En la Eucaristía nos espera el niño Dios, «venid, adorémosle».
Hoy celebramos la festividad del Santísimo nombre de Jesús. Ya en el
antiguo testamento se hace referencia a la venida de Cristo a través de una
profecía. «Mirad, la virgen está en cinta, y dará a luz un hijo que le pondrá
por nombre Emmanuel (Is 7,14)». Y es que, ¿puede haber algo más grande que un
Dios que se encarna para estar entre los hombres?
Y la respuesta la encontramos en el Nuevo Testamento: «Le pusieron por
nombre Jesús (Lc 2,21)».
Jesús no viene solo a quedarse entre los hombres, si no a algo más
grande: salvarlos de la muerte del pecado. Y eso es precisamente lo que
significa el nombre de Jesús: “Dios salva”.
Muchos son los que alguna vez se han sentido reconfortados, consolados o
alentados al pronunciar el nombre de Jesús, el cual sigue presente entre nosotros.
Llevemos con frecuencia el nombre de Jesús en el corazón. El que es
fruto de todo consuelo, paz y verdadera alegría.
¡Feliz Navidad!