28 enero 2023, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

La fe es seguridad de lo que se espera
y prueba de lo que no se ve (Hb  11, 1)
 
“Hasta el viento y el mar le obedecen” (Mc 4,40)

En nuestra vida cotidiana vivimos situaciones en las que podemos experimentar paz y tranquilidad. Pero en otros momentos parece que todo se nos tambalea y podemos sentirnos confusos o preocupados ante determinadas circunstancias que cuestionan nuestra situación más vital. 

El evangelio de hoy nos invita a contemplar una situación extrema de Jesús a través de una descripción que nos hace palpar y ver las imágenes del lugar como si estuviésemos en la barca con los discípulos. Contemplamos una situación dominada por la tormenta y el vaivén de la barca por las olas, al mismo tiempo que un miedo atroz por los posibles efectos de una intensa tormenta. 

Y ante este panorama, Jesús dormía. Poco después escuchamos sus palabras llenas de autoridad: «¡Silencio, enmudece!», y de inmediato desaparece el peligro y el miedo entre los discípulos.

El milagro de la tempestad calmada nos da la oportunidad de reconocer que el Señor es Dios, nos invita a poner en juego nuestra fe en Él. Esa fe que es seguridad de lo que se espera y prueba de lo que no se ve.

Hoy en mi oración me planteo: ¿cómo es mi fe? ¿Es una fe anclada en las vivencias de niño y joven o una fe madura? ¿Es una fe plenamente confiada en la providencia de un Dios que nos ama con locura?

Señor aumenta mi fe, para que nunca dude de tu amor incondicional. Que esta certeza colme de sentido cada momento del día y me haga irradiar ese amor incondicional a todos los que hoy me encuentre en mi camino.

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