18 noviembre 2022, viernes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La primera lectura de hoy nos presenta la contradicción que a veces ofrece la Palabra de Dios: “te amargará en el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel”. 

El salmista realza la segunda parte, mientras que el evangelio… Según a quién le preguntes. A algunos les resultará amargo (“que escena tan desagradable, ¿dónde está el Jesús misericordioso?”)  a otros dulcísimo (“esto es lo que hace falta: las cosas claras”). Cada uno tendrá que ponerse a la escucha de este texto.

Jesús no se esconde y, ante este gesto, sus enemigos deciden acabar con Él. Vemos cómo la fe madura es firme, no tiembla, no se hace pequeñita ante las dificultades, sino que se agiganta. El amor nos da el carácter auténtico que a veces perdemos por reducir nuestra fe a una cuestión teórica. Y el amor de Jesús al Padre y al lugar en que recibe culto le lleva a actuar con una fuerza que nos sigue sorprendiendo. El Espíritu Santo nos alcanza también a nosotros, cuando vivimos movidos por el amor, la fortaleza necesaria para ser testigos de la fe en Cristo muerto y resucitado, para que no hagamos un “licuado de fe” (Papa Francisco) que haga perder todo el vigor a nuestro testimonio. 

Archivo del blog