1 de marzo de 2023, miércoles de la 1ª semana de Cuaresma

Primera lectura
Lectura de la profecía de Jonás (3, 1 -10)

El Señor dirigió la palabra a Jonás:

«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; la gran ciudad, allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».

Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad, inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:

«Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada»

Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.

La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:

«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».

Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 12-13. 18-19
R.
Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio san Lucas (11, 29-32)

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:

«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.

La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor. 

1 marzo 2023, miércoles de la 1ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

Todavía resuena en nuestras mentes la advertencia de san Pablo en el miércoles de ceniza: "en el día favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé" y “ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación”. Esa es la experiencia de los ninivitas en el pasaje del Antiguo Testamento de hoy. Y esa es la acusación que Jesús hace a los judíos de su tiempo. Estar ante el día de la gracia y echarla en saco roto. 

Nosotros podemos decir que hoy tenemos ante nosotros el día de la gracia porque nosotros también tenemos un signo mayor que Jonás y que Salomón. Nosotros tenemos la Eucaristía. Nosotros tenemos al Esposo con nosotros. Podemos buscarle mientras se deja encontrar. Basta bajar a la parroquia más cercana. Ahí está Él. Esperándonos. ¿Qué otro signo más necesitamos? Solo nos pide nuestro corazón humilde que se postre ante Él. Solo eso es necesario. Solo eso es suficiente. Él solo quiere una cosa: a nosotros. Que nuestra oración hoy sea presentarnos ante Él para su gozo y gloria. 

28 de febrero de 2023, martes de la 1ª semana de Cuaresma

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55, 10-11)

Esto dice el Señor:

«Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mi vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 33, 4-5. 6-7. 16-17. 18-19
R.
Dios libra a los justos de sus angustias.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias.
R.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
R.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 7-15)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así:

“Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos han ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

Palabra del Señor.

28 febrero 2023, martes de la 1ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

Cuántas veces me he encontrado en mi oración pensando en mis cosas y mi oración se ha convertido en una conversación que solo giraba en torno a mí. ¡Pero qué fácil lo tenemos los cristianos, que el mismo Señor nos ha dejado las palabras con las que podemos orar! En este rato de oración de hoy, vamos a rezar el Padre Nuestro despacio, saboreando el significado de cada palabra, y lo haremos acompañados de una reflexión sobre el Padrenuestro escrita por santo Tomás de Aquino.

PADRE. Dios es Padre porque nos creó a su imagen y semejanza, es providente con nosotros y nos adoptó como hijos. Por nuestra parte brotará alabarle, no sólo con los labios, sino sobre todo con el corazón, e imitarle en la perfección del amor y de la misericordia que va siempre acompañada por las obras. 

NUESTRO. Esta palabra nos sitúa ante nuestro prójimo, a quien debemos amar por ser nuestro hermano. Santo Tomás nos recuerda las palabras de san Juan: “Quien no ama a su hermano, al que ve, ¿cómo va a amar a Dios, a quien no ve?”.

QUE ESTÁS EN EL CIELO. Estas palabras nos ayudan a prepararnos para orar imitando, contemplando y deseando los bienes de arriba, donde está Cristo, y nos configura para que nuestra vida sea semejante a la de nuestro Padre del cielo.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. Pedimos que el nombre de Dios se nos revele y se nos haga manifiesto. Nombre admirable, porque obra maravillas en todas las criaturas. Es un nombre digno de salvación, como dice el apóstol san Pedro: “No se nos ha dado bajo el cielo otro nombre que pueda salvarnos” (Hch 4, 12). Es un nombre digno de veneración, pues al nombre de Jesús debe doblarse toda rodilla “en el cielo, en la tierra y en el abismo” (Flp 2, 10). Es un nombre inefable ante el que toda explicación resulta insuficiente. Se le llama roca en razón de su firmeza; se le llama fuego, porque purifica nuestro corazón de todo pecado; se le llama luz, porque la luz disipa las tinieblas, así el nombre de Dios ilumina nuestra mente.

VENGA A NOSOTROS TU REINO. Pedimos que no sea el pecado quien reine en nuestro mundo, sino Dios. Si deseamos que sea Dios realmente el Señor de todos, renunciamos a todo deseo de venganza; si esperamos la gloria del paraíso, no nos preocupamos por las cosas del mundo; y si pedimos que Dios y Cristo reinen en nosotros, debemos ser mansos porque el mismo Cristo fue manso y humilde.

HÁGASE TU VOLUTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. Esto supone una gran humildad. Cuando vivimos de acuerdo con la voluntad de Dios, nuestro corazón camina por el camino recto. Dios no nos creó en vano, sino para que alcancemos la vida eterna. La salvación consiste precisamente en alcanzar el fin para el que fuimos creados. Con esta petición pedimos que se cumpla también esta voluntad salvífica en quienes todavía peregrinamos por este mundo como ya se ha realizado en los santos que están en el cielo.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA. Dios se preocupa de nuestras necesidades temporales. El pan de cada día resume todas estas necesidades. Cristo nos enseña a pedir el pan “nuestro” y no el ajeno. La expresión “de cada día”, entendida como el de un día o el de un cierto tiempo, nos anima a vivir el momento presente y no la preocupación excesiva por el mañana. Este pan puede entenderse también como el pan del sacramento de la Eucaristía y como el pan de la palabra de Dios.

PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN. Vivir en la humildad reconociéndonos pecadores; pero también vivir desde la esperanza y la confianza plena en la misericordia de Dios del que se arrepiente y se confiesa. Además, para ser perdonados se requiere también que nosotros perdonemos las ofensas de nuestro prójimo. Si no perdonamos a nuestro prójimo, Dios no nos perdonará a nosotros.

NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN. Con esta petición le pedimos a Dios que podamos evitar el pecado, que no nos sobrevenga una tentación que nos haga pecar. Tentar es poner a prueba nuestra virtud. La tentación puede ser una manera de comprobar hasta qué punto estamos disponibles para hacer el bien.

Y LIBRANOS DEL MAL. Le pedimos a Dios que nos libre de todos los males, tanto del pecado como de la enfermedad, la aflicción o cualquier contrariedad. Dios puede librarnos en ocasiones de las aflicciones o, en otros casos, convertir las pruebas y tribulaciones en bien. Santo Tomás relaciona esta petición con la virtud de la paciencia y el don de la sabiduría, así como con la bienaventuranza que proclama dichosos a los que trabajan por la paz. Por medio de la paciencia alcanzamos la paz, tanto en la prosperidad como en las adversidades.

AMÉN. Es la confirmación general de todas las peticiones. Así sea. 

27 de febrero de 2023, lunes de la 1ª semana de Cuaresma

Primera lectura
Lectura del libro del Levítico (19, 1-2. 11-18)

El Señor habló así a Moisés:

«Di a la comunidad de los hijos de Israel:

“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.

No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis unos a otros.

No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.

No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.

No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.

No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.

No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.

No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.

No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 15
R.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
R.

El temor del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (25, 31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha:

“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

Entonces los justos le contestarán:

“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestirnos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.

Y el rey les dirá:

“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.

Y entonces dirá a los de su izquierda:

“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.

Entonces también estos contestarán:

“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.

Él les replicará:

“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.

Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

Palabra del Señor.

27 febrero 2023, lunes de la 1ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

“A la tarde de la vida te examinarán en el amor” (San Juan de la Cruz). 

Con esta sabia y breve sentencia el santo abulense resume el cuadro del juicio final que nos presenta hoy el evangelio de Mateo. 

Es uno de esos pasajes del evangelio que el Papa Francisco nos ha dicho que es esencial meditar y vivir, porque nos jugamos la vida eterna. Las Bienaventuranzas y Mt 25 son el programa de santidad para todo cristiano y todo hombre de bien en este mundo. Concretamente, el evangelio de hoy es “el protocolo sobre el cuál seremos juzgados: «Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estaba enfermo y me visitasteis, estaba en la cárcel y vinisteis a verme»”. 

Así comentaba el Papa este pasaje: Son «pocas palabras, palabras sencillas, pero prácticas para todos, porque el cristianismo es una religión práctica: no es para pensarla, es para practicarla, para hacerla. Hoy, si tenéis un poco de tiempo en casa, tomad el Evangelio, el Evangelio de Mateo, capítulo 5, al inicio están las bienaventuranzas; capítulo 25, están las otras. Y os hará bien leerlo una vez, dos veces, tres veces. Pero leer esto, que es el programa de santidad». 

Al final nada más va a contar en tu vida. Solamente el peso de amor que lleves encima. No hay nada más, no importa nada más. Que el Señor nos dé la gracia de entender este mensaje suyo.

26 de febrero de 2023, domingo de la 1ª semana de Cuaresma

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (2, 7-9; 3 1-7)

El Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo.

Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.

El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.

La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la mujer:

«¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?».

La mujer contestó a la serpiente:

«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”».

La serpiente replicó a la mujer:

«No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».

Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió.

Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 5-6ab. 12-13. 14 y 17
R.
Misericordia, Señor: hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa,
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia.
R.

Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
R.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5, 12-19)

Hermanos:

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...

Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que tenía que venir.

Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos.

Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno: pues el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir de muchos pecados acabó en justicia.

Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado a través de uno solo, con cuánto más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo.

En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos.

Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (4, 1-11)

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.

El tentador se le acercó y le dijo:

«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».

Pero él le contestó:

«Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».

Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:

«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”».

Jesús le dijo:

«También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».

De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo:

«Todo esto te daré, si te postras y me adoras».

Entonces le dijo Jesús:

«Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».

Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.

Palabra del Señor. 

26 febrero 2023, domingo de la 1ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

"Y le inspiró en el rostro aliento de vida".

Pidamos al Espíritu su aliento, y lo dará. Lo necesitamos para estar en el desierto. Pidámoslo también para los que nos rodean. Y demos gracias a Dios porque continúa manteniéndonos en su Espíritu.

"Cogió de su fruto, y comió".

Me quedo de rodillas ante Dios, en mi lugar. Contra toda apariencia, Dios es el mayor y único Bien, la Vida. El fruto que es bueno en algunos aspectos no es bueno para acercarse a Dios, no es bueno en absoluto, entonces. No queramos ser diosecillos.

Examinemos qué cosas que parecen buenas, en realidad, nos alejan de Dios.

En todo momento necesito pedirle: "Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame con espíritu firme".

Con creces me concede el Señor esta petición. Le doy infinitas gracias por ello. Los cristianos recibimos a raudales el don gratuito de la justificación gracias a Jesucristo. Allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. Lo hace enfrentándose también a la tentación, asumiendo su condición humana para que, venciendo la tentación, todos quedáramos justificados.

25 de febrero de 2023, sábado después de Ceniza

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (58, 9b-14)

Esto dice el Señor:

«Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía.

El Señor te guiará siempre, hartará tu alma en tierra abrasada, dará vigor a tus huesos.

Serás un huerto bien regado, un manantial de aguas que no engañan.

Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas, volverás a levantar los cimientos de otros tiempos; te llamarán “reparador de brechas”, “restaurador de senderos”, para hacer habitable el país.

Si detienes tus pasos el sábado, para no hacer negocios en mi día santo y llamas al sábado “mi delicia”, y lo consagras a la gloria del Señor; si lo honras, evitando viajes, dejando de hacer tus negocios y de discutir tus asuntos, entonces encontrarás tu delicia en el Señor.

Te conduciré sobre las alturas del país y gozarás del patrimonio de Jacob, tu padre.

Ha hablado la boca del Señor».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 85, 1b-2. 3-4. 5-6
R.
Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.

Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva, Dios mío, a tu siervo, que confía en ti.
R.

Piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti, Señor.
R.

Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
R.

 

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (5, 27-32)

En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:

«Sígueme».

Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y los escribas diciendo a los discípulos de Jesús:

«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?».

Jesús les respondió:

«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».

Palabra del Señor.

25 febrero 2023, sábado después de Ceniza. Puntos de oración

El Señor nos presenta un programa para esta cuaresma. Cuando alejes de ti la opresión, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies el alma afligida... Todas las lecturas de hoy rezuman arrepentimiento, conversión. Si nos acogemos a la misericordia y amor de Dios, entonces podemos y debemos practicar también la misericordia con nuestro prójimo. 

El Señor promete muchas bendiciones y gracias para nosotros y los demás si por medio nuestro acogemos la voluntad de Dios y le damos un tiempo para la eucaristía, confesión, sacramentos y un tiempo, aunque sea breve, para la oración y consagrar a Él nuestro día y obras. 

Entonces brillará la luz en las tinieblas, la oscuridad como el medio día y el Señor "hartará nuestras almas y dará vigor a nuestros huesos".

Inclina tu oído, Señor, escúchame... Piedad de mí, Señor... Ese puede ser un buen comienzo para esta cuaresma. Porque el Señor nos recuerda que no ha venido a buscar a los sanos sino a los enfermos. Pero como Levi, podríamos dar gracias por tantos bienes recibidos y dejar todo aquello que nos aparta del Señor. Pidámoslo a Nuestra Madre en esta Cuaresma de conversión, reparación y gratitud por tantos bienes recibidos del Señor y su amor misericordioso.

24 de febrero de 2023, viernes después de Ceniza

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (58, 1-9a)

Esto dice el Señor Dios:

«Grita a plena voz, no te contengas, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.

Consultan mi oráculo a diario, desean conocer mi voluntad.

Como si fuera un pueblo que practicara la justicia y no descuida el mandato de su Dios, me piden sentencias justas, quieren acercarse a Dios.

"¿Para qué ayunar, si no haces caso; mortificarnos, si tú no te enteras?"

En realidad, el día de ayuno hacéis vuestros negocios y apremiáis a vuestros servidores; ayunáis para querellas y litigios, y herís con furibundos puñetazos.

No ayunéis de este modo, si queréis que se oiga vuestra voz en el cielo.

¿Es ese el ayuno que deseo en el día de la penitencia: inclinar la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza?

¿A eso llamáis ayuno, día agradable al Señor?

Este es el ayuno que yo quiero: soltar las cadenas injustas, desatar las correas del yugo, liberar a los oprimidos, quebrar todos los yugos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, cubrir al que ves desnudo, y no desentenderte de los tuyos.

Entonces surgirá tu luz como la aurora, enseguida se curarán tus heridas, ante ti marchará la justicia, detrás de ti la gloria del Señor.

Entonces clamarás al Señor y te responderá; pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 5-6ab. 18-19
R.
Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (9, 14-15)

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:

«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».

Jesús les dijo:

«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor.

24 febrero 2023, viernes después de Ceniza. Puntos de oración

Primer viernes de cuaresma. Anteayer miércoles de ceniza.

Aún nos dura el entusiasmo propio del inicio de las cuaresmas o los advientos. ¿Llegaremos en esta ocasión “vivos” al final de nuestra cuaresma? ¿O los propósitos iniciales se irán dejando de lado a lo largo de este tiempo de conversión?

Las lecturas de hoy son muy reveladoras: la clave de esta cuaresma no estará en lo que hagamos nosotros. Sino en lo que permitamos con humildad hacer al Señor en nosotros. 

Hoy viernes, podemos no comer carne, y despellejar vivo al hermano. Puedo proponerme hacer ayuno de móvil, y permanecer apagados y fuera de cobertura con el Señor. ¿De qué serviría?

Los sacrificios no te satisfacen:

si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. 

El sacrificio agradable a Dios

es un espíritu quebrantado y humillado,

tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.

Dediquemos esta cuaresma nuestras mejores energías, orientemos nuestros más nobles deseos, a ofrecer al Señor un corazón contrito y humillado. Él no lo desprecia, pues le agrada rotundamente. Una cuaresma al modo de María. Silenciosa. Llena de amor. Rica en frutos de conversión. El Novio está con nosotros, todos los días, hasta el final de los tiempos. 

Señor: ¿Qué vienes haciendo en mí? ¿Qué puerta vienes tocando para que te la abra? ¿A qué misión me envías? Señor, Tú…, solo Tú…

22 de febrero de 2023, jueves después de Ceniza

Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (30, 15-20)

Moisés habló al pueblo, diciendo:

«Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Pues yo te mando hoy amar al Señor, tu Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos, y así vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla.

Pero, si tu corazón se aparta y no escuchas, si te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y les sirves, yo os declaro hoy que moriréis sin remedio; no duraréis mucho en la tierra adonde tú vas a entrar para tomarla en posesión una vez pasado el Jordán.

Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra. Pongo delante de ti la vida y muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que viváis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a el, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que juró dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6
R.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 22-25)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

Entonces decía a todos:

«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».

Palabra del Señor.

22 febrero 2023, jueves después de Ceniza. Puntos de oración

Pérdidas y ganancias

Las lecturas de hoy podríamos decir que tratan de “las pérdidas y ganancias” en clave del Reino. Veamos pues, brevemente “la cuenta de pérdidas (no seguir al Señor) y de ganancias (seguir sus mandatos)”:

 

PÉRDIDAS

-Tu corazón se aparta y no escuchas,

-Te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y les sirves 

-Yo os declaro hoy que moriréis sin remedio; no duraréis mucho en la tierra…

- …porque el camino de los impíos acaba mal

 

GANANCIAS

- … amar al Señor, tu Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos, y así vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla…

Elige la vida, para que viváis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra.

- Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin.

 

En este tiempo de cuaresma se nos invita a renovar el seguimiento de Cristo, Sabiduría de Dios Padre. Un Jesús que “tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día». Por ello no debe sorprendernos que será preciso negarse a sí mismo, tomar nuestra cruz cada día y seguirle. Y hacerlo así es garantía de salvar la vida. El Señor mismo nos indica que, ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?

Santa María, ayúdanos a elegir la vida, Cristo; a aceptar que seguirle comporta sacrificio pero un gran gozo. Porque, caminar junto a Él, no tiene comparación y, llevar vida a otros, plenifica.

22 febrero 2023, Miércoles de Ceniza

Primera lectura
Lectura de la profecía de Joel (2, 12-18)

Ahora - oráculo del Señor convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto; rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos; y convertíos al Señor vuestro Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor que se arrepiente del castigo.

¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda y liberación para el Señor, vuestro Dios!

Tocad la trompeta en Sion, proclamad un ayuno santo, convocad a la asamblea, reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos; congregad a muchachos y niños de pecho; salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo.

Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan:

«Ten compasión de tu pueblo, Señor no entregues tu heredad al oprobio, ni a las burlas de los pueblos».

¿Por qué van a decir las gentes: «Dónde está su Dios»?

Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo.

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 5-6ab. 12-13. 14 y 17
R.
Misericordia, Señor, hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia.
R.

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
R.

Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5, 20-6 2)

Hermanos.

Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él.

Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:

«En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».

Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 1-6)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.

Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Palabra del Señor.

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