Parada durante el verano 2023

Estimados usuarios de la Oración del Militante.

Como todos los años, interrumpimos la redacción y distribución de los puntos de la oración durante los meses de julio y agosto, retomándolos de nuevo en septiembre, para poder centrar energías en las diferentes actividades apostólicas que se realizan durante el periodo de verano en el Movimiento.

Que esto no sea una razón para interrumpir nuestros hábitos diarios de oración, sino para reforzarlos buscando al Señor allí donde nos encontremos.

Muy unidos en la oración, cada uno desde su lugar de misión.

Un fuerte abrazo.

Equipo de la Oración del Militante


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30 de junio de 2023, viernes de la 12ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (17, 1. 9-10. 15-22)

Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo:

«Yo soy el Dios todopoderoso, camina en mi presencia y sé perfecto».

El Señor añadió a Abrahán:

«Por tu parte, guarda mi alianza, tú y tus descendientes en sucesivas generaciones. Esta es la alianza que habréis de guardar, una alianza entre yo y vosotros y tus descendientes: sea circuncidado todo varón entre vosotros».

El Señor dijo a Abrahán:

«Saray, tu mujer, ya no se llamará Saray, sino Sara. La bendeciré, y te dará un hijo, a quien también bendeciré. De ella nacerán pueblos y reyes de naciones».

Abrahán cayó rostro en tierra y se dijo sonrió, pensando en su interior:

«¿Un centenario va a tener un hijo y Sara va a dar a luz a los noventa?».

Y Abrahán dijo a Dios:

«Ojalá pueda vivir Ismael en tu presencia».

Dios replicó:

«No, es Sara quien te va a dar un hijo, lo llamarás Isaac; con él estableceré mi alianza y con sus descendientes, una alianza perpetua. En cuanto a Ismael, escucho tu petición: lo bendeciré, lo haré fecundo, lo haré crecer sobremanera, engendrará doce príncipes y lo convertiré en una gran nación. Pero mi alianza la concertaré con Isaac, el hijo que te dará Sara, el año que viene por estas fechas».

Cuando el Señor terminó de hablar con Abrahán, se retiró.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 127, 1-2. 3. 4-5
R.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
R.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
R.

Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sion,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (8, 1-4)

Al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.

En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo:

«Señor, si quieres, puedes limpiarme».

Extendió la mano y lo tocó, diciendo:

«Quiero, queda limpio».

Y en seguida quedó limpio de la lepra.

Jesús le dijo:

«No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».

Palabra del Señor.

30 junio 2023, viernes de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Llegamos al final de curso y nos despedimos hasta septiembre con el propósito firme de reservar un tiempo para la oración durante estos días de descanso (incluso más largo). El Señor le dijo a Abrahán y nos dice ahora a nosotros que guardemos su alianza. No es momento de cerrar nuestra relación con Dios como cerramos los libros de texto, las carpetasde apuntes o los informes de trabajo. Además, le hace una promesa: que Sara, su mujer ya anciana, tendrá un hijo y su descendencia será fecunda. A nosotros también nos promete unos días fecundos si guardamos su alianza. Podemosdesconfiar como Abrahán, pues el calor, el ocio, el descanso mal planificado, son dificultades para mantener despierto el espíritu, pero el Señor es fiel a su promesa y si guardamos su alianza rezaremos como dice el salmo 127: Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.

Contamos con mucha ayuda para seguir este camino: campamentos, convivencias, retiros y ejercicios espirituales, la Jornada Mundial de la Juventud…

Vamos a pedir al Señor que haga fecundo este verano cargado de momentos fuertes para crecer y fortalecer nuestra alianza. Se lo pedimos con humildad, como el leproso del evangelio: si quieres… Y seguro que Jesús derramará toda su gracia sobre nosotros.

Escuchemos cómo nos dice: ¡Quiero!

Que Santa María nos ayude a permanecer fieles a la alianza con Cristo y que su ejemplo en la Visitación nos estimule para salir de nosotros mismos en este tiempo fecundo que comenzamos.

Feliz verano.

29 de junio de 2023, jueves de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. San Pedro y San Pablo, apóstoles

Primera Lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12, 1-11)

En aquellos días, el rey Herodes decidió arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Eran los días de los Ácimos. Después de prenderlo, lo metió en la cárcel, entregándolo a la custodia de cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
Cuando Herodes iba a conducirlo al tribunal, aquella misma noche, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel.

De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocando a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo:

«Date prisa, levántate».

Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió:

«Ponte el cinturón y las sandalias».

Así lo hizo, y el ángel le dijo:

«Envuélvete en el manto y sígueme».

Salió y lo seguía sin acabar de creerse que era realidad lo que hacía el ángel, pues se figuraba que estaba viendo una visión. Después de atravesar la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la ciudad, que se abrió solo. ante ellos. Salieron, y anduvieron una calle y de pronto se marchó el ángel.

Pedro volvió en sí y dijo:

«Ahora sé realmente que el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de toda la expectación del pueblo de los judíos».

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R.
El Señor me libró de todas mis ansias.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.
R.

El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
R.

Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4, 6-8. 17-18)

Querido hermano:

Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.

He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.

Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.

Mas el Señor me estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mi, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.

El Señor me librará de toda obra mal y me salvará llevándome a su reino celestial.

A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (16, 13-19)

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

- «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron:

- «Unos que Juan Bautista, otros que Ellas, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó:

- «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

- «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió:

- «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».

Palabra del Señor.

29 junio 2023, jueves de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. San Pedro y San Pablo, apóstoles. Puntos de oración

Jesús le cambió el nombre a Simón por Pedro, dándole una nueva tarea, y vio la capacidad en él para ser la roca, los cimientos sólidos sobre los cuales construir la frágil fe de las primeras comunidades. Le fueron dadas las llaves de la casa con la autoridad y responsabilidad de la toma de decisiones. Dios puede trabajar a través de gente frágil para traernos el Reino. Si Pedro va a ser una roca, es porque él ha encontrado la roca que es Jesús. Todos necesitamos fundaciones fuertes y firmes para nuestra fe y para nuestras vidas. Necesitamos peldaños firmes que nos dirijan a través de la vida. Jesús es el camino y los peldaños. Con Él no necesitamos temer para el futuro ni perder la confianza en el presente. Ser capaz de decir que Jesús es el Dios vivo, es una gracia que debe ser atesorada. Jesús me hace esta pregunta hoy: “¿Quién dices tú que soy yo?”. Esta pregunta me fuerza a considerar lo que yo realmente creo. ¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué creo sobre Él? ¿Por qué soy cristiano?

23 de junio de 2023, viernes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (11, 18.21b-30)

Hermanos:

Puesto que muchos se glorían de títulos humanos, también yo voy a gloriarme.

A lo que alguien se atreva - lo digo disparatando -, también me atrevo yo.

¿Que son hebreos? También yo. ¿Que son israelitas? También yo. ¿Que son descendientes de Abrahán? También yo. ¿Que son siervos de Cristo? Voy a decir un disparate: mucho más yo.

Más en fatigas, más en cárceles, muchísimo más en palizas y, frecuentemente, en peligros de muerte. De los judíos he recibido cinco veces los cuarenta azotes menos uno; tres he sido azotado con varas, una vez he sido lapidado, tres veces he naufragado y pasé una noche y un día en alta mar.

Cuántos viajes a pie, con peligros de ríos, con peligros de bandoleros, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en despoblado, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos, trabajo y agobio, sin dormir muchas veces, con hambre y sed, a menudo sin comer, con frío y sin ropa.

Y aparte todo lo demás, la carga de cada día: la preocupación por todas las Iglesias.

¿Quién enferma sin que yo enferme? ¿Quién tropieza sin que yo me encienda?

Si hay que gloriarse, me gloriaré de lo que muestra mi debilidad.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7
R.
El Señor libra a los justos de sus angustias.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 19-23)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roen, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!».

Palabra del Señor.

23 junio 2023, viernes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Las lecturas de hoy nos presentan una curiosa conexión entre pobreza de espíritu (en esta vida) y riqueza en el Reino (en la eterna). Para dar fuerza a esta idea, se nos presenta el modelo de vida de S. Pablo, y luego las palabras de Jesús, que corroboran la propuesta; mejor que atesorar en la tierra, es hacerlo para el cielo. Porque el corazón anida en aquello a lo que da más importancia.

Quizá pueda ayudarnos repasar, en la presencia del Señor, qué pobrezas vivo o estaría dispuesto a vivir por amor al Reino, de qué manera YA me están enriqueciendo o dando vida a otros, qué dificultades encuentro para ello. Esto sería para afianzar lo que nos dice Jesús de atesorar de cara al Cielo.

Será preciso mirar y dejar que se impregnen en nuestro interior las actitudes del Maestro, y contar con su gracia a cada momento. Y siendo honestos, tenemos que reconocer que desear vivir desde la pobreza de espíritu se nos hace insuperable cuando las debilidades, las atracciones de la mundanidad y el desaliento son capaces de entrar en nuestras vidas.

Que santa María interceda por nosotros ante su Hijo, para que nos alcance del Padre la gracia de convertir nuestras pobrezas, debilidades y miserias, en nuestra mayor fortaleza. Siempre puesto nuestro corazón en el tesoro del Cielo.

21 de junio de 2023, miércoles de la 11ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (9, 6-11)

Hermanos:

El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará.

Cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama “al que da con alegría”.

Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre para toda clase de obras buenas.

Como está escrito:

«Repartió abundantemente a los pobres, su justicia permanece eternamente».

El que proporciona “semilla al que siembra y pan para comer” proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.

Siempre seréis ricos para toda largueza, la cual, por medio de nosotros, suscitará acción de gracias a Dios.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 111, 1-2. 3-4. 9
R.
Dichoso quien teme al Señor.

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
R.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad dura por siempre.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
R.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre
y alzará la frente con dignidad.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 1-6. 16-18)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Palabra del Señor.

21 junio 2023, miércoles de la 11ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

1. Dios ama “al que da con alegría” (2 Cor 9).

Madre Teresa decía que sólo nos llevaremos a la otra vida lo que dejemos y sembremos aquí. Y san Pablo no lo puede decir mejor: Dios ama al que ama, ¡bueno!, también al que no ama, para que ame; ya que si no ama, no se enterará nunca de nada. Un corazón egoísta nunca saldrá del infierno del aburrimiento. Sólo el que ama descubre el cielo de la donación, del darse con alegría. Y Dios es puro don, donación gozosa y permanente. Y si hemos recibido TANTO TANTO y GRATIS, demos todo todo ¡gratis!

2. Dichoso quien teme al Señor. Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos (Salmo 111).

El temor de Dios, principio de la sabiduría y del amor. El santo temor de Dios. ¡Qué delicadeza en el amor cuando nos preocupa no estar a la altura del amor recibido, cuando tememos no amar lo suficiente… El remedio está claro: la medida del amor es AMAR SIN MEDIDA, cumplir sus leyes, aceptar totalmente sus mandatos. 

3. Velad y orad para no caer en la tentación” (Mt 26).

¡Cómo no conmoverse con este cuadro evangélico en el que el mismo Jesús nos pide que le acompañemos! Él tiene miedo y no lo oculta, y solicita ayuda para enfrentar la tormenta interior. Metámonos en la escena como si presente nos hallásemos, en el Huerto de Getsemaní: soledad, silencio, noche, sinsentido, dolor, se avecina la Pasión y Jesús teme, siente la traición, la desbandada, el desamor… Y es entonces, en la noche, cuando acude a la oración, cuando clama al Padre, y aparece la estrella del consuelo, de la paz, del sentido de su cruz y de su sufrimiento… ¡Gracias, Jesús, porque por tu cruz nos has ganado la luz, el Cielo!

20 de junio de 2023, martes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (8, 1-9)

Os informamos, hermanos, de la gracia que Dios ha concedido a las Iglesias de Macedonia: en las pruebas y tribulaciones ha crecido su alegría, y su pobreza extrema se ha desbordado en tesoros de generosidad.

Puesto que, según sus posibilidades, os lo aseguro, e incluso por encima de sus posibilidades, con toda espontaneidad nos pedían insistentemente la gracia de poder participar en la colecta a favor de los santos.

Y, superando nuestras expectativas, se entregaron a sí mismos, primero al Señor y la demás a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.

En vista de eso, le pedimos a Tito que concluyera esta obra de caridad entre vosotros, ya que había sido él quien la había comenzado.

Y lo mismo que sobresalís en todo - en fe, en la palabra, en conocimiento, en empeño y en el amor que os hemos comunicado - sobresalid también en esta obra de caridad.

No os lo digo como un mandato, sino que deseo comprobar, mediante el interés por los demás, la sinceridad de vuestro amor.

Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 145, 2. 5-6. 7. 8-9ª
R.
Alaba, alma mía, al Señor.

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
R.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él.
R.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
R.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 43-48)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor.

20 junio 2023, martes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

En hebreo, “Amén” designa la solidez del granito. ¡Bella y significativa relación! Jesucristo es el Amén de Dios, la prueba de que sus promesas son tan inquebrantables como una roca. En esta solidez de Cristo podemos nosotros apoyarnos para decir sí a Dios.  

Todo el que por el bautismo se ha convertido en otro Cristo es, a su vez, un apoyo para los otros. Que nuestro "sí" sea para la gloria de Dios. Que nos transforme en luz y sal de la tierra.

Se trata de llegar a ser un tipo de persona de la más alta exigencia y perfección: amar a los enemigos, rezar por los que nos persiguen. Dar y darse del todo sin reservas. Sin medida. ¡Más, más y más! 

Que no se vuelva sosa la sal, que no se apague la luz. Señor, que demos sal y luz al mundo.

En tu invitación hay una advertencia: la vocación puede debilitarse, perder su vigor después de un tiempo de generosidad. Entonces nos volvemos sosos, inútiles. 

Madre nuestra de la Visitación, que no perdamos el sabor de Dios. 

Vosotros sois la Luz del Mundo. Sin ella. no hay color, ni belleza, ni vida. Los militantes tenemos que ser luces en la noche.

Lo seremos en la medida en que seamos transparentes y penetrados de la luz de Cristo.

¿Qué oración me sugiere esto? El discípulo, el militante, es un hombre que irradia luz. ¡Sé mi luz, enciende mi noche!

Lo que el mundo y tus compañeros esperan son actos: la luz de la que habla Jesús es una vida. Él en ti. Tú en el mundo, pero sin ser del mundo. 

Madre nuestra de la Visitación, que no perdamos la luz de Dios.

19 de junio de 2023, lunes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (6, 1-10)

Hermanos:

Como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:

«En tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».

Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.

Nunca damos a nadie motivo de escándalo, para no poner en ridículo nuestro ministerio; antes bien, nos acreditamos en todo como ministros de Dios con mucha paciencia en tribulaciones, infortunios, apuros; en golpes, cárceles, motines, fatigas, noches sin dormir y días sin comer; procedemos con limpieza, ciencia, paciencia y amabilidad; con el Espíritu Santo y con amor sincero; con palabras verdaderas y la fuerza de Dios; con las armas de la justicia, a derecha e izquierda; a través de honra y afrenta, de mala y buena fama; como impostores que dicen la verdad, desconocidos, siendo conocidos de sobra, moribundos que vivimos, sentenciados nunca ajusticiados; como afligidos pero siempre alegres, como pobres, pero que enriquecen a muchos, como necesitados, pero poseyéndolo todo.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 97, 1. 2-3ab. 3cd-4
R.
El Señor da a conocer su victoria.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 38-42)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».

Palabra del Señor.

19 junio 2023, lunes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Te propongo leer despacio parte del texto de san Pablo a los Corintios al inicio del capítulo 6. “Hermanos: como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto a gracia de Dios. Pues dice:

-        En tiempo favorable te escuché,

-        En el día de la salvación te ayudé. Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación…”

Seguimos con el texto de san Pablo: “Nos acreditamos como ministros de Dios con mucha paciencia, en tribulaciones… cárceles, noches sin dormir y días sin comer. Procedemos con limpieza, ciencia, paciencia y amabilidad…”.

Esta es la actitud que nos propone Pablo para vivir como bautizados coherentes. La prueba nunca nos va a faltar si queremos ser testigos del Señor, porque ahora, en este día, es el tiempo favorable, es el día de la salvación. Es el momento de vivir de fe y confiados en el amor de Dios Padre. Como Padre, no nos puede abandonar en situaciones personales y sociales en que nos invade la desesperanza.

En el Evangelio de san Mateo nos lo recuerda de nuevo. No apliquemos la ley de “ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia… a quien te pide, dale, y al que te pida prestado no le rechaces…”  ¿Estamos dispuestos a dar parte de nuestro tiempo a las personas que más lo necesitan y, a veces, son las más cercanas?

También nos suenan estas palabras del Señor: “Perdonad a vuestros enemigos… haced el bien a los os persiguen y calumnian”.

Pues para no desfallecer ante la prueba y vivir confiando en la misericordia del corazón de Cristo, os recuerdo un texto de Abelardo en su librito dedicado al Corazón de Jesús (pág. 45) en este mes de junio.

“Estamos detenidos en nuestro caminar hacia Dios por la falta de confianza… Esta confianza arranca toda de nuestra fe en Jesucristo… Es preciso tocar a Jesús con fe y confianza, como la hemorroísa. La gracia viene según la confianza que tengamos en Jesús. Llenémonos de confianza”.

Pidamos a María, estrella en la noche y luz de la mañana, que vivamos siempre iluminados por este versículo del Salmo 119, que hoy nos recuerda la liturgia: “Lámpara es tu PALABRA para mis pasos, luz en mi camino”. 

17 de junio de 2023, sábado de la 10ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (61, 9-11)

La estirpe de mi pueblo será celebre entre las naciones, y sus vástagos entre los pueblos.

Los que lo vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor.

Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha puesto un traje de salvación, y me ha envuelto con un manto de justicia, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas.

Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 1 Sam 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd
R.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.

Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
R.

Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía.
R.

El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.
R.

Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (2, 41-51)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedo en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.

Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Él les contestó:

«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Palabra del Señor.

17 junio 2023, sábado de la 10ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La madre de Jesús “guardaba todas estas cosas en su corazón”. Ese corazón inmaculado quiere ser nuestro refugio y estímulo para nuestra vida cristiana. Late al unísono con el de su hijo Jesucristo, fuente de vida y santidad. Guardemos nosotros también las cosas de Jesús en nuestro corazón, sus palabras, sus sentimientos y actitudes, sus promesas. Jesús nació antes de los siglos del corazón del Padre, fuente y origen de todo. Así, el corazón es el núcleo de la persona, su intimidad y vida. Dios nos ha hecho con corazón, como Él.

“Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios”. Nuestra oración es oración desde el corazón; las ideas solo son buenas cuando pasan por el corazón, y ahí está el trabajo de la oración: “reflectir sobre uno mismo para sacar algún provecho”, dirá san Ignacio de Loyola.

Madre, como en Fátima, enséñanos a orar con sencillez, con la vida, con el corazón.

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