4 febrero 2022, viernes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

David, “escogido”, “elegido”, “ungido”, era aquel muchacho que esperaba sólo de Dios la victoria. ¿Y yo?, ¿invoco al Señor Altísimo? Fue el “escogido” por Dios. Dios toma la iniciativa, Dios escoge. Te escoge. ¿Sé yo responder, corresponder? Todo cristiano es “otro Cristo”. 

David, Juan, los doce, tú, yo: elegidos y enviados. Con todas las consecuencias. Es de locos. Juan Bautista es humana y aparentemente el fracaso; en él vemos el ambiente dramático de la misión. 

“Decían…” Y yo, ¿qué es lo que digo de Jesús? Para mí, ¿quién eres Tú, Señor? ¡La pregunta sobre Cristo sigue siendo actual hoy también! 

Recientemente, unos jóvenes decían a su consiliario que no llegaban a creer que "Jesús fuese Dios". ¡Esto no es nuevo! Señor, danos la Fe. Señor, aun en medio de nuestras dudas; conserva nuestras mentes disponibles y abiertas a nuevos y más profundos descubrimientos. ¡Revélate!

Pero para ello se precisa una lenta, frecuente y perseverante relación. Una vida fundamentada en la oración. Una enamorada no descubre en un solo día las cualidades de la persona amada. 

¿Cuánto tiempo paso cada día con Cristo? ¿Por qué me extraña pues que te conozca tan poco? 

Los primeros lectores de Marcos, en Roma, vivían también en la persecución. Es la Pasión redentora que ha comenzado, y que prosigue hoy. ¡Y de qué manera! 

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