Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu
Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.
El Evangelio del día de hoy nos relata cómo el Señor pregunta
íntimamente a sus discípulos, hasta qué punto le conocen. “¿Y vosotros, quién
decís que soy yo?”. Pedro le responde: “tú eres el Mesías”.
Haz oración de contemplación, imagina la escena, tú estás allí como uno
más de los discípulos. Cuando Jesús habla, lo hace directamente a lo más
profundo del hombre, lo hace al corazón, y sus palabras son misericordia. Jesús
te interpela a ti también: ¿y tú, quién dices que soy yo?, ¿me conoces?, ¿hasta
qué punto me amas?
Te invito a que te encomiendes a nuestra Madre y que durante el día de hoy medites sobre esa pregunta que Jesús te hace. Llévalo también al examen de conciencia que hagas al final del día. ¿Conozco al Señor?, ¿qué puedo hacer para conocerle más?, ¿le amo?, ¿me dejo amar por Él?