“A la tarde de la vida te examinarán en el amor” (San Juan de la
Cruz).
Con esta sabia y breve sentencia el santo abulense resume el cuadro del
juicio final que nos presenta hoy el evangelio de Mateo.
Es uno de esos pasajes del evangelio que el Papa Francisco nos ha dicho
que es esencial meditar y vivir, porque nos jugamos la vida eterna. Las
Bienaventuranzas y Mt 25 son el programa de santidad para todo cristiano y todo
hombre de bien en este mundo. Concretamente, el evangelio de hoy es “el
protocolo sobre el cuál seremos juzgados: «Tuve hambre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber, estaba enfermo y me visitasteis, estaba en la
cárcel y vinisteis a verme»”.
Así comentaba el Papa este pasaje: Son «pocas palabras, palabras
sencillas, pero prácticas para todos, porque el cristianismo es una religión
práctica: no es para pensarla, es para practicarla, para hacerla. Hoy, si
tenéis un poco de tiempo en casa, tomad el Evangelio, el Evangelio de Mateo,
capítulo 5, al inicio están las bienaventuranzas; capítulo 25, están las otras.
Y os hará bien leerlo una vez, dos veces, tres veces. Pero leer esto, que es el
programa de santidad».
Al final nada más va a contar en tu vida. Solamente el peso de amor que lleves encima. No hay nada más, no importa nada más. Que el Señor nos dé la gracia de entender este mensaje suyo.