El evangelio de hoy nos recuerda que esta vida no dura para siempre y
que tenemos que estar preparados para el paso a la vida eterna.
Pero esto no quiere decir que tengamos que estar todo el rato pensando
en si hago esto o hago aquello iré al cielo o no, me salvaré o caeré... Darse
cuenta de que el cielo y el infierno no son un regalo y un castigo de Dios sino
una elección nuestra, y entender que todo el que está en la Tierra está llamado
a ir al Paraíso
Tenemos que vivir sabiendo que Él tiene pensado un plan para cada uno de
nosotros y un recorrido para llegar a la vida eterna, y durante ese recorrido
nos daremos cuenta de que es la única manera de vivir aquí de una forma
extremadamente feliz.
Sin embargo, muchas veces nos surgen tentaciones que nos desvían del
camino, y es en ese momento en el que tenemos que apoyarnos en la Roca de Dios
y entrar en su presencia dándole gracias por esta oportunidad que nos ha dado:
LA VIDA
Él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que Él guía.