19 noviembre 2022, sábado de la 33ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Iniciamos la oración con la que nos propone san Ignacio en los Ejercicios: “que todas mis intenciones, acciones y operaciones, sean ordenadas puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad”.

A lo largo de este mes de noviembre, la liturgia nos recuerda la realidad de la muerte por la que tenemos que pasar todas las personas. El Evangelio de hoy fortalece nuestra fe en la resurrección. Y el Señor, en este texto de san Lucas, nos da una catequesis sobre la resurrección de los muertos. Esta realidad de muerte y resurrección aparece en el Credo como fundamento de nuestra fe, que repetimos todos los Domingo en la Eucaristía.

En este texto Jesús contesta a unos saduceos que no creían en la resurrección: … Pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos… pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección… No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos”.

Recuerdo el título de un libro: “Nacemos para no morir nunca”.  Cuando muere la madre de tres niños, dos de ellos viven solamente unos minutos. Cuando ella muere de cáncer a los 28 años, unos meses después, en su tumba quiso que se pusiera: “Lo importante en la vida no es hacer algo, sino nacer y dejarse amar”.  Su nombre es Chiara Corbella, en proceso de beatificación.

Por tanto, como decía su marido: “Nacemos para no morir nunca”. Esto es lo que recordamos cada vez que recitamos el Credo.

Que Santa María aliente cada día nuestra fe: Espero la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro. Amén”. 

Archivo del blog