30 de enero de 2023, lunes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (11, 32-40)

Hermanos:

¿Para qué seguir? No me da tiempo de referir la historia de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas; estos, por fe, conquistaron reinos, administraron justicia, vieron promesas cumplidas, cerraron fauces de leones, apagaron hogueras voraces, esquivaron el filo de la espada, se curaron de enfermedades, fueron valientes en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; hubo mujeres que recobraron resucitados a sus muertos.

Pero otros fueron torturados hasta la muerte, rechazando el rescate, para obtener una resurrección mejor. Otros pasaron por la prueba de las burlas y los azotes, de las cadenas y la cárcel; los apedrearon, los aserraron, murieron a espada, rodaron por el mundo vestidos con pieles de oveja y de cabra, faltos de todo, oprimidos, maltratados; el mundo no era digno de ellos: vagabundos por desiertos y montañas, por grutas y cavernas de la tierra.

Y todos éstos, aun acreditados por su fe, no consiguieron lo prometido; porque Dios tenía preparado algo mejor a favor nuestro, para que ellos no llegaran sin nosotros a la perfección.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 30, 20. 21. 22. 23. 24
R.
Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para los que te temen,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos.
R.

En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras.
R.

Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí
prodigios de misericordia
en la ciudad amurallada.
R.

Yo decía en mí ansiedad:
«Me has arrojado de tu vista»;
pero tú escuchaste mi voz suplicante
cuando yo te gritaba.
R.

Amad al Señor, fieles suyos;
el Señor guarda a sus leales,
y a los soberbios les paga con creces.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (5, 1-20)

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos.

Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es que vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó con voz potente:

«¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes».

Porque Jesús le estaba diciendo:

«Espíritu inmundo, sal de este hombre».

Y le preguntó:

«¿Cómo te llamas?».

Él respondió:

«Me llamo Legión, porque somos muchos».

Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.

Había cerca una gran piara de cerdos paciendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaron:

«Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos».

Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al mar y se ahogó en el mar.

Los porquerizos huyeron y dieron la noticia en la ciudad y en los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado.

Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Y se asustaron.

Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su comarca.

Mientras se embarcaba, el que había estado poseído por el demonio le pidió que le permitiese estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:

«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».

El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Palabra del Señor.

30 enero 2023, lunes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».

Con estas palabras Jesús nos exhorta hoy, como al endemoniado de Gerasa, a anunciar las maravillas que Él hace con nosotros. Cristo es lo mejor que nos ha pasado y lo será siempre. No podemos guardarlo para nosotros solos, tenemos que anunciarlo. San Pablo se lo cuenta así a los hebreos: puede relatarles el Antiguo Testamento y todas sus maravillas, pero prefiere saltarse todo eso (haciendo un buen spoiler), porque Dios tenía preparado algo mejor a favor nuestro. Ese algo mejor es Cristo. Pidamos hoy, contemplando esta escena espectacular del evangelio, que el Señor tenga misericordia de nosotros y nos dé la gracia de seguirle y anunciarle.

29 de enero de 2023, domingo de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la profecía de Sofonías (2, 3; 3 12-13)

Buscad al Señor, los humildes de la tierra, los que practican su derecho, buscad la justicia, buscad la humildad, quizá podáis resguardaros el día de la ira del Señor.

Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor.

El resto de Israel no hará más el mal, no mentirá ni habrá engaño en su boca.

Pastarán y descansarán, y no habrá quien los inquiete.

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10
R.
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
R.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
R.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad.
R.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1, 26-31)

Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; sino que, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso.

Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.

A él se debe que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual se ha hecho para nosotros sabiduría, de parte de Dios, justicia, santificación y redención.

Y así - como está escrito -: «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 1-12a)

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

Palabra del Señor.

29 enero 2023, domingo de la 4ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La palabra de Dios de hoy es tan importante que es difícil ser breve para explicarla. Para ello citaré parte de la catequesis del papa Francisco sobre las bienaventuranzas (29 de enero de 2020): “La palabra “bienaventurado” indica que una persona está en una condición de gracia, que progresa en la gracia de Dios y que progresa por el camino de Dios: la paciencia, la pobreza, el servicio a los demás, el consuelo… Los que progresan en estas cosas son felices y serán bienaventurados. Las bienaventuranzas contienen la “carta de identidad” del cristiano ―es nuestro carnet de identidad―, porque dibujan el rostro de Jesús, su forma de vida. Cuando Jesús sube al monte, “el monte” recuerda al Sinaí, donde Dios le dio a Moisés los mandamientos. Jesús empieza a enseñar una nueva ley: ser pobre, ser manso, ser misericordioso, tener hambre y sed de justicia, tener un corazón puro, trabajar por la paz, ser perseguidos por causa de la justicia... Estos “nuevos mandamientos” son mucho más que normas. De hecho, Jesús no impone nada, pero revela el camino a la felicidad ―su camino― repitiendo ocho veces la palabra “bienaventurados”. Ojalá seamos mansos y humildes para intentar vivir cada día este camino claro de santidad.

28 de enero de 2023, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (11, 1-2. 8-19)

Hermanos:

La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve.

Por ella son recordados los antiguos.

Por la fe obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba.

Por fe vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas, y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios.

Por fe, también Sara, siendo estéril, obtuvo “vigor para concebir” cuando ya le había pasado la edad, porque consideró fiel al que se lo prometía.

Y así, de un hombre, marcado ya por la muerte, nacieron hijos numerosos, como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.

Con fe murieron todos estos, sin haber recibido las promesas, sino viéndolas y saludándolas de lejos, confesando que eran huéspedes y peregrinos en la tierra.

Es claro que los que así hablan están buscando una patria; pues, si añoraban la patria de donde habían salido, estaban a tiempo para volver.

Pero ellos ansiaban una patria mejor, la del cielo.

Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía preparada una ciudad.

Por fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; ofreció a su hijo único, el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: «lsaac continuará tu descendencia».

Pero Abrahán pensó que Dios tiene poder hasta para resucitar de entre los muertos, de donde en cierto sentido recobró a Isaac.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Lc 1, 69-70. 71-72. 73-75
R.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.

Suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
R.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza.
R.

Y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán
para concedernos
que, libres de temor, arrancados de la mano
de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (4, 35-41)

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:

«Vamos a la otra orilla».

Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un cabezal.

Lo despertaron, diciéndole:

«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar:

«¡Silencio, enmudece!».

El viento cesó y vino una gran calma.

Él les dijo:

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».

Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:

«¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!».

Palabra del Señor.

28 enero 2023, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La fe es seguridad de lo que se espera
y prueba de lo que no se ve (Hb  11, 1)
 
“Hasta el viento y el mar le obedecen” (Mc 4,40)

En nuestra vida cotidiana vivimos situaciones en las que podemos experimentar paz y tranquilidad. Pero en otros momentos parece que todo se nos tambalea y podemos sentirnos confusos o preocupados ante determinadas circunstancias que cuestionan nuestra situación más vital. 

El evangelio de hoy nos invita a contemplar una situación extrema de Jesús a través de una descripción que nos hace palpar y ver las imágenes del lugar como si estuviésemos en la barca con los discípulos. Contemplamos una situación dominada por la tormenta y el vaivén de la barca por las olas, al mismo tiempo que un miedo atroz por los posibles efectos de una intensa tormenta. 

Y ante este panorama, Jesús dormía. Poco después escuchamos sus palabras llenas de autoridad: «¡Silencio, enmudece!», y de inmediato desaparece el peligro y el miedo entre los discípulos.

El milagro de la tempestad calmada nos da la oportunidad de reconocer que el Señor es Dios, nos invita a poner en juego nuestra fe en Él. Esa fe que es seguridad de lo que se espera y prueba de lo que no se ve.

Hoy en mi oración me planteo: ¿cómo es mi fe? ¿Es una fe anclada en las vivencias de niño y joven o una fe madura? ¿Es una fe plenamente confiada en la providencia de un Dios que nos ama con locura?

Señor aumenta mi fe, para que nunca dude de tu amor incondicional. Que esta certeza colme de sentido cada momento del día y me haga irradiar ese amor incondicional a todos los que hoy me encuentre en mi camino.

26 de enero de 2023, jueves de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. San Timoteo y san Tito

Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,1-8)

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, para anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Doy gracias a Dios, a quien sirvo como mis antepasados, con conciencia limpia, porque te tengo siempre presente en mis oraciones noche y día.

Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría. Evoco el recuerdo de tu fe sincera, la que arraigó primero en tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy seguro que también en ti.

Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por imposición de mis manos porque, pues Dios no nos ha dado un espíritu cobardía, sino de fortaleza, amor y de templanza.

Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 95, 1-2a. 2b-3, 7-8a.10
R.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
R.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
R.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor.
R.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe,
y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente».
R.

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4, 21-25)

En aquel tiempo, Jesús dijo al gentío:

- «¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero?

No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no haya nada oculto, sino para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga».

Les dijo también:

- «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».

Palabra del Señor.

26 enero 2023, jueves de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. San Timoteo y san Tito. Puntos de oración

El evangelio de hoy nos recuerda que hay que compartir con el mundo los dones que nos ha dado el Señor, ya que Él se revela por medio de ellos.

Para compartir al Señor con el mundo tenemos que escucharlo bien y hacerle caso. Pedir al Espíritu Santo una iluminación espiritual primero en nosotros mismos. Pedirle abrir nuestros “oídos”, nuestros corazones para escuchar cómo quiere revelarse el Señor hoy por medio de nosotros.

¿Cómo Él quiere que le presente a mi entorno? ¿Dando un bonito discurso? ¿Charlando con mis amigos no creyentes sobre la fe? ¿Trabajando/Estudiando? ¿Ofreciendo mis talentos como canto, dibujo, deporte…?

Si lo producimos, recibiremos más, y si no, se nos quitará… De nuestros dones no tenemos mérito. Pero podemos esforzarnos en mejorarlos para que otra persona pueda aprenderlo. Nuestros dones no son para nosotros y para nuestros intereses superficiales e individualistas, para presumir de ellos y adquirir reconocimiento, sino para el mundo. Enseñando lo aprendido. Con y en Él. 

24 enero 2023, martes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. San Francisco de Sales

Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10, 1-10)

Hermanos:

La Ley, que presenta sólo una sombra de los bienes futuros y no la realidad misma de las cosas, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan, pues lo hacen año tras año y ofrecen siempre los mismos sacrificios.

Si no fuera así, ¿no habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados de una vez para siempre, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia.

Pero, en realidad, con estos sacrificios se recuerdan, año tras año los pecados. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

Por eso, al entrar él en el mundo dice:

«Tú no quisiste ni sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije: He aquí que vengo - pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mi - para hacer, ¡oh Dios! tu voluntad».

Primero dice: «Tú no quisiste ni sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.

Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación de cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 39, 2 y 4ab. 7-8a. 10. 11
R.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
R.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: «Aquí estoy».
R.

He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes.
R.

No me he guardado en el pecho tu justicia,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (3, 31-35)

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.

La gente que tenía sentada alrededor le dijo:

«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

Él les pregunta:

«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:

«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor. 

24 enero 2023, martes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. San Francisco de Sales. Puntos de oración

El Evangelio de hoy, es de esos desconcertantes, en los que nos damos cuenta de que nos faltan claves de fe para entender lo que está ocurriendo. 

¿A qué viene ese aparente desprecio en público, que Jesús hace a su madre y familia? ¿Qué está queriendo decirnos el Señor?

Pensemos (y no es arriesgarse mucho) que Jesús tenía un inmenso amor y respeto por María y por sus discípulos. Pero parece que no son los lazos de sangre, o los afectos humanos (la mera amistad o caerse bien) lo que hace de ese grupo de personas el germen de la Iglesia. 

La vida cristiana y la vida de Iglesia se funda en una llamada común, un asombro por Alguien compartido por muchos. Son los lazos de la fe los que hacen nuevas todas las cosas en las relaciones, las que permiten perdonar una y otra vez, reparar situaciones, trabajar incansablemente unidos, el don de la unidad…

Por tanto, ahí va el test sobre mi seguimiento del Señor:

·                                          ¿Construyo Iglesia sobre el seguimiento recíproco del Señor?

·                                          ¿Eres Tú, Señor, quien nos ha convocado, reunido y quien nos ha llamado a entendernos en nuestra realidad concreta de pertenencia a la Iglesia?

·                                          ¿O por el contrario son las simpatías o antipatías humanas las que definen y configuran nuestras comunidades?

La Virgen nos enseña el camino para ser Madre de Jesús: ser su discípula. Decidir entregar la propia libertad al Señor no nos esclaviza, sino que nos hace hijos en el Hijo, y hermanos entre nosotros. Concédenos Madre, este gran don. 

23 de enero de 2023, lunes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (9, 15. 24-28)

Hermanos:

Cristo es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

Cristo entró no en un santuario construido por hombres, imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros.

Tampoco se ofrece a si mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde la fundación del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de los tiempos para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.

Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez; y después de la muerte, el juicio.

De la misma manera, Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos.

La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, para salvar a los que lo esperan.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4. 5-6
R.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (3, 22-30)

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:

«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».

Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas:

«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra si mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.

En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».

Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor.

23 enero 2023, lunes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Hoy, las lecturas de la misa nos invitan a reflexionar y orar ante la realidad del pecado en nuestra vida. Y confiamos en el mismo Cristo que, en su vida terrena, se ofreció a sí mismo para destruir ese pecado y, en el cielo, intercede ante el Padre por nosotros. 

Sabemos que el corazón del Padre, manifestado en su Hijo, está lleno de misericordia y fidelidad. Que es como decir que nuestra miseria y pecado no le harán cambiar su ser compasivo. Le duele que nos hagamos daño, sí. Pero a nada que nos pongamos en camino y deseemos volver a él, se desbordará en atenciones y alegría por nuestro regreso.

En el evangelio, se nos mostrarán varios aspectos del pecado, que se pueden perdonar la mayoría de ellos, pero que hay algunos (Dios nos libre de ellos) que pueden ser causa de condena eterna (el que blasfeme contra el Espíritu Santo).

Quizás sea esta una buena ocasión para pedir aborrecimiento del pecado en cualquiera de sus manifestaciones y, si nos es posible, al calor de la oración, prepararnos al sacramento del perdón.

Pidamos a Santa María que nos alcance gracia para entrar dentro de nosotros mismos, reconocer todo aquello que nos aparte del Señor y abrirnos sinceramente a su compasión y fidelidad.

22 de enero de 2023, domingo de la 3ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (8, 23b-9 3)

En otro tiempo, humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftali, pero luego ha llenado de gloria el camino del mar, el otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y de sombras de muerte, y una luz les brilló.

Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.

Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 26, 1bcde. 4. 13-14
R.
El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
R.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.
R.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
R.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1, 10-13. 17)

Os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir.

Pues, hermanos, me he enterado por los de Cloe que hay discordias entre vosotros. Y yo os digo esto porque cada cual anda diciendo: «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de Cristo».

¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en nombre de Pablo?

Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (4, 12-23)

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftali, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:

«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».

Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:

«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

Pasando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.

Les dijo:

«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Y, pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.

Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Palabra del Señor. 

22 enero 2023, domingo de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Que rica y substanciosa es la liturgia de este domingo. Muchos detalles atraen nuestra atención en esta fiesta, pero me voy a fijar en dos que pueden servir para encauzar nuestra oración hoy. En el evangelio de hoy se produce la primera llamada a los apóstoles para seguir a Jesús. Los primeros elegidos son pescadores: Pedro y Andrés, más adelante Santiago y Juan, y después se fueron integrando el grupo de los más cercanos del Señor. 

Yo te deseo que hoy tú también te sientas elegido por el Señor. Los elegidos por Jesús no eran los que más destacaban por su cultura ni por su riqueza, pero fueron elegidos. Si analizas tu vida pasada, posiblemente te des cuenta de que no has hecho nada especial para ser elegido, igual que los primeros apóstoles. Pero Jesús te ha escogido, sólo Él sabe lo que ha visto en ti. No temas lo que Dios te va a pedir, Él te dará la fuerza necesaria para realizar su misión; tú abandónate en sus brazos.

El segundo punto que te quiero proponer para tu oración es que reces por la unión de los cristianos. Estamos inmersos en la semana de oración especial por la unidad de todos los cristianos. La segunda lectura de hoy, te propongo volver a leerla, nos habla de esta necesidad: se ve que ha sido una constante en la historia de la Iglesia, pero es un escándalo que estemos desunidos. Cristo es la cabeza de la Iglesia y los fieles somos su cuerpo: no es posible que el Cuerpo de Cristo esté dividido. Por eso es imprescindible rezar y ofrecer muchos sacrificios para que se pueda alcanzar la deseada unión.

Las experiencias que muchos de nosotros hemos tenido el pasado verano en Gales nos hablan de que es posible esa unión porque todos la deseamos. 

Le vamos a pedir a la Virgen que Ella nos una en un solo cuerpo, el Cuerpo de Cristo. Ella puede lograrlo porque sufre enormemente por vernos separados: Madre de la Iglesia, haznos UNO junto a Jesús.

21 de enero de 2023, sábado de la 2ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (9, 2-3. 11-14)

Hermanos:

Se instaló una primera tienda, llamada «el Santo», donde estaban el candelabro y la mesa de los panes presentados. Detrás de la segunda cortina estaba la tienda llamada de «Santo de los Santos».

En cambio, Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su «tienda» es más grande y más perfecta: no hecha por monos del hombre, es decir no de este mundo creado

No lleva sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.

Si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de una becerra, santifican con su aspersión a los profanos, devolviéndoles la pureza externa ¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo!

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9
R.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
R.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
R.

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (3, 20-21)

En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer.

Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.

Palabra del Señor. 

21 enero 2023, sábado de la 2ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

1. “En cambio, Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su «tienda» es más grande y más perfecta ... se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha” (Heb 9,1)

Las antiguas alianzas, los antiguos ritos quedan atrás, todo ha sido superado por el Sacerdocio Eterno y Nuevo de Cristo.

¡Cuánta gratitud, qué responsabilidad, qué gozo! Yo me quedo con el gesto de Juan el Bautista señalando a sus discípulos: ¡He ahí el Cordero de Dios! O con la oración de la misa, viviendo ya la plenitud del sacrificio, recitándolo despacio: ¡Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, danos la paz!

2. “Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra” (Sal 46)

Sí, aplaudimos al Señor, nuestro Dios, porque se ha inmolado como Cordero inmaculado y se ha convertido en nuestro Rey y Señor, no sólo por ser Creador sino por ser nuestro Redentor gracias a su donación total en el Calvario y ahora incruenta en el sacrificio de la Misa.

3. “Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí” (Mc 3, 20)

¡Cuántas lecciones nos da un evangelio tan cortito! Jesús llegó a casa, hogar-dulce hogar, con sus discípulos… Y la gente que se entera de la llegada del que ya es considerado como Camino-Verdad-Vida, no lo dejan ni a sol ni a sombra; dice el evangelio que “de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer”. Y claro, enseguida viene su familia, para “cuidarle” porque parece que se está pasando un poco, “estaba fuera de sí”, vamos que se puede volver un poco loco.

¿Qué sentirá Jesús? ¿Qué sentirá María? ¿Cómo lo verían los psicólogos del momento? ¿Qué terapia le recomendarían? ¿No sentirá Jesús la soledad de las multitudes, la incomprensión hasta de los más cercanos?

Toca clavar los ojos en Él, escucharle, auscultarle, conversar; interrogar a los más íntimos de sus discípulos; acercarse a María (¿cómo encuentras a Jesús?). Y en algún momento, cara a cara, a solas con el Amigo. ¡Jesús, si te llevan, yo voy contigo, porque soy tú!

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