28 febrero 2022, lunes de la 8ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

1. Dios nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo (1 Pe 1)

¡Qué contundente san Pablo! Ven, Espíritu Santo, dame tu luz para saborear, entender, vivir esta gozosa realidad. En un mundo que todo es relativo, que mucho huele a podrido, corrupción, amenazado de muerte, nuestro Padre Dios nos hace renacer, nos brinda una esperanza cierta, viva, nos da en herencia la felicidad que no se acaba. ¡Al fin, felices sin fin!

2. Doy gracias al Señor de todo corazón. Él envió la redención a su pueblo, promulgó su alianza para siempre: Su Nombre es santo (Salmo 111)

Y el salmo nos invita a darle gracias de todo corazón. ¡Cuántos motivos como recordamos en la meditación para alcanzar amor! Pero, sobre todo, por su redención, por promulgar una alianza eterna, por compartirnos que en un mundo de pecado “su Nombre es santo” y yo estoy llamado a serlo también. 

3. Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme (Mc 10, 17)

Me conmueve pensar que Jesús era un joven de 30 años cuando mira al joven con amor, lo “escanea” a color, en 3D, el joven se siente amado, convocado y lanzado a vaciarse de sí para entregarlo a los pobres más pobres y dejar espacio en su corazón para ser llenado por la gracia, el tesoro del cielo. Y no queda otra, el después ya está ganado, seguirle, vivir con Él y en Él. 

¡Santa María, Madre de los pobres, los humildes y sencillos, totus tuus! San José, con el eco de tu año y en tu mes de marzo, ponme con Jesús, hazme entrar en tan grata compañía. ¡Santa Cuaresma!

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