30 de septiembre de 2021, jueves de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. San Jerónimo, presbítero y doctor

Primera lectura
Lectura del libro de Nehemías (8, 1-4a. 5-6. 7b-12)

En aquellos días, el pueblo entero se reunió como un solo hombre en la plaza que está delante de la Puerta del Agua y dijeron a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la Ley de Moisés que el Señor había dado a Israel.

El día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón.

El escriba Esdras se puso en pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión. Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrirlo, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las manos levantadas:

«Amén, amén».

Luego se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.

Los levitas explicaron la ley al pueblo, que permanecía en pie. Leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.

Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Edras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea:

«Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios: No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley).

Nehemías les dijo:

«Id, comed buenos manjares y bebed buen vino, e invitad a los que no tienen nada preparado, pues este día está consagrado al Señor. ¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!».

También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo, diciendo:

«¡Callad no estéis tristes, porque este día es santo!».

Así que el pueblo entero se fue a comer y beber, a invitar a los demás y a celebrar una gran fiesta, porque habían comprendido lo que les habían enseñado.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 11
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
R.

El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 1-12)

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía:

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”.

Pero si entráis en una ciudad y no os reciban, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».

Palabra del Señor. 

30 septiembre 2021, jueves de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. San Jerónimo, presbítero y doctor. Puntos de oración

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

Estamos dando comienzo al curso escolar estos días. Todos los días son fiesta para el cristiano, pero siempre hay días mejores y más representativos. Las fiestas las conocemos por tres motivos: mesa, misa y camisa. En la fiesta celebramos el amor de Dios y por ello vestimos y comemos mejor. Así nos lo manifiesta la lectura. 

“Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene preparado, pues es un día consagrado a nuestro Dios”.

El salmo nos dice que los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. Qué satisfechos nos sentimos cuando cumplimos con rectitud la voluntad de Dios. Nos puede venir por una persona con responsabilidad, por nuestro padre o amigo. Pero si cumplimos con obediencia, nuestro corazón siempre está alegre.

Señor, me envías desprendido de todo, como cordero en medio de lobos, sabiendo que soy débil y que la tarea es ingente. Pero no me dejas solo. Llevo dentro de mi corazón el Reino de Dios, la gracia y la fuerza de tu Espíritu, que impulsó a los santos a vivir de tu amor y anunciar a los hombres la paz que viene de ti.

Que nos preparemos a recibir el mes misionero y el mes de rosario. Recordemos a San Jerónimo, hombre penitente y que, gracias a él, al leer la biblia nos acercamos más a Dios y lo demos a conocer a los hombres viviendo en medio del mundo. 

29 septiembre 2021, miércoles de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7, 9-10. 13-14)

Miré y vi que colocaban unos tronos. Un anciano se sentó.

Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas; un río impetuoso de fuego brotaba y corría ante él. Miles y miles lo servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.

Seguí mirando. Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo de hombre entre las nubes del cielo.

Avanzó hacia el anciano y llegó hasta su presencia.

A él se le dio poder, honor y reino.

Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron.

Su poder es un poder eterno, no cesará.

Su reino no acabará.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 137, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8
R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario.
R.

Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
R.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Juan (1, 47-51)

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.

29 septiembre 2021, miércoles de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Puntos de oración

En el evangelio de hoy nos damos cuenta cómo Dios siempre está pendiente de nosotros, de cada uno, con sus “cadaunadas”. Dios es testigo y se compromete a nuestro favor: lo vemos en el caso de Natanael… fue visto y amado por Dios y, a través de Jesús, sus aspiraciones más hondas se vieron cumplidas.

Los santos ángeles son una de las mediaciones maravillosas que Dios utiliza para conducirnos hasta Él. En este mundo materialista resurge en muchos el sueño de la “compañía astral”; nosotros, como cristianos, creemos en la existencia y la ayuda de los ángeles: Miguel (“¿Quién como dios?”) nos asiste con la victoria de Dios; Rafael (“consuelo y medicina de Dios”) nos anima con el consuelo más excelente, el que viene de Dios y sobrepuja toda medida, y Gabriel (“Dios es mi fuerza”) nos alienta fabulosamente cuando dice a María: “No temas, el Señor está contigo”. Así es Dios con cada uno: cercano y amigo y animador de los sueños más auténticos y personales. 

28 de septiembre de 2021, martes de la 26ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías (8, 20-23)

«Esto dice el Señor del universo:

Vendrán igualmente pueblos y habitantes de grandes de ciudades.

E irán los habitantes de una y dirán a los de la otra: "Subamos a aplacar al Señor; yo también iré a contemplar al Señor del universo.

Y vendrán pueblos numerosos, llegarán poderosas naciones buscando al Señor del universo en Jerusalén y queriendo aplacar al Señor».

«Esto dice el Señor del universo: En aquellos días, diez hombres de lenguas distintas de entre las naciones se agarrarán al manto de un judío diciendo: “Queremos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros”».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 86, 1-3. 4-5. 6-7
R. Dios está con nosotros.

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sion
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
R.

«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».
Se dirá de Sion: «Uno por uno,
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado».
R.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti».
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 51-56)

Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tornó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.

De camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén Jerusalén.

Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:

«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».

Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.

Palabra del Señor.

28 septiembre 2021, martes de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén…Pero no lo recibieron” (Lc 9, 51)

Jesús lo tiene todo muy claro. No necesita llegar a viejo como la mayoría de fundadores y profetas de otras religiones; le bastan 30 años para tomar el camino decidido de la cruz -Jerusalén- para llevarnos a todos al Cielo. Y surge un problema, los discípulos no están por la labor y quieren mandar a la hoguera a los que de la oposición. ¡Señor, haz que tu cruz me enamore, porque Tú, el Amor, se clavó en ella para darnos a todos las claves de la vida, la esperanza, la resurrección gloriosa para siempre! 

27 de septiembre de 2021, lunes de la 26ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías (8, 1-8)

Vino la palabra del Señor del universo diciendo:

«Esto dice el Señor del universo:

Vivo una intensa pasión por Sion, siento unos celos terribles por ella».

«Esto dice el Señor:

Voy a volver a Sion, habitaré en Jerusalén.

Llamarán a Jerusalén “Ciudad Fiel”, y al monte del Señor del universo, “Monte Santo”».

«Esto dice el Señor del universo:

De nuevo se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén; todos con su bastón, pues su vida será muy larga.

Y sus calles estarán llenas de niños y niñas jugando».

«Esto dice el Señor del universo:

Y si el resto de este pueblo le parece imposible que suceda esto en aquellos días, ¿será también imposible a mis ojos?». - oráculo del Señor del universo -.

«Esto dice el Señor del universo:

Aquí estoy yo para salvar a mi pueblo de Oriente a Occidente.

Los traeré y vivirán en Jerusalén; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios en fidelidad y justicia».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23
R. El Señor reconstruyó Sion, y apareció en su gloria.

Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sion,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.
R.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.
R.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sion el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 46-50)

En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante.

Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:

«El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mi; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante».

Entonces Juan tomó la palabra y dijo:

«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y, se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros».

Jesús le respondió:

«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro».

Palabra del Señor.

27 septiembre 2021, lunes de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

*Primera lectura: Los proyectos de Dios son siempre salvadores, de vida y renovación. El profeta Zacarías ve en Jerusalén el futuro de una comunidad que vuelve a apreciar los valores en que siempre había creído. La bendición de Dios "ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios" los cristianos la experimentamos con mayor motivo, porque la Nueva Alianza que Dios nos ha ofrecido en su Hijo Jesús todavía nos llena de mayor alegría y a la vez nos comporta más compromiso. Dejémonos conquistar por este optimismo del profeta, que es también el optimismo de un Dios que nos ama y que nos invita a no cansarnos nunca de estar empezando siempre.

*Evangelio: La actitud de Jesús es un gesto pedagógico: Jesús pone a un niño ante los discípulos y lo declara prototipo de grandeza en el Reino de Dios. El niño tiene el alma sincera, y permanece en la sencillez de sus pensamientos, no ambiciona los honores, tampoco teme ser poco considerado, ni se ocupa de las cosas “serias” con gran interés. A esto niños ama y abraza el Señor; se digna tenerlos cerca de sí, pues lo imitan. Por esto dice el Señor (Mt 11,29): "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". Nuestra madre, María, es el modelo de grandeza por su humildad.

26 de septiembre de 2021, domingo de la 26ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro de los Números (11, 25-29)

En aquellos días, el Señor bajó en la Nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. En cuanto se posó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar. Pero no volvieron a hacerlo.

Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque eran de los designados, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento.

Un muchacho corrió a contárselo a Moisés:

«Eldad y Medad están profetizando en el campamento».

Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino:

«Señor mío, Moisés, prohíbeselo».

Moisés le respondió:

«¿Es que estás tú celoso por mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor recibiera el espíritu del Señor y profetizara!».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial
Sal 18, 8. 10. 12-13. 14
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R.

El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R.

Aunque tu siervo es instruido por ellos
y guardarlos comporta una gran recompensa.
¿Quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta.
R.

Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado.
R.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (5, 1-6)

Atención, ahora, los ricos: llorad a gritos por las desgracias que se os vienen encima.

Vuestra riqueza está podrida y vuestros trajes se han apolillado. Vuestro oro y vuestra plata están oxidados y su herrumbre se convertirá en testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego.

¡Habéis acumulado riquezas... en los últimos días!

Mirad el jornal de los obreros que segaron vuestros campos, el que vosotros habéis retenido, está gritando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor del universo.

Habéis vivido con lujo sobre la tierra y os habéis dado a la gran vida, habéis cebado vuestros corazones para el día de la matanza. Habéis condenado, habéis asesinado al inocente, el cual no os ofrece resistencia.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 38-43. 45. 47-48)

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:

«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».

Jesús respondió:

«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la “gehenna”, al fuego que no se apaga.

Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna.”

Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».

Palabra del Señor. 

26 septiembre 2021, domingo de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

En la Iglesia se ha cumplido el deseo que exclama Moisés en la primera lectura: todos hemos recibido el Espíritu del Señor y es, precisamente esta, nuestra riqueza. En la segunda lectura, el apóstol Santiago critica especialmente el estilo de vida superficial, preocupado del placer y la riqueza. El Evangelio, de otra forma, nos insiste en estar pendiente de lo que realmente importa, cortando con todo lo que nos impida conectar con lo importante. La oración de hoy, entonces, es sencilla: Señor, que tu Espíritu sea mi única riqueza, que no sea egoísta, que solo me preocupe de tu amor, que mi única obsesión sea que los demás conozcan tu amor. O también: Señor, ayúdame a superar todo lo que me separa de ti. Y no nos obsesionemos con un solo pecado, creyendo que es la causa de nuestra separación de Dios… ¿de qué te sirve enorgullecerte de poseer el Espíritu? ¿No es eso otra forma de superficialidad? Humildad para acoger, generosidad para repartir, sinceridad para vivir desde el Amor. 

25 de septiembre de 2021, sábado de la 25ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías (2, 5-9. 14-15a)

Levanté los ojos y vi un hombre que tenía en su mano un cordón de medir. Le pregunté:

«¿Adónde vas?».

Me respondió:

«A medir Jerusalén para ver cuál es su anchura y cuál su longitud».

El mensajero que me hablaba salió y vino otro mensajero a su encuentro. Me dijo::

«Vete corriendo y dile al oficial aquel:

"Jerusalén será una ciudad abierta a causa de los muchos hombres y animales que habrá en ella; yo la serviré de muralla de fuego alrededor y en ella seré mi gloria".

«Alégrate y goza, Sion, pues voy a habitar en medio de ti - oráculo del Señor -.

Aquel día se asociarán al Señor pueblos sin número; y ellos serán mi pueblo».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Jr 31, 10. 11-12ab. 13
R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.

Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciada en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño.
R.

Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte»
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor.
R.

Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 43b-45)

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacia, Jesús dijo a sus discípulos:

«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».

Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.

Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Palabra del Señor.

25 septiembre 2021, sábado de la 25ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La verdad es que la personalidad de Jesús debía ser impresionante y por eso se explican algunos textos del Evangelio como el de hoy: “Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto”.

Muchas veces presentamos a Jesús a los hombres de forma que le cogen miedo. A Jesús nunca se le debe tener miedo. Él ha querido nacer como niño indefenso para que podamos amarlo con locura y en ningún caso tenerle miedo. Jesús se ha presentado como corderillo para despertar nuestro amor sensible.

Jesús no se cansa de decirnos cuántas veces debemos perdonar: SIEMPRE. Por eso no podemos tener miedo a que Él no nos perdone. En este rato de oración tienes que sentir el amor misericordioso de Dios; y lo tienes que sentir de forma sensible. Por eso entabla un diálogo cercano con el Señor; cuéntale los problemas que tienes para hoy, las cosas que te preocupan. Notarás como Él las hace suyas y te pesan menos.

Y pasa tu rato de oración amando con mucha confianza y rezando por los que aún tienen miedo de Jesús y al final de este rato sal al mundo y cuéntale a todos lo bueno, lo grande, lo maravilloso que es Jesús para que no le teman y se acerquen a Él con confianza y sin miedo.

24 de septiembre de 2021, viernes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Ageo (2, 1-9)

El año segundo del rey Darío, el día veintiuno del mes séptimo, llego la palabra del Señor por medio del profeta Ageo:

«Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto de la gente:

“¿Quién de entre vosotros queda de los que vieron este templo en su primitivo esplendor? Y el que veis ahora, ¿no os parece que no vale nada?

Ánimo, pues Zorobabel - oráculo del Señor -; ánimo también tú, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote.

¡Ánimo gentes todas! - oráculo del Señor -. ¡Adelante, que yo estoy con vosotros! - oráculo del Señor del universo -.

Ahí está mi palabra, la que os di al sacaros de Egipto; y mi espíritu está en medio de vosotros: ¡No temáis!

Pues esto dice el Señor del universo:

Dentro de poco haré temblar cielos y tierra, mares y tierra firme. Haré temblar a todos los pueblos, que vendrán con todas sus riquezas y llenaré este templo de gloria, dice el Señor del universo.

Míos son la plata y el oro - oráculo del Señor del universo -.

Mayor será la gloria de este segundo templo que la del primero - dice el Señor del universo.

Y derramaré paz y prosperidad en este lugar, oráculo del Señor del universo”».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 42, 1. 2. 3. 4
R. Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío».

Hazme justicia, oh Dios,
defiende mi causa contra gente sin piedad,
sálvame
del hombre traidor y malvado.
R.

Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?,
¿por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
R.

Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
R.

Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la citara,
Dios, Dios mío.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 18-22)

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:

«¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos contestaron:

«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Pedro respondió:

«El Mesías de Dios».

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. porque decía:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

Palabra del Señor. 

24 septiembre 2021, viernes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.

El Evangelio del día de hoy nos relata cómo el Señor pregunta íntimamente a sus discípulos, hasta qué punto le conocen. “¿Y vosotros, quién decís que soy yo?”. Pedro le responde: “tú eres el Mesías”.

Haz oración de contemplación, imagina la escena, tú estás allí como uno más de los discípulos. Cuando Jesús habla, lo hace directamente a lo más profundo del hombre, lo hace al corazón, y sus palabras son misericordia. Jesús te interpela a ti también: ¿y tú, quién dices que soy yo?, ¿me conoces?, ¿hasta qué punto me amas?

Te invito a que te encomiendes a nuestra Madre y que durante el día de hoy medites sobre esa pregunta que Jesús te hace. Llévalo también al examen de conciencia que hagas al final del día. ¿Conozco al Señor?, ¿qué puedo hacer para conocerle más?, ¿le amo?, ¿me dejo amar por Él? 

23 de septiembre de 2021, jueves de la 25ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Comienzo de la profecía de Ageo (1, 1-8)

El año segundo del rey Darío, el día primero del mes sexto, la palabra del Señor fue dirigida a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, por medio del profeta Ageo:

«Esto dice el Señor del universo: Este pueblo anda diciendo:

"No es momento de ponerse a construir la casa del Señor"».

La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo:

«¿Y es momento de vivir en casas lujosas mientras el templo es una ruina?

Ahora pues, esto dice el Señor del universo:

Pensad bien en vuestra situación. Sembrasteis mucho, y recogisteis poco, coméis y no os llenáis; bebéis y seguís con sed; os vestís y no entráis en calor; el trabajador guarda su salario en saco roto.

Esto dice el Señor del universo: Pensad bien en vuestra situación. Subid al monte, traed madera, construid el templo. Me complaceré en él y seré glorificado, dice el Señor».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b
R. El Señor ama a su pueblo.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sion por su Rey.
R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 7-9)

En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.

Herodes se decía:

«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».

Y tenía ganas de verlo.

Palabra del Señor.

23 septiembre 2021, jueves de la 25ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

1ª lectura de hoy: tesoro actualísimo para un laico que vive su fe en medio del mundo. 

El profeta Ageo (su nombre significa “solemnidad”), forma parte del pueblo elegido en tiempos de la cautividad babilónica. Después de 70 años de vivir fuera de su tierra, con el edicto del rey Ciro de Persia, Israel retorna a Judá. Y comenzaron a reconstruir el templo de Jerusalén, destruido años antes. 

La reconstrucción del templo, centro de la vida religiosa y social de Israel, se interrumpió, pues no había recursos ilimitados (nunca los hay, nunca tenemos tiempo para todo, especialmente para entrar, en medio de los quehaceres, asiduamente en el templo de nuestro corazón, donde habita y nos espera Dios). Y Ageo advierte a los israelitas de que no es el camino correcto abandonar el templo para construir la propia casa con lujo (estudios, trabajo, hobbies, amistades, descanso, comida, ropa...).

Hoy, la Palabra, nos anima a “pensar bien nuestra situación: ¿sembré, y no recogí; comí y bebí, y no me sacié; trabajé, y guardé el salario en saco roto…?” Estremece cómo radiografían estas palabras nuestra vida cuando posponemos adorar al Señor de las cosas, en pos de hacer las cosas de Dios.

Señor, que sea lógico, que viva para Ti, que no malgaste la vida adorando otros ídolos.  Hoy es hora de volver a la tierra prometida, y reconstruir en mi corazón el templo de la adoración silenciosa a Ti.

22 de septiembre de 2021, miércoles de la 25ª semana de Tiempo Ordinario

Primera Lectura
Lectura del libro de Esdras (9, 5-9)

Yo, Esdras, a la hora de la ofrenda de la tarde salí de mi abatimiento y, con mi vestidura y el manto rasgados, me arrodillé, extendí las las palmas de mis manos hacia el Señor, mi Dios, y exclamé:

«Dios mío, estoy avergonzado y confundido; no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti, porque nos hemos hecho culpables de numerosas faltas y nuestros delitos llegan hasta el cielo.

Desde la época de nuestros padres hasta hoy hemos pecado gravemente. Por causa de nuestros delitos, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados a los reyes extranjeros, a la espada, a la esclavitud, al saqueo y a la vergüenza, como sucede todavía hoy.

Pero ahora, en un instante, el Señor nuestro Dios nos ha otorgado la gracia de dejarnos un resto y de concedernos un lugar en el templo santo. El Señor ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud.

Porque somos esclavos, pero nuestro Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud, sino que nos ha otorgado el favor de los reyes de Persia, nos ha dado y respiro para reconstruir el templo de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y nos ha proporcionado un refugio seguro en Judá y Jerusalén».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Tb 13, 2. 3-4. 6
R. Bendito sea Dios, que vive eternamente.

Bendito sea Dios, que vive eternamente;
y cuyo reino dura por los siglos.
Él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
R.

Dadle gracias, hijos de Israel, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza.
R.

Ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro padre por todos los siglos.
R.

Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre las naciones
por donde estáis dispersados.
R.

Que todos alaben al Señor
y le den gracias en Jerusalén.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 1-6)

En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.

Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:

«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.

Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.

Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos».

Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

Palabra del Señor.

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