jesús en todos los sagrarios del mundo.

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Archivo del blog