Parada por temporada estival

Tal y como hacemos todos los años, durante los meses de julio y agosto NO HABRÁ PUNTOS DIARIOS DE LA ORACIÓN DEL MILITANTE.

Recuperaremos el ritmo habitual a partir del 1 de septiembre de 2022.

Mucho ánimo con el verano y a disfrutarlo de la mano del Señor.

30 de junio de 2022, jueves de la 13ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (7, 10-17)

En aquellos días, Amasías, sacerdote de Betel envió un mensaje a Jeroboam, rey de Israel:

«Amós está conspirando contra ti en medio de Israel. El país no puede ya soportar sus palabras. Esto es lo que dice Amos: Jeroboam morirá a espada e Israel será deportado de su tierra».

Y Amasias dijo a Amós:

«Vidente, vete, huye al territorio de Judá. Allí podrás ganarte el pan y allí profetizaras. Pero en Betel no vuelvas a profetizar, porque es el santuario del rey y la casa del reino».

Pero Amós respondió a Amasías:

«Yo no soy profeta ni hijo de profeta. Yo era un pastor y un cultivador de sicomoros. Pero el Señor me arrancó de mi rebaño y me dijo: “Ve, profetiza a mi pueblo Israel”.

Pues bien, escucha la palabra del Señor: Tú me dices. “No profetices sobre Israel y no vaticines contra la casa de Isaac”.

Por eso, esto dice el Señor:

“Tu mujer deberá prostituirse en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán por la espada, tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en un país impuro e Israel será deportado de su tierra”».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 11
R.
Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
R.

El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (9, 1-8)

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En eso le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:

«¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados».

Algunos de los escribas se dijeron:

«Este blasfema».

Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:

«¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate- y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados - entonces dice al paralítico -: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa”».

Se puso en pie, y se fue a su casa.

Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

Palabra del Señor. 

30 junio 2022, jueves de la 13ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La amistad que Jesús me ofrece, no me la puedo perder. Es una invitación a conocerlo mejor a través de tantos medios a mi disposición: la Escritura, los sacramentos, la oración, la comunión de los santos, las personas que se acercan a mí y que Él me envía… Merece la pena ¡y mucho! que me esfuerce siempre en conocerlo cada vez más.

Estamos terminando el curso y el mes del Corazón de Jesús. ¡Cuántas vivencias -a manera de contemplación para alcanzar amor- podemos presentarle al Señor en nuestro momento de oración!

¡Qué bello el evangelio de hoy! Jesús en la barca. Le presentan a un paralitico. Jesús, después de curarlo físicamente, borda su acción: “Tus pecados te son perdonados… Levántate y échate a andar”.

Hoy, cuando a los jóvenes se les da todo, gratis, sin esfuerzo, Jesús marca la diferencia, va contra corriente, exige: “Toma tu camilla y echa andar”. ¿Qué pensarían sus amigos y familiares?

Viene a mi mente lo que les pasa a los jóvenes que ahora llegan al campamento y hacen las cosas, se exigen, se esfuerzan y ¡terminan contentos! Comprobado: “Si al joven se le exige poco no da nada, si se le exige mucho da más”. Experimentan la lección: la exigencia con amor, da la verdadera fuerza y felicidad.

Está claro que nuestra sociedad está enferma, sobre todo porque no se sacude la esclavitud del confort. Acudamos a Nuestra Madre y fijémonos en su acción ejemplar visitando a su prima Isabel, como queremos vivir gozosamente en la campaña de la Visitación, experimentando que hay más alegría en dar que en recibir.

¡Señor, cuando te llevaron el paralítico, no te conformaste en sanar el cuerpo, sino que le perdonaste los pecados y le pusiste en camino de la santidad, de la felicidad plena!  ¡Porque no hay nada peor que vivir con el corazón paralizado a causa de los remordimientos y los malos sentimientos! Jesús, dame sabiduría para reconocer y confesar los pecados que atenazan mi corazón. Borrón y cuenta nueva.

Termina el mes dedicado al Corazón de Jesús, pero seguimos descansando en su Corazón. Contemplemos a Jesús que nos dirige estas palabras como al joven. “A ti te lo digo, levántate y anda”.

Que Santa María del Camino nos acompañe. Ella es madre, modelo y maestra, en esta campaña de la Visitación. Y nos levantaremos y echaremos a andar con paz y alegría. 

29 de junio de 2022, miércoles de la 13ª semana de Tiempo Ordinario. San Pedro y San Pablo, apóstoles

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12, 1-11)

En aquellos días, el rey Herodes decidió arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Eran los días de los Ácimos. Después de prenderlo, lo metió en la cárcel, entregándolo a la custodia de cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
Cuando Herodes iba a conducirlo al tribunal, aquella misma noche, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel.

De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocando a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo:

«Date prisa, levántate».

Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió:

«Ponte el cinturón y las sandalias».

Así lo hizo, y el ángel le dijo:

«Envuélvete en el manto y sígueme».

Salió y lo seguía sin acabar de creerse que era realidad lo que hacía el ángel, pues se figuraba que estaba viendo una visión. Después de atravesar la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la ciudad, que se abrió solo. ante ellos. Salieron, y anduvieron una calle y de pronto se marchó el ángel.

Pedro volvió en sí y dijo:

«Ahora sé realmente que el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de toda la expectación del pueblo de los judíos».

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R.
El Señor me libró de todas mis ansias.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.
R.

El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
R.

Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4, 6-8. 17-18)

Querido hermano:

Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.

He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.

Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.

Mas el Señor me estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mi, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.

El Señor me librará de toda obra mal y me salvará llevándome a su reino celestial.

A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (16, 13-19)

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

«Unos que Juan Bautista, otros que Ellas, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió:

«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».

Palabra del Señor. 

29 junio 2022, miércoles de la 13ª semana de Tiempo Ordinario. San Pedro y San Pablo, apóstoles. Puntos de oración

San Pedro y san Pablo son las dos columnas que sostienen la fe de la Iglesia Católica. Dos apóstoles y dos modelos de seguimiento incondicional de Jesús, el Cristo. 

La experiencia de pecado y miseria, de conversión y vuelta a empezar de Pedro acerca su testimonio a nuestra vida. Lo importante es dejarse fascinar por el Señor, volver a casa siempre que sea necesario, permanecer con Jesús y confesar “a quién vamos a ir, Tú solo tienes palabras de vida eterna”, sabiendo que Jesucristo sabe que le queremos (hoy puedes escuchar su pregunta: “¿me amas?” y repetir con Pedro: “Tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero”).

Pablo es un corazón ardiente apasionado por Jesús, a quien Este encontró y sobrepasó en la carrera de la vida. Pablo corre tras Cristo, es un atleta que sobrepuja marca tras marca, pero se sabe en deuda con un amor que le precede, acompaña y espera. Pablo es un soñador con los pies en la tierra, busca y suscita colaboradores en todas partes. No se cansa de predicar a Jesús como el único Salvador. Es su experiencia. Pregúntate en este rato de oración: ¿Es Cristo mi único salvador? ¿Por quién me canso en el viaje de la vida?

Que la Virgen María anime nuestra vida con la humildad de Pedro y el coraje de Pablo. 

28 de junio de 2022, martes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario. San Ireneo, obispo y mártir

Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós 3, 1-8; 4, 11-12 (3, 1-8; 4 11-12 )

Escuchad la palabra que el Señor ha pronunciado contra vosotros, hijos de Israel, contra toda tribu que saqué de Egipto:

«Solo a vosotros he escogido, de entre todas las tribus de la tierra. Por eso os pediré cuentas de todas vuestras transgresiones».

¿Acaso dos caminan juntos sin haberse puesto de acuerdo?

¿Acaso ruge el león en la foresta sino tiene una presa?

¿Deja el cachorro oír su voz desde el cubil si no ha apresado nada?

¿Acaso cae el pájaro en la red, a tierra, si no hay un lazo?

¿Salta la trampa del suelo si no tiene una presa?

¿Se toca el cuerno en una ciudad sin que ese estremezca la gente?

¿Sucede una desgracia en una ciudad sin que el Señor la haya causado?

Ciertamente, nada hace el Señor Dios sin haber revelado su designio a sus servidores los profetas.

Ha rugido el león, ¿quién no temerá?

El Señor, Dios ha hablado ¿quién no profetizará?

Os transformé como Dios transformó a Sodoma y Gomorra y quedasteis como tizón sacado del incendio.

Pero no os convertisteis a mí - oráculo del Señor -. Por eso, así voy a tratarte, Israel. Sí, así voy a tratarte: prepárate al encuentro con tu Dios.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 5, 5-6. 7. 8
R.
Señor, guíame con tu justicia.

Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
R.

Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
R.

Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
en tu temor.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (8, 23-27)

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.

En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:

«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».

Él les dijo:

«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».

Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:

- «¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».

Palabra del Señor. 

28 junio 2022, martes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario. San Ireneo, obispo y mártir. Puntos de oración

1. «Solo a vosotros he escogido, de entre todas las tribus de la tierra. Por eso os pediré cuentas” (Amos 3, 1) 

Cuando recibimos un tesoro, un regalo, una vocación, nos llena de alegría, nos sentimos plenos, hemos sido seleccionados, elegidos. Pero el gozo conlleva una responsabilidad, la de compartir con los demás. Si el Señor Dios ha hablado, ¿vamos nosotros a callar su voz? 

Él pidió cuentas al Pueblo de Israel y nos las pide también a nosotros. 

La oración de hoy puede llevarme a valorar la elección divina al pueblo judío, la fundación de la Iglesia, y plantearme cómo ha sido y es mi elección y cómo estoy respondiendo. 

¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!

2. Señor, guíame con tu justicia (Sal 5, 5)

Y yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa.

Gracias, me quedo en silencio, paladeando las palabras del salmo. Guíame, quiero estar siempre en tu casa, el Cielo, que es cumplir tu Ley, que es hacer tu voluntad. 

3. “Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma” (Mt 8, 23) 

Nuestro mundo es un océano en tempestad que amenaza con hacer perecer a todos. Lo hemos vivido en los momentos críticos de la pandemia, lo estamos viviendo ahora con las múltiples guerras, especialmente la de Rusia y Ucrania, lo padecemos en las crisis socio político económicas de nuestras naciones, lo experimentamos en el sexto continente -internet- donde encontramos tantos náufragos que se evaden sin sentido…. Y gritamos como los apóstoles, ¡sálvanos, Señor, que perecemos!

Habla, Señor, que me hundo; habla que quiero escucharte, y escucho tu voz fuerte, con autoridad, firme, precisa, salvadora: No tengan miedo, tengan fe. 

¡Creo, Señor, pero aumenta mi fe!

Va culminando el Mes del Corazón de Jesús y debo acudir confiado al Señor: ¡Corazón de Jesús en Ti confío! Corazón de María, sé tú la salvación del alma mía. Ayúdame a vivir como tú, en campaña, en visita misionera, olvidándome de mí, dándome a los demás por entero, siendo un magníficat, aquí, ahora. 

27 de junio de 2022, lunes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Amos (2, 6-10. 13-16)

Esto dice el Señor:

«Por tres crímenes de Israel, y por cuatro no revocaré mi sentencia: por haber vendido al inocente por dinero y al necesitado por un par de sandalias; pisoteando en el polvo de la tierra la cabeza de los pobres, tuercen el proceso de los débiles; porque padre e hijo se llegan juntos a una misma muchacha, profanando así mi santo nombre; sobre ropas tomadas en prenda se echan junto a cualquier altar, beben en el templo de su Dios el vino de las multas.

Yo había exterminado a los amorreos delante de Israel, altos como cedros, fuertes como encinas; destruí su fruto por arriba, sus raíces por abajo.

Yo os había sacado de Egipto y conducido por el desierto cuarenta años hasta ocupar la tierra del amorreo.

Pues bien, yo hundiré el suelo bajo vosotros como lo hunde una carreta cargada de gavillas.

El más veloz no podrá huir, ni el más fuerte valerse de su fuerza, ni el guerrero salvar su propia vida.

El arquero no resistirá, ni el de pies ligeros podrá salvarse, ni el jinete salvará su vida.

El más intrépido entre los guerreros huirá desnudo aquel día» - oráculo del Señor -.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 49, 16bc-17. 18-19. 20-21. 22-23
R.
Atención, los que olvidáis a Dios.

¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?
R.

Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño.
R.

Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
R.

Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (8, 18-22)

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar a la otra orilla.

Se le acercó un escriba y le dijo:

«Maestro, te seguiré adonde vayas».

Jesús le respondió:

«Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

Otro, que era de los discípulos, le dijo:

«Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre».

Jesús le replicó:

«Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos».

Palabra del Señor. 

27 junio 2022, lunes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La primera lectura de Amós es una denuncia muy directa de los pecados de Israel y de sus dirigentes. Se han olvidado de los continuos favores que les ha hecho Dios al sacarles de Egipto y defenderles de sus enemigos. Se han olvidado de la Alianza y de la justicia social. Dios se identifica con el pobre, el marginado, y les echa en cara estas injusticias como si a Él se lo hicieran. Jesús dirá claramente: “lo que hacéis a uno de estos, lo hacéis conmigo...”

Es un aviso del que se hace eco el salmo. La Palabra de Dios nos va iluminando para que confrontemos nuestros caminos con los de Dios: “al hombre recto le mostraré la salvación de Dios”.

En el Evangelio leemos que Jesús despierta entusiasmo, pero también quiere templar el carácter de quien le sigue y mejorar la calidad de su decisión. No nos extrañe pues, que al seguir a Cristo nos pasen tantas cosas que nos desagradan o que tratan de desanimarnos. Muchas veces puede ser voluntad del mismo Cristo que seamos probados no para que retrocedamos, sino para que demos con mayor vigor cada paso adelante. Todo cristiano debe saber aplicar una justa jerarquía de valores a sus ideales. Seguir a Cristo y su Evangelio supone, a veces, renunciar a otros valores más apetecibles y sugerentes, según el sentir del mundo.

Santa María, Madre de Dios y madre nuestra, ¡haznos fieles y leales a Jesús! 

25 de junio de 2022, sábado de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María

Primera lectura
Lectura de las Lamentaciones (2, 2. 10-14. 18-19)

Ha destruido el Señor, sin piedad, todas las moradas de Jacob; ha destrozado, lleno de cólera, las fortalezas de la hija de Judá; echó por tierra y profanó el reino y a sus príncipes.

Se sientan silenciosos en el suelo los ancianos de la hija de Sion; cubren de polvo su cabeza y se ciñen con saco; humillan hasta el suelo la cabeza. las doncellas de Jerusalén.

Se consumen en lágrimas mis ojos, se conmueven mis entrañas; muy profundo es mi dolor por la ruina de la hija de mí pueblo; los niños y lactantes desfallecen por las plazas de la ciudad.

Preguntan a sus madres: «¿Dónde hay pan y vino?», mientras agonizan, como los heridos, por las plazas de la ciudad, exhalando su último aliento en el regazo de sus madres.

¿A quién te compararé, a quién te igualaré, hija de Jerusalén? ¿Con quién te equipararé para consolarte, doncella, hija de Sion?; pues es grande como el mar tu desgracia: ¿quién te podrá curar?

Tus profetas te ofrecían visiones falsas y vanas; y no denunciaron tu culpa para que cambiara tu suerte, sino que te anunciaron oráculos falsos y seductores.

Sus corazones claman al Señor.

Muralla de la hija de Sion ¡derrama como un torrente tus lágrimas día y noche; no te des tregua, no descansen tus ojos!

Levántate, grita en la noche, al relevo de la guardia; derrama como agua tu corazón en presencia del Señor; levanta tus manos hacia él por la vida de tus niños, que desfallecen de hambre por las esquinas de las calles.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 73, 1-2. 3-4. 5-7. 20-21
R.
No olvides sin remedio la vida de tus pobres.

¿Por qué, oh Dios, nos rechazas para siempre
y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño?
Acuérdate de la comunidad que adquiriste desde antiguo,
de la tribu que rescataste para posesión tuya,
del monte Sión donde pusiste tu morada.
R.

Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio;
el enemigo ha arrasado del todo el santuario.
Rugían los agresores en medio de tu asamblea,
levantaron sus propios estandartes.
R.

Como quien se abre paso
entre la espesa arboleda
todos juntos derribaron sus puertas,
las abatieron con hachas y mazas.
Prendieron fuego a tu santuario,
derribaron y profanaron
la morada de tu nombre.
R.

Piensa en tu alianza: que los rincones del país
están llenos de violencias.
Que el humilde no se marche defraudado,
que pobres y afligidos alaben tu nombre.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (2, 41-51)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.

Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Él les contestó:

«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que le dijo.

Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Palabra del Señor. 

25 junio 2022, sábado de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María. Puntos de oración

Después de celebrar la fiesta del Corazón de Jesús, al día siguiente no puede faltar la celebración del Corazón de María.

Varias veces en el Nuevo Testamento aparece la expresión, refiriéndose a María: “Y María guardaba todo esto en su corazón”. María sabía retirarse a su corazón y darle vueltas a todo lo que pasaba en relación con Jesús; todo le impresionaba pero guardaba silencio meditando todo en su corazón. Las palabras de Jesús adquirían un nuevo sentido y todo lo comprendía después de madurar esas palabras en el corazón. Ella, que estaba sin pecado, descubría los matices más insospechados de las palabras de su Hijo.

En los últimos años ha habido varias apariciones de la Virgen en el mundo y en todas ellas ha aludido a su corazón de una o de otra manera. En Lourdes, en Fátima, la Madre nos ha mostrado su corazón y nos ha invitado a entrar en él; ha sangrado su corazón y con eso nos ha mostrado el sufrimiento y el dolor que siente por sus hijos.

El corazón de la Virgen debe ser lugar donde vive todo militante. En los momentos más duros de tu vida, debes acudir a ese corazón. Cuando pidas y reces por tus compañeros, hazlo desde ese corazón. Cuando te sientas sobrecogido por la presencia del mal en el mundo, mira al corazón de la Madre y pídele con fe. Aunque te quedes a vivir en él, nunca te vas a sentir un “okupa” porque María ha rezado por ti y quiere que vivas en él. Cuando te sientas un incomprendido en el mundo, en tu familia, entre tus amigos, vuélvete a ese corazón y hallarás el consuelo que necesitas.

CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA: Ruega por mí. 

24 de junio de 2022, viernes de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. El Sagrado Corazón de Jesús

Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (34, 11-16)

Esto dice el Señor Dios:

«Yo mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré.
Como cuida un pastor de su grey dispersa, así cuidaré yo de mi rebaño y lo libraré, sacándolo de los lugares por donde se había dispersado un día de oscuros nubarrones.

Sacaré a mis ovejas de en medio de los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las llevaré a su tierra, las apacentaré en los montes de Israel, en los valles y en todos los poblados del país. Las apacentaré en pastos escogidos, tendrán sus majadas en los montes más altos de Israel; se recostarán en pródigas dehesas y pacerán pingües pastos en los montes de Israel.

Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar—oráculo del Señor Dios—.

Buscaré la oveja perdida, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; fortaleceré a la enferma; pero a la que está fuerte y robusta la guardaré: la apacentaré con justicia».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial
Salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
R.
El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
R.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos

Hermanos:

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado.

En efecto, cuando nosotros estábamos aún sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; ciertamente, apenas habrá quien muera por un justo; por una persona buena tal vez se atrevería alguien a morir; pues bien; Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvados del castigo!

Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvados por su vida!

Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (15, 3-7)

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola:

«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?

Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:

"¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido".

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse».

Palabra del Señor. 

24 junio 2022, viernes de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. El Sagrado Corazón de Jesús. Puntos de oración

Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.

Hoy es la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Recuerdo que cuando aún era un niño me enseñaron a invocarle mediante esta jaculatoria: ¡Sagrado Corazón de Jesús en vos confío! Se me grabó a fuego y todos los días me acuerdo del Señor de esta manera. Seguro que tú también la conoces. No dejes de decírselo al Señor para acordarte de Él, en especial en el día de hoy que celebramos esta fiesta.

Las lecturas de la Eucaristía de hoy nos hablan de este Corazón, e incluso ya desde el Antiguo Testamento. La lectura del profeta Ezequiel nos describe cómo es el corazón de Dios. El corazón de Dios es tan bueno que va en búsqueda de la oveja perdida, para llevarla al rebaño donde Él la apacentará, la dará los mejores pastos, la mayor paz, la hará reposar. Esa oveja perdida somos cada uno de nosotros cuando le damos la espalda a Dios para mirarnos a nosotros mismos. Si eso se lo hiciéramos a cualquier persona, encontraríamos su enfado y su recíproco rechazo. Sin embargo, Dios es el Amor y sólo quiere nuestra felicidad, y aunque nosotros le demos la espalda, Él nunca nos la da, todo lo contrario: muere por nosotros siendo justificados por su sangre, que mana de su Sagrado Corazón.  

Señor Jesús, hazme reposar en tu Sagrado y Misericordioso Corazón. Déjame quedarme ahí, como San Juan en la última cena.

Hoy, además de Nuestro Señor, nos acordamos de su madre la Virgen María, repitiendo: ¡Sagrado Corazón de Jesús en vos confío, dulce Corazón de María sed mi salvación! 

23 de junio de 2022, jueves de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. Natividad de San Juan Bautista

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (49, 1-6)

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:

El Señor me llamó desde el vientre materno, de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre.

Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré».

Y yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas».

En realidad, el Señor, defendía mi causa, mi recompensa la custodiaba Dios.

Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el vientre como siervo suyo, para que le devolviese a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado a los ojos de Dios.

Y mi Dios era mi fuerza:

«Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel.

Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 138, 1-3. 13-14. 15
R.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.

Señor, tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
R.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias porque me has plasmado portentosamente,
porque son admirables tus obras.
R.

Mi alma lo reconoce agradecida,
no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra.
R.

Segunda lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13, 22-26)

En aquellos días, dijo Pablo:

«Dios suscitó como rey a David, en favor del cual dio testimonio, diciendo: “Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos”.

Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes de que llegará Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida decía: “Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias de los pies”.

Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a vosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación».

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (1, 57-66. 80)

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.

A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo:

«¡No! Se va a llamar Juan».

Y le dijeron:

«Ninguno de tus parientes se llama así».

Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre» Y todos se quedaron maravillados.

Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.

Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:

«Pues ¿qué será este niño?».

Porque la mano del Señor estaba con él.

El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel.

Palabra del Señor. 

23 junio 2022, jueves de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. Natividad de San Juan Bautista. Puntos de oración

María, el día de la Visitación del arcángel escuchó: Isabel, tu prima, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios (Lc 1).

Y ese imposible de Isabel, el Espíritu lo hizo posible: Juan nació. 

En medio de la campaña de la Visitación, nace Juan. No gracias a María. Es gracias a la obra del Padre, por medio del Espíritu Santo, en Cristo el Señor. Pero Juan dio un salto en el vientre de Isabel al sentir la presencia del Salvador, portado por María. 

En medio de nuestra campaña de la Visitación, mirando a María, imitándola, veremos la Vida divina brotar a nuestro lado. Esto con una condición: el olvido del yo (venciendo la pereza, dejando lo mejor para los demás y no quejándonos). Cuando uno ya no está centrado en sí mismo, tiene hueco en su interior, para el prójimo, para Dios. 

Juan Bautista nace en un contexto del olvido del yo:

·                                          María, ya embarazada, se pone en camino. 

·                                          San José, sin entender, repudia a María a la vuelta. 

·                                           Zacarías, con la lengua atada, confirma el nombre de Juan.

La vida divina nacerá a mi alrededor si yo desparezco en confianza. Aceptar con gozo, pedir la gracia de desaparecer en confianza. Vida oculta…

Por eso Juan vive desapareciendo, preparando los caminos del Señor. ¿Cómo te imaginas el Instagram de Juan el Bautista? ¿De quién hablarían sus publicaciones?

Qué privilegio en un día como hoy, reconocer la propia vida gastada, entregada, en vida oculta, ofrecida por amor al Señor, para que Él aparezca, para que las almas tengan Vida, y Vida en abundancia. 

Qué inmenso privilegio reconocer la vida ofrecida, consagrada al Señor, para su gloria, haciendo vida el principio y fundamento de Ignacio. 

Y si en nuestra vida nos buscamos a nosotros mismos, si estamos aún demasiado pendientes de nosotros mismos, qué día más apropiado para pedir la gracia ser un precursor del Señor de la Vida… 

Gracias Señor, por habernos elegido para emplear la vida en el oficio de amar, desapareciendo para que Tú reines en cada corazón. Con Juan el Bautista, como María.

Archivo del blog