1 de marzo de 2022, martes de la 8ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1,10-16)

Queridos hermanos:

Sobre la salvación de las almas estuvieron explorando e indagando los profetas que profetizaron sobre la gracia destinada a vosotros tratando de averiguar a quién y a qué momento apuntaba el Espíritu de Cristo que había en ellos cuando atestiguaba por anticipado la pasión del Mesías y su consiguiente glorificación.

Y se les reveló que no era en beneficio propio, sino en el vuestro por lo que administraban estas cosas que ahora os anuncian quienes os proclaman el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo enviado desde el cielo.

Son cosas que los ángeles desean contemplar.

Por eso, ceñidos los lomos de vuestra mente y, manteniéndoos sobrios, confiad plenamente en la gracia que se os dará en la revelación de Jesucristo.

Como hijos obedientes, no os amoldéis a las aspiraciones que teníais antes, en los días de vuestra ignorancia.

Al contrario, lo mismo que es santo el que os llamó, sed santos también vosotros en toda vuestra conducta, porque está escrito: «Seréis santos, porque yo soy santos».

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3c
R. El Señor da a conocer su salvación.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (10, 28-31)

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús:

«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».

Jesús dijo:

«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».

Palabra del Señor.

1 marzo 2022, martes de la 8ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

En vísperas de la cuaresma escuchamos esta exhortación de san Pedro a la santidad que toma del Antiguo Testamento y que tiene su paralelo en los evangelios: sed perfectos o misericordiosos como vuestro Padre lo es. La santidad es fruto de la salvación realizada por Jesucristo y que se nos concede por gracia; la Iglesia predica este evangelio para nosotros llamados a dar testimonio.

Pedro le pregunta a Jesús por lo que recibirán por haberle seguido y Jesús no se queda corto: cien veces mas le promete, pero con persecuciones y la vida eterna.

Vivamos pues esta cuaresma dejando de lado aquello que nos estorba y viviendo la conversión cristiana con la ayuda del Espíritu Santo, Espíritu de Cristo, que no dejará de inspirarnos como ha hecho siempre, ya a los profetas, ya a los evangelizadores, ya a nosotros.

28 de febrero de 2022, lunes de la 8ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1, 3-9)

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.

Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 110, 1b-2. 5-6.9 y 10c
R.
El Señor recuerda siempre su alianza.

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
R.

Él da alimento a los que lo temen
recordando siempre su alianza.
Mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,
dándoles la heredad de los gentiles.
R.

Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza.
Su nombre es sagrado y temible.
La alabanza del Señor dura por siempre.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (10, 17-27)

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó:

«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó:

«Maestro, todo eso lo he cumplido desde juventud».

Jesús se le quedó mirándolo, lo amó y le dijo:

«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

«¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!»

Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió:

«Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban:

«Entonces, ¿quién puede salvarse?»

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

Palabra del Señor.

28 febrero 2022, lunes de la 8ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

1. Dios nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo (1 Pe 1)

¡Qué contundente san Pablo! Ven, Espíritu Santo, dame tu luz para saborear, entender, vivir esta gozosa realidad. En un mundo que todo es relativo, que mucho huele a podrido, corrupción, amenazado de muerte, nuestro Padre Dios nos hace renacer, nos brinda una esperanza cierta, viva, nos da en herencia la felicidad que no se acaba. ¡Al fin, felices sin fin!

2. Doy gracias al Señor de todo corazón. Él envió la redención a su pueblo, promulgó su alianza para siempre: Su Nombre es santo (Salmo 111)

Y el salmo nos invita a darle gracias de todo corazón. ¡Cuántos motivos como recordamos en la meditación para alcanzar amor! Pero, sobre todo, por su redención, por promulgar una alianza eterna, por compartirnos que en un mundo de pecado “su Nombre es santo” y yo estoy llamado a serlo también. 

3. Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme (Mc 10, 17)

Me conmueve pensar que Jesús era un joven de 30 años cuando mira al joven con amor, lo “escanea” a color, en 3D, el joven se siente amado, convocado y lanzado a vaciarse de sí para entregarlo a los pobres más pobres y dejar espacio en su corazón para ser llenado por la gracia, el tesoro del cielo. Y no queda otra, el después ya está ganado, seguirle, vivir con Él y en Él. 

¡Santa María, Madre de los pobres, los humildes y sencillos, totus tuus! San José, con el eco de tu año y en tu mes de marzo, ponme con Jesús, hazme entrar en tan grata compañía. ¡Santa Cuaresma!

27 de febrero de 2022, domingo de la 8ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico (27, 4-7)

Cuando se agita la criba, quedan los desechos; así, cuando la persona habla, se descubren sus defectos.

El horno prueba las vasijas del alfarero, y la persona es probada en su conversación.

El fruto revela el cultivo del árbol, así la palabra revela el corazón de la persona.

No elogies a nadie antes de oírlo hablar, porque ahí es donde se prueba una persona.

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 91, 2-3. 13-14. 15-16
R.
Es bueno darte gracias, Señor.

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo;
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad.
R.

El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios.
R.

En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
mi Roca, en quien no existe la maldad.
R.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15, 54-58)

Hermanos:

Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita:

«La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».

El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado es la Ley.

¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!

De modo que, hermanos míos queridos, manteneos firmes e inconmovibles.

Entregaos siempre sin reservas a la obra del Señor, convencidos de que vuestro esfuerzo no será vano en el Señor.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 39-45)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:

«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Pues no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón habla la boca».

Palabra del Señor.

27 febrero 2022, domingo de la 8ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Para conocer a las personas, la primera lectura (Eclesiástico) señala tres criterios: el de la criba, el del horno y el del fruto, para señalar que la bondad o la maldad de los hombres se reflejan en sus reflexiones, en sus palabras y en sus obras. Aún con todo, el interior de la persona es un santuario que sólo Dios y ella conocen. Toda persona se merece nuestro respeto.

San Pablo (segunda lectura) sabe que nuestra transformación a imagen del Señor Jesús ya ha comenzado, aunque no ha llegado a desarrollar todas las virtualidades que contiene en sí. Lo importante está en la seguridad de la victoria. Aun siendo algo futuro, Pablo emplea un pasado: “la muerte ya ha sido absorbida por la victoria”. Es un enemigo herido, precisamente, de muerte, aunque todavía no haya desaparecido del todo. Saber esperar en el Señor.

El Evangelio nos interpela para saber qué llevamos dentro, qué criterios y qué actitudes de fondo nos mueven a actuar. Si lo que llevamos dentro es "tesoro de bondad", lo que aflorará serán frutos de bondad, porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.

Podemos orar el Magnificat de la Virgen, nuestra Madre, y pedirle a Ella que nos una a Cristo, nuestro Camino, Verdad y Vida.

26 de febrero de 2022, sábado de la 7ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (5, 13-20)

Queridos hermanos:

¿Está sufriendo alguno de vosotros? Rece. ¿Está contento? Cante. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que recen por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración hecha con fe salvará al enfermo y el Señor lo restablecerá; y si hubiera cometido algún pecado, le será perdonado.

Por tanto, confesaos mutuamente los pecados y rezad unos por otros para que os curéis: mucho puede la oración insistente del justo.

Elías era semejante a nosotros e el sufrimiento, y rezó insistentemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Volvió a rezar, y el cielo dio la lluvia y la tierra produjo su fruto.

Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo convierte, sepa que quien convierte a un pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 140, 1b-2. 3 y 8
R. Suba, Señor, mi oración como incienso en tu presencia.

Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
R.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
Señor Dios, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (10, 13-16)

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.

Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:

«Dejad que los niños se acerquen a mi: no se lo impidáis; pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».

Y tomándoles en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor. 

26 febrero 2022, sábado de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La primera lectura y el salmo nos hablan, principalmente, de la oración y la plegaria. El pasaje evangélico de hoy el conocido: “si no sois como niños…” Ofrezco algunas conclusiones que puedan orientar nuestra oración uniendo toda la liturgia de la Palabra.

- La oración persigue la salvación. En última instancia la oración de los hombres no puede ser diferente a la voluntad de Dios: “que todos los hombres se salven”. No es solamente perdón de los pecados, sino verdadera comunión con Dios.

- La niñez espiritual (que no infantilismo) ofrece las actitudes correctas del orante:

El niño todo lo recibe. Pedir como si ya lo hubiéramos recibido todo. Pedir sabiendo que todo es gracia El niño es un abandonado en brazos de su madre.

El niño es humilde. La oración es ajena a la soberbia y a la exigencia. Pedir con confianza es diferente es diferente a pedir con exigencia. El humilde sabe que nada puede y la confianza nos permite saber que contamos con Quien sí puede

- La liturgia como fuente y culmen de la vida cristiana (en estas lecturas podemos ver varios signos y símbolos de la liturgia). En ella, la Iglesia pide en comunión al Padre. No somos protestantes, nuestra oración no es ajena a todos los bautizados y a la oración de toda la Iglesia. Nuestra oración personal, la presencia de Dios continua durante el día es prolongación y está subordinada a la oración de toda nuestra Madre la Iglesia.

Unámonos en este rato. Feliz oración. 

25 febrero 2022, viernes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la Carta del apóstol Santiago (5, 9-12)

Hermanos, no os quejéis, unos de otros, para que no seáis condenados; mirad: el juez está ya a las puertas.

Hermanos, tomad como modelo de resistencia y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor; mirad: nosotros proclamamos dichosos a los que tuvieron paciencia.

Habéis oído hablar de la paciencia de Job y ya sabéis el final que le concedió el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso.

Y, sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni hagáis otro tipo de juramento; que vuestro sí sea sí y vuestro no, no, para que no caigáis bajo condena.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 102, 1b-2. 3-4. 8-9. 11-12
R.
El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
R.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
R.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo.
R.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (10, 1-12)

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordanía; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según su costumbre les enseñaba.

Acercándose unos fariseos, le preguntaron para ponerlo a prueba:

«¿Le es licito al hombre repudiar a su mujer?».

Él les replicó:

«¿Qué os ha mandado Moisés?».

Contestaron:

«Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla».

Jesús les dijo:

«Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.

De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.

Él les dijo:

«Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Palabra del Señor.

25 febrero 2022, viernes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Es necesario comenzar nuestra oración de hoy rezando por la paz en el mundo y de una forma especial en Ucrania. ¿Cuántos inocentes van a sufrir inmensamente por culpa de este nuevo conflicto? La oración, que lo puede todo, conseguirá que esto pare y que la paz reine de nuevo en nuestra querida Europa.

El texto del evangelio de hoy es claro y la verdad es que Jesús tuvo que armarse de mucha fuerza, porque contradecía el sentir general de la época. Destaca la total igualdad entre el hombre y la mujer y el valor tan importante que tiene el matrimonio. Hoy en día muchas culturas ponen en tela de juicio esta igualdad y el papel de la mujer sigue siendo relegado y reducido. Por otra parte, la idea que la Iglesia tiene sobre el matrimonio no para de ser atacada; lo cierto es que Jesús es claro en este texto y el que lo quiera interpretar de otra manera no está siendo fiel al mensaje del Evangelio.

Pidamos para que este mensaje se mantenga firme y luchemos para que el divorcio, el aborto, la eutanasia y demás lacras que sacuden nuestro mundo desaparezcan y el mensaje cristiano del evangelio se extienda por todo el mundo. Mientras tanto nosotros seamos fieles.

En el cristianismo, después de Jesucristo Dios y hombre, la persona más querida, más venerada, más ensalzada es una mujer: la virgen María. Pidámosle a la Madre por nuestro mundo, por la familia, por la dignidad de la mujer, por los niños que mueren antes de nacer, por los ancianos y enfermos que son asesinados.

Madre bendita apiádate y ruega por nosotros.

24 de febrero de 2022, jueves de la 7ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (5, 1-6)

Atención, ahora, los ricos: llorad a gritos por las desgracias que se os vienen encima.

Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos se han apolillado. Vuestro oro y vuestra plata están oxidados y su herrumbre se convertirá en testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego.

¡Habéis acumulado riqueza... en los últimos días!

Mirad, el jornal de los obreros que segaron vuestros campos, el que vosotros habéis retenido, está gritando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor del universo.

Habéis vivido con lujo sobre la tierra y os habéis dado a la gran vida, habéis cebado vuestros corazones para el día de la matanza. Habéis condenado, habéis asesinado al inocente, el cual nos os ofrece resistencia.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 48, 14-15ab. 15cde-16. 17-18. 19-20
R.
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Este es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor.
R.

Bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura,
y el abismo es su casa.
Pero a mí, Dios me salva,
me arranca de las garras del abismo.
R.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
R.

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con la generación de sus padres,
que no verán nunca la luz.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 41-50)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«El que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.

Y, si tu pie te induce a pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna”.

Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros».

Palabra del Señor.

24 febrero 2022, jueves de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.

La idea principal sobre la que te invito a orar hoy es la pobreza de espíritu. Lo repetimos en el salmo: “bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos”. La pobreza de espíritu evoca la profunda humildad, a imitación de Cristo. El rico que acumula riquezas y cree que con ellas tendrá la vida resuelta, se verá arrastrado por las mismas a la “gehenna”. Porque esas riquezas le arrebatan su libertad (la de los hijos de Dios) y le esclavizan, llevándole a la infelicidad, porque nada le deja saciado. En cambio, el humilde y pobre en el espíritu no acumula riquezas y es libre. Y si consigue riquezas, las reparte porque su vida no está enfocada en sí mismo sino en el amor y la misericordia con el hermano. Por eso, bienaventurados, ¡felices!, los sencillos, humildes y pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

Reflexiona y medita en la presencia del Señor, ¿cómo estoy yo en cuanto a mi humildad y mi pobreza espiritual? ¿Dónde pongo el foco en mi vida? ¿De mi mismo (acumulo riquezas para mi) o en los demás (siendo sal para los que me rodean)?

Te invito a que te encomiendes a nuestra Madre. Ella es la intercesora del hombre y nos conduce a lo que Dios quiere.

23 de febrero de 2022, miércoles de la 7ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (4, 13-17)

Queridos hermanos:

Atención, ahora lo que decís: “Hoy o mañana iremos a tal ciudad y allí pasaremos un año, hacemos negocio y ganaremos dinero”. ¡Si ni siquiera sabéis qué será del día de mañana! ¿Qué es vuestra vida? Pues sois vapor que aparece un instante y después desaparece.

Más bien deberíais decir: «Si el Señor quiere y estamos vivos, haremos esto o lo otro».

Sin embargo, ahora presumís con vuestras fanfarronerías, todo alarde de ese estilo es malo.

Por tanto, el que sabe cómo hacer en bien y no lo hace, ese está pecando.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 48, 2-3. 6-8. 9-10. 11
R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Oíd esto, todas las naciones;
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles,
ricos y pobres.
R.

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?
R.

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.
R.

Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 38-40)

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:

«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».

Jesús respondió:

«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro».

Palabra del Señor. 

23 febrero 2022, miércoles de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

¿Conmigo o contra mí? Cuántas veces nos colocamos en esta posición respecto el prójimo…, y sin embargo, siempre es otro pobre como yo, que hace lo que puede, y tantas veces se equivoca…

Dice Jesús: el que no está contra nosotros, está a favor nuestro. El único que está contra nosotros, es el Enemigo de la natura humana. Él es quien nos odia, quien nos enreda, y quien nos enfrenta, buscando nuestra perdición. No el prójimo, no el rostro y el nombre concreto con el que choco, al que me cuesta aceptar, el que hace las cosas de modo diferente a mí. Ese no está en contra, sino que juega en mí mismo equipo: el de los pobres, necesitados de salvación. 

Pedir en esta oración, mirar como Jesús miraba, con una mirada que no ve enemigos, sino aliados, personas solidarias con nuestra propia pobreza (hasta el punto de compartirla). 

Encontrarse con una mirada que no juzga, que acepta, que recupera y nos eleva en dignidad, es el motor de cambio para que cambie nuestra propia mirada hacia el prójimo. 

Señor, no nos dejes en nuestra mirada partidista, que divide en buenos y malos, los nuestros y los otros, y concédenos el don de la comunión, que nace de la experiencia de sabernos rescatados por tu Amor. 

(Permanecer en silencio bajo Su mirada reparadora, acogedora, misericordiosa). 

22 de febrero de 2022, martes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Cátedra de San Pedro, apóstol

Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (5, 1-4)

Queridos hermanos:

A los presbíteros entre vosotros, yo, presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo y participe de la gloria que va a revelar, os exhorto: pastoread el rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, mirad por él, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con entrega generosa; no como déspotas con quienes os ha tocado en suerte, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño.

Y, cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la corona inmarcesible de la gloría.

Palabra del Señor

Salmo responsorial
Sal 22, 1-3. 4. 5. 6
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara, mis fuerzas.
R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada terno, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (16, 13-19)

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo»

Jesús le respondió:

«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

Palabra del Señor.

22 febrero 2022, martes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Cátedra de San Pedro, apóstol. Puntos de oración

Qué importante es el orden de las preguntas. A veces no encontramos solución a los problemas porque no hacemos una pregunta adecuada que nos permita dar con una respuesta satisfactoria. Y esto, se comprende bien a la luz del evangelio de hoy, en el que Jesús hace dos preguntas a sus discípulos.

Con poca perspectiva podríamos quedarnos en la primera, que nos lleva al comodísimo lugar en que la teoría, la reflexión vacía y las excusas nos impiden actuar. Empezar a pensar quién es Jesús para la gente. Y en base a opiniones, datos demoscópicos y encuestas planteamos la manera de abordar la evangelización de este mundo en base a sus propios parámetros, como si fuésemos comerciales que venden aspiradoras puerta por puerta con una estrategia perfiladísima. 

Pero no. La pregunta realmente importante es ¿quién es Jesús para mí? Porque si es el centro de mi vida lo transmitiré casi sin querer, lo contagiaré, tendré ganas de hablar de él y de su amor. Pidamos hoy a Jesús que nos robe el corazón, que nos conquiste, que nos enamore de verdad.

21 de febrero de 2022, lunes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (3, 13-18)

Queridos hermanos:

¿Quién de vosotros es sabio y experto? Que muestre sus obras como fruto de la buena conducta, con la delicadeza propia de la sabiduría.

Pero si en vuestro corazón tenéis envidia amarga y rivalidad, no presumáis, mintiendo contra la verdad.

Esa no es la sabiduría que baja de lo alto, sino la terrena, animal y diabólica.

Pues donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencia y todo tipo de malas acciones.

En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, intachable, y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera.

El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 15
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes.
R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
R.

El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.
R.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 14-29)

En aquel tiempo, Jesús y los tres discípulos bajaron del monte y volvieron a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos.

Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó:

«¿De qué discutís?».

Uno le contestó:

«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no lo deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces».

Él, tomando la palabra, les dice:

«¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo».

Se lo llevaron.

El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; este cayó por tierra y se revolcaba echando espumarajos.

Jesús preguntó al padre:

«¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?».

Contestó él:

«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos».

Jesús replicó:

«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe».

Entonces el padre del muchacho se puso a gritar:

«Creo, pero ayuda mi falta de fe».

Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo:

«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: sal de él y no vuelvas a entrar en él».

Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió.

El niño se quedó como un cadáver, de modo que muchos decían que estaba muerto.

Pero Jesús lo levantó cogiéndolo de la mano y el niño se puso en pie.

Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas:

«¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?».

Él les respondió:

«Esta especie sólo puede salir con oración».

Palabra del Señor. 

21 febrero 2022, lunes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

En este momento de oración acudo al Señor para poder reposar a su regazo. Él es mi alegría y, como reza el salmo, descubro que su ley es perfecta y descanso del alma.

Hoy es un día para pedirle la verdadera sabiduría y me conceda este don, para poder ser misericordioso con mis hermanos, como Dios lo ha sido conmigo, y me ayude a trabajar por la paz. ¿Trato de ser imparcial y sincero, comprensivo con todos?

Muchas veces el mundo nos invita a lo contrario y a no tener una visión de fe. El mismo Cristo nos lo dice: “todo es posible al que tiene fe”. Puede ser que me vea débil, y grite como el padre de ese niño con un espíritu que no le deja hablar: “creo, pero ayuda mi falta de fe”. Por eso, Él nos insiste, como a sus discípulos, en que hagamos oración. Ellos se extrañan de que no fueran capaces de expulsar a ese demonio del niño e, incluso, son recriminados por el Señor: “¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?” Y es que esa especie de demonios solo puede salir con oración.

Que descubra el poder de mi oración. Si soy fiel a ella, a pesar de mis distracciones, mis tropiezos, mis miserias…, y acudo con fe, podré ver grandes cosas en mi vida, pues la acción de Dios es maravillosa si le dejo actuar en mí. Como en Caná, que escuche y ponga en práctica lo que entonces dijo María de su Hijo: “Haced lo que Él os diga”. 

20 febrero 2022, domingo de la 7ª semana de Tiempo Ordinario

Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (26, 2 7-9. 12-13. 22-23)

En aquellos días, Saúl emprendió la bajada al desierto de Zif, llevando tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David allí.

David y Abisay llegaron de noche junto a la tropa. Saúl dormía acostado en el cercado, con la lanza hincada en tierra a la cabecera. Abner y la tropa dormían en torno a él.

Abisay dijo a David:

«Dios pone hoy al enemigo en tu mano. Déjame que lo clave de un golpe con la lanza en la tierra. No tendré que repetir».

David respondió:

«No acabes con él, pues ¿quién ha extendido su mano contra el ungido del Señor y ha quedado impune?».

David cogió la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl, y se marcharon. Nadie los vio, ni se dio cuenta, ni se despertó. Todos dormían, porque el Señor había hecho caer sobre ellos un sueño profundo.

David cruzó al otro lado y se puso en pie sobre la cima de la montaña, lejos, manteniendo una gran distancia entre ellos, y gritó: «Aquí está la lanza del rey. Venga por ella uno de sus servidores. Y que el Señor pague a cada uno según su justicia y su fidelidad. Él te ha entregado hoy en mi poder, pero yo no he querido extender mi mano contra el ungido del Señor».

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 102, 1bc-2. 3-4. 8 y 10. 12-13
R. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
R.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
R.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
R.

Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen.
R.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15, 45-49)

Hermanos:

El primer hombre, Adán, se convirtió en ser viviente. El último Adán, en espíritu vivificante.

Pero no fue primero lo espiritual, sino primero lo material y después lo espiritual.

El primer hombre, que proviene de la tierra, es terrenal; el segundo hombre es del cielo.

Como el hombre terrenal, así son los de la tierra; como el celestial, así son los del cielo. Y lo mismo que hemos llevado la imagen del hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 27-38)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.

Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros».

Palabra del Señor.

 

 

 

 

  

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