20 enero 2023, viernes de la 2ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Jesús, con sus discípulos, se retiró hacia la ribera del lago. Cada momento de oración nos mete en esta atmósfera de intimidad y encuentro. 

Eso sí, sin dejar de lado el encuentro con todos. Le buscan. Buscarle es nuestra tarea siempre pendiente. Buscarle, escuchar su palabra, abrir el corazón… Es lo que debo vivir en la oración. ¿Cómo es la apertura de mi corazón? 

Oyendo lo que hacía, acudían a Él. Jesús, apretujado por la muchedumbre entusiasmada. Estas muchedumbres se volverán un día contra Él. ¡Qué misterio!

Se le echaban encima para tocarle. Lo que vienen a buscar junto a Él es su curación. Jesús es el salvador. Cuando suframos el mal, acudamos así a Él, con toda confianza.

Los espíritus impuros al verle se prosternaban y "gritaban" diciendo: “tú eres el Hijo de Dios”. Él, con autoridad, les mandaba callar. Consigna del silencio. Jesús rehúsa el triunfo y la popularidad, que son tan ambiguos. Si nos envuelve el orgullo, recordemos: el bien no hace ruido, ni el ruido hace bien. 

Lo que importa es llegar a confesar, con toda el alma y todo el corazón, que Jesús es el Hijo de Dios. ¿Mi oración me lleva a confesarlo también con mi vida?

Hoy, Señor, también te reconozco y me lleno de gozo por ello: Tú eres mi Dios y mi todo. En Dios confío y no temo.

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