30 noviembre 2022, miércoles. San Andrés, apóstol

Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10, 9-18)

Hermanos:

Si profesas con tus labios que Jesús es el Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar la salvación.

Pues dice la Escritura:

«Nadie que crea en él quedará confundido».

En efecto, no hay distinción entre judío y griego; porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan, pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».

Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído?; ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar?; y ¿cómo oirán hablar de él sin nadie que anuncie?; y ¿cómo anunciarán si no los envían? Según está escrito:

«¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la Buena Noticia del bien!».

Pero no todos han prestado oído al Evangelio. Pues Isaías afirma:

«Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?»

Así, pues, la fe nace del mensaje que se escucha, y viene a través de la palabra de Cristo.

Pero digo yo: «¿Es que no lo han oído? Todo lo contrario:

«A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los confines del orbe sus palabras».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 18, 2-3. 4-5
R.
A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.
R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (4, 18-22)

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.

Les dijo:

«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.

Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Palabra del Señor.

30 noviembre 2022, miércoles. San Andrés, apóstol. Puntos de oración

Hoy celebramos la fiesta de San Andrés apóstol, uno de los primeros discípulos de Jesús junto con su hermano Simón y los dos hermanos, hijos de Zebedeo que, como nos narra el evangelio de hoy, dejaron las redes para seguir a Jesús.

Para comenzar nuestra oración, nos ponemos en presencia del Señor y pedimos por intercesión de San Andrés que nos alcance la gracia para que todas nuestras intenciones y acciones sean ordenadas para el servicio, gloria y alabanza de Dios.

En su carta a los romanos, san Pablo nos dice que “la fe nace del mensaje que se escucha, y viene a través de la palabra de Cristo”. Por lo que hay que estar dispuestos a escuchar por medio de la oración y meditación de la Palabra. Y, además, nos asegura que si profesamos, es decir, que damos testimonio de Jesús y creemos de corazón, o dicho de otro modo, vivimos la Palabra y la Presencia de Cristo resucitado, tendremos la salvación.

Os invito a contemplar el encuentro de los apóstoles con Cristo que hoy nos propone el evangelio, para poder vivir, como San Andrés, la cercanía de Cristo y así amarle y dar testimonio de Él.

Que Santa María, reina de los apóstoles, interceda por nosotros y nos alcance la gracia necesaria de parte de su Hijo en esta fiesta tan importante de san Andrés.

29 de noviembre de 2022, martes de la 1ª semana de Adviento

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (11, 1-10)

Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago.

Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor.

Lo inspirará el temor del Señor.

No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.

La justicia será ceñidor de sus caderas, y la lealtad, cinturón de sus caderas.

Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor.

La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey comerá paja.

El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid.

Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar.

Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 71, 1-2, 7-8. 12-13. 17
R.
En sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
R.

En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R.

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.
R.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 21-24)

En aquella hora Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me lo ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar».

Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Palabra del Señor. 

29 noviembre 2022, martes de la 1ª semana de Adviento. Puntos de oración

Hoy se nos muestra en este evangelio aspectos importantísimos de nuestra fe. El más importante, a mi modo de ver, es qué importante es ser dócil al Espíritu Santo, dejándonos guiar por él para saber cuál es nuestra misión y para también poder recibir fuerza y consuelo en los momentos de aflicción. Al igual que la fe es un don, comprender los signos de Dios, sus tiempos, y la misión que Dios nos quiere encomendar a cada uno de nosotros, sólo son posibles desde la confianza plena en Jesús a través de la oración sincera y la obediencia serena de sus mandatos. Por eso, aquellos que son humildes y confían plenamente en el Señor, son capaces de comprender la hondura y matices de sus palabras, la sabiduría de Dios. Al mismo tiempo, cuántos cristianos no valoran el inmenso don que han recibido en su bautismo convirtiéndose en hijos de Dios, ni el regalo inmerecido de poder recibir a nuestro Señor en la eucaristía. Abramos los ojos y el corazón para confiar y abrazar a Jesús con todas nuestras fuerzas cada día. 

28 de noviembre de 2022, lunes de la 1ª semana de Adviento

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (2, 1-5)

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.

En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas.

Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán:

«Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob.

Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sion saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén».

Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas.

No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 121, 1-2. 4-5. 6-7. 8-9
R.
Vamos alegres a la casa del Señor

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
R.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
R.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz Entro de tus muros,
seguridad en tus palacios».
R.

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (8, 5-11)

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:

«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

Le contestó:

«Voy yo a curarlo».

Pero el centurión le replicó:

«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace».

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:

«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

Palabra del Señor.

28 noviembre 2022, lunes de la 1ª semana de Adviento. Puntos de oración

“Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme” (Mt 8,8)

Al comienzo de este adviento, repito con gran fe estas palabras, al igual que hizo el criado del evangelio. Pero he de reconocer que no siempre tengo esta fe que confía plenamente en ti, no siempre me acabo de fiar de tus promesas, de tu plan de salvación para mi vida. 

Aumenta mi fe, prepara mi corazón para recibirte con la confianza que mereces. En esta primera semana de adviento, hazme sencillo y confiado, al estilo de María. Ella recibió el anuncio del ángel y preparó su corazón y sus entrañas para recibir al salvador. Ella confió. Y nos enseña a cada uno a decir con ella “Fíat”, que se haga tu voluntad Señor, hoy y siempre. Preparemos el corazón para su venida, Él viene a salvarnos.

 

“Dile a quien sufre en su soledad,
no debes temer, pues el Señor tu Dios poderoso,
cuando invoques su nombre, Él te salvará.

Él vendrá y te salvará, dile al cansado que
Él pronto volverá, Él vendrá y te salvará.

Él vendrá y te salvará, alza tus ojos hoy,
Él te levantará, él vendrá y te salvará.

Dile a quien tiene herido el corazón,
no pierdas la fe, pues el Señor, tu Dios, con su gran amor,
cuando invoques su nombre, Él te salvará”.

  

26 de noviembre de 2022, sábado de la 34ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (22, 1-7)

El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, un río de agua viva, reluciente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de su plaza, a un lado y otro del río, hay un árbol de vida que da doce frutos, uno cada mes. Y las hojas del árbol sirven para la curación de las naciones. Y no habrá maldición alguna. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le darán culto. Y verán su rostro, y su nombre está sobre su frente. Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.

Y me dijo:

«Estas son palabras fieles y veraces; el Señor, Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder pronto. Mira, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras proféticas de este libro».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 94, 1-2. 3-5. 6-7
R.
Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
R.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 34-36)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.

Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

Palabra del Señor. 

26 noviembre 2022, sábado de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

El evangelio de hoy nos recuerda que esta vida no dura para siempre y que tenemos que estar preparados para el paso a la vida eterna.

Pero esto no quiere decir que tengamos que estar todo el rato pensando en si hago esto o hago aquello iré al cielo o no, me salvaré o caeré... Darse cuenta de que el cielo y el infierno no son un regalo y un castigo de Dios sino una elección nuestra, y entender que todo el que está en la Tierra está llamado a ir al Paraíso 

Tenemos que vivir sabiendo que Él tiene pensado un plan para cada uno de nosotros y un recorrido para llegar a la vida eterna, y durante ese recorrido nos daremos cuenta de que es la única manera de vivir aquí de una forma extremadamente feliz.

Sin embargo, muchas veces nos surgen tentaciones que nos desvían del camino, y es en ese momento en el que tenemos que apoyarnos en la Roca de Dios y entrar en su presencia dándole gracias por esta oportunidad que nos ha dado: LA VIDA

Él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que Él guía. 

25 de noviembre de 2022, viernes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (20, 1-4. 11-21 2)

Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una cadena grande en la mano. Sujetó al dragón, la antigua serpiente. o sea, el Diablo o Satanás, y lo encadenó por mil años; lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no extravíe a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que ser desatado por un poco de tiempo. Vi unos tronos y se sentaron sobre ellos, y se les dio el poder de juzgar; vi también las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente ni en la mano. Éstos volvieron a la vida y reinaron con Cristo mil años.

Vi un trono blanco y grande, y al que estaba sentado en él. De su presencia huyeron cielo y tierra, y no dejaron rastro. Vi a los muertos, pequeños y grandes, de pie ante el trono. Se abrieron los libros y se abrió otro libro, el de la vida. Los muertos fueron juzgados según sus obras, escritas en los libros. El mar devolvió a sus muertos, Muerte y Abismo devolvieron a sus muertos, y todos fueron juzgados según sus obras. Después, Muerte y Abismo fueron arrojados al lago de fuego - el lago de fuego es la muerte segunda -. Y si alguien no estaba escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada como una esposa que se ha adornado para su esposo.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 83, 3. 4. 5-6a y 8ª
R.
He aquí la morada de Dios entre los hombres.

Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo.
R.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.
R.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza:
caminan de baluarte en baluarte.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 29-33)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola:

«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.

Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.

En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».

Palabra del Señor. 

25 noviembre 2022, viernes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir. Puntos de oración

Estamos a punto de concluir el año litúrgico. El evangelio nos recuerda que esta vida también tiene un término. Pero el salmo nos recuerda que el cielo no será más que la continuación de esa alabanza continua que debemos realizar al Señor en la tierra. “Dichoso los que sirven en tu casa alabándote siempre”. “El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y a su prójimo, y mediante esto salvar su alma”, como diría San Ignacio. "Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá… ¡Dichosos de ellos!". El salmo nos dice también que, para esforzarnos por pasar por la puerta estrecha, debemos poner toda nuestra confianza el Señor, abandonados como niños pequeños en los brazos de su Padre.

Dios nos tiene preparado un cielo nuevo y una tierra nueva, pero debemos tratar de percibir la cercanía de ese Reino de Dios. “Sabed que está cerca el reino de Dios”. Ese reino está tan cerca que sólo nos queda la fugacidad de esta corta vida para el juicio particular y ser juzgados por la misericordia y justicia divina de Dios, dignos de ser partícipes o no de ese reino. Vivir sabiendo que nos espera un reino eterno de verdadera paz, felicidad, vida plena de felicidad y amor con Dios y el prójimo. Que nuestra Madre nos conceda la gracia de aspirar y ganar Hijos de Dios y hermanos de ese Reino de justicia y amor. 

24 de noviembre de 2022, jueves de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Santos Andrés Dung-Lac, presbítero, y compañeros, mártires

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (18, 1-2. 21-23; 19 1-3. 9a)

Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo; con gran autoridad, y la tierra se deslumbró con un resplandor. Y gritó con fuerte voz:

«Cayó, cayó la gran Babilonia. Y se ha convertido en morada de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo, en guarida de todo pájaro inmundo y abominable».

Un ángel vigoroso levantó una piedra grande como una rueda de molino y la precipitó al mar diciendo:

«Así, con este ímpetu será precipitada Babilonia, la gran ciudad, y no quedará rastro de ella. No se escuchará en ti la voz de citaristas ni músicos, de flautas y trompetas. No habrá más en ti artífices de ningún arte; y ya no se escuchará en ti el ruido del molino; ni brillará más en ti la luz de lámpara; ni se escuchará más en ti la voz del novio y de la novia, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra y con tus brujerías embaucaste a todas las naciones».

Después de esto oí en el cielo como el vocerío de una gran muchedumbre, que decía:

«Aleluya. La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos. Él ha condenado a la gran prostituta que corrompía la tierra con sus fornicaciones, y ha vengado en ella la sangre de sus siervos».

Y por segunda vez dijeron:

«Aleluya».

Y el humo de su incendio sube por los siglos de los siglos.

Y me dijo:

«Escribe: “Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero”».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 99, 2. 3. 4. 5
R.
Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre.
R.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 20-28)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.

Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.

¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!

Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.

“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por los gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.

Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.

Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.

Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor.

24 noviembre 2022, jueves de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Santos Andrés Dung-Lac, presbítero, y compañeros, mártires. Puntos de oración

Estamos a unos días de comenzar el Adviento. El Corte Inglés ha puesto las luces, papa Noel tiene sus renos a punto, y Antena 3 las uvas preparadas para las campanadas. ¡Ven Espíritu Santo, prepara nuestras vidas para acoger al Salvador!

El año sigue adelante, continuamos viviendo acontecimiento tras acontecimiento, sin demasiada conciencia de que la Jerusalén que es nuestra vida, un día, se verá sitiada por ejércitos, acercándose su destrucción. El Evangelio de hoy dibuja una situación terrible: angustia, miedo, ansiedad… 

Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

Pidamos en la oración de hoy la gracia de levantarnos, de alzar la cabeza, de despegar el corazón del polvo de la tierra… Y esto, en las puertas de la Navidad, pasa por el silencio de la noche de Belén, por aprender a adorar, por la pobreza. 

Alzar la cabeza en Navidad consiste en abajar el corazón.

23 de noviembre de 2022, miércoles de la 34ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (15, 1-4)

Yo, Juan, vi en el cielo otra signo, grande y maravilloso: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se consuma la ira de Dios.

Vi una especie de mar de vidrio mezclado con fuego; los vencedores de la bestia, de su imagen y del número de su nombre estaban de pie sobre el mar cristalino; tenían en la mano las citaras de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:

«Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos. ¿Quién no temerá y no dará gloria a tu nombre? Porque vendrán todas las naciones y se postrarán ante ti, porque tú solo eres santo y tus justas sentencias han quedado manifiestas».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 97, 1. 2-3ab. 7-8. 9
R.
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R.

Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes.
R.

Al Señor, que llega
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 12-19)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.

Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Palabra del Señor. 

23 noviembre 2022, miércoles de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Estamos entre la festividad de Cristo Rey, del pasado domingo, y el inicio del Adviento, el próximo.

Es cierto que en la vida hay contradicción, sufrimiento, tribulación… Pero de igual modo, apoyados en Jesús, estamos llamados a proclamar: “Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos. ¿Quién no temerá y no dará gloria a tu nombre?”.

En medio de nuestro quehacer diario (el dolor, la amistad, los proyectos y también de la alegría), el Señor nos muestra caminos que dan vida, siempre desde la fidelidad a sus palabras. Ojalá descubramos que todo ello debe estar presidido por su misericordia y su fidelidad. ¡Qué consuelo, alegría y ¡ENORME ESPERANZA! que sea así.

Animémonos a cantar “el cántico del cordero” (vencer a la muerte), desde integrar en nuestras vidas que, por su causa, podemos ser perseguidos, odiados, calumniados y entregados a juicios. Incluso pueden quitarnos la vida del cuerpo. Pero hasta que llegue esto, pidamos la gracia de incorporar la advertencia de Jesús: “no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro”.

Santa María, alcánzanos, como buenísima Madre, creer y aceptar que, seguir a Jesús, es estar dispuesto a dar la cara por Él, incluso a dar la vida (en lo cotidiano y en el martirio, si soy llamado). A creer que, una fidelidad creativa, tiene como premio una vida eterna en plena comunión con el Padre. 

22 de noviembre de 2022, martes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Santa Cecilia, virgen y mártir

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (14, 14-19)

Yo, Juan, miré y apareció una nube blanca; y sentado sobre la nube alguien como un Hijo de hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro y en su mano una hoz afilada. Salió otro ángel del santuario clamando con gran voz al que estaba sentado sobre la nube:

«Mete tu hoz y siega; ha llegado la hora de la siega, pues ya está seca la mies de la tierra».

El que estaba sentado encima de la nube metió su hoz sobre la tierra y la tierra quedo segada. Otro ángel salió del santuario del cielo, llevando él también una hoz afilada. Y del altar salió otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciendo:

«Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque los racimos están maduros»

El ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 95, 10. 11-12. 13
R.
Llega el Señor a regir la tierra.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
R.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.
R.

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 5-11)

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra caliza y exvotos, Jesús les dijo:

«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».

Ellos le preguntaron:

«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».

Él dijo:

«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».

Entonces les decía:

«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».

Palabra del Señor. 

22 noviembre 2022, martes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. Santa Cecilia, virgen y mártir. Puntos de oración

Varios son los temas que podemos tocar en nuestro rato de oración: Hoy es la fiesta de santa Cecilia, mujer joven que prefiere morir mártir para salvar su pureza. Además es la patrona de la música, que tanto bien ha hecho en la historia de la Iglesia y tanto bien sigue haciendo en nuestros días.

Pero vamos a fijarnos en las lecturas de hoy. Estamos a caballo de la fiesta de Cristo Rey y el próximo domingo es el primer domingo de adviento. La liturgia nos presenta estos días una visión escatológica que nos habla del final de los tiempos, pero es un hecho que el final de los tiempos puede ser mañana o también puede ser dentro de millones de años, sólo Dios lo sabe; eso sí, hay que estar preparado. Y ahí viene mi pregunta: ¿Tú estás preparado para presentarte delante de Dios? 

Te invito a hacer una pequeña reflexión: si ahora mismo tuviera lugar el fin de los tiempos, o también podrías morir y, en ambos casos, te encontraras delante del Señor, ¿estarías preparado?

Yo muchas veces me he hecho esta pregunta y todos los santos también se la han hecho. La verdad es que tengo una enorme confianza en el Señor y tengo toda mi esperanza puesta en Él: Cuando tú quieras Señor y como tú quieras. Confiar en Jesús es siempre esencial y por eso no estaría nada mal preparar una buena confesión en estos días.

Esa bienvenida que damos a Cristo Rey se entremezcla con esa llamada de adviento: Ven Señor Jesús. Maranatha, ven Señor Jesús. Ahueca tu espíritu y prepara tu corazón. Que pocos le piden a Jesús hoy que venga, por eso pídeselo tú con todas tus fuerzas; mira al sagrario y dile Ven Señor Jesús. 

21 de noviembre de 2022, lunes. Presentación de la Bienaventurada Virgen María

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (14, 1-3. 4b-5)

Yo, Juan, miré y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabado en la frente su nombre y el nombre de su Padre. Oí también como una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un trueno poderoso; y la voz que escuché era como de citaristas que tañían sus citaras.

Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya. Estos fueron rescatados como primicias de los hombres para Dios y el Cordero. En su boca no se hallo mentira: son intachables

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
R.
Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos.
R.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 1-4)

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:

«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor. 

21 noviembre 2022, lunes. Presentación de la Bienaventurada Virgen María. Puntos de oración

1.     Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya. Estos fueron rescatados como primicias de los hombres para Dios y el Cordero. En su boca no se halló mentira: son intachables (Ap 14, 1).

Gracias, Señor, por invitarme a seguir al Cordero, por elegirme, por rescatarme, por primerearme, para ser tuyo, de una pieza, sin doblez, como Tú, verdadero, caminante, lleno de vida.

2.     Esta es la generación que busca tu rostro, Señor. ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón (Sal 23, 1)

Quiero ser, mi Dios, de los tuyos, de los que buscan y buscan tu rostro, de los que se quieren mantener con las “manos inocentes y el corazón puro”. Y si, por desgracia, caigo, que te siga buscando para encontrarte y encontrarte para seguir buscándote en tu perdón, en tu misericordia, en tu palabra de aliento: “¡joven, levántate!”, sigue adelante, no te canses nunca de estar buscando y encontrando siempre. 

3.     Estad en vela y preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. (Mt 24, 42) Aleluya.

¡Qué alegría cantar este texto en el aleluya! Siempre en vela, con las maletas hechas, con la puerta de mi corazón abierta para recibirte.

4.     En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque ha echado todo lo que tenía para vivir. (Lc 21, 1)

Sí, Señor, basta ya de dar de lo que me sobra, de las migajas, chatarra, ropa usada, quiero ser como la viuda: dar lo mejor, darlo todo, la ropa de estreno, lo que necesito. La medida del amor es amar sin medida, como Tú nos muestras en la cruz, en el sagrario.

5.      Fiesta de la Presentación de María

¡Qué gozo vivir esta entrañable fiesta de María en la que contemplamos a Nuestra Madre entregarse de lleno al Señor! ¡Con qué emoción nos compartía el P. Morales la actitud de María: ¡Toda de Dios, siempre de Dios!:

Es todavía una niña. La Virgen sube temblorosa, pero decidida, la escalinata del Templo. Es en Jerusalén una mañana deliciosa. La Virgencita con menos de cinco años, recién llegada de la aldea, divisa con asombro la maravillosa construcción. Pero su corazón, ardiendo en amor, sólo piensa en Dios... El Padre de los cielos contempla esta Niña prodigiosa que se distancia del mundo para pertenecer a Él sólo. Con alegría inefable, la ve subiendo las gradas del Templo. Es la llena de gracia. Será la Madre del Verbo Encarnado...Tuya soy, para Ti nací, ¿qué quieres Señor de mí?

La Iglesia acaba de celebrar el pasado 15 de mayo del presente año 2022 la canonización de la fundadora de la Congregación de la Presentación de María, Anne Marie Rivier (1768-1838), quien le tocó vivir en plena Revolución Francesa y su determinación y confianza en Dios la llevaron a recuperarse completamente, llegando a fundar 141 casas y recibir más de 350 hermanas para su misión. 

20 noviembre 2022, domingo. Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (5, 1-3)

En aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en Hebrón y le dijeron:

«Hueso tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú el que dirigía las salidas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor te ha dicho: “Tú pastorearás mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”».

Los ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza con ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de Israel.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial
Sal 121, 1-2. 4-5
R.
Vamos alegres a la casa del Señor.

Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
R.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
R.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1, 12-20)

Hermanos:

Damos gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.

Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.

Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.

Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.

Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (23, 35-43)

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo:

«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:

«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

Había también por encima de él un letrero:

«Este es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:

«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:

«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».

Y decía:

«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

Jesús le dijo:

«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Palabra del Señor. 

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