*Primera lectura: Los proyectos de Dios son siempre salvadores, de vida y
renovación. El profeta Zacarías ve en Jerusalén el futuro de una comunidad que
vuelve a apreciar los valores en que siempre había creído. La bendición de Dios
"ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios" los cristianos la
experimentamos con mayor motivo, porque la Nueva Alianza que Dios nos ha
ofrecido en su Hijo Jesús todavía nos llena de mayor alegría y a la vez nos
comporta más compromiso. Dejémonos conquistar por este optimismo
del profeta, que es también el optimismo de un Dios que nos ama y que nos
invita a no cansarnos nunca de estar empezando siempre.
*Evangelio: La actitud de Jesús es un gesto pedagógico: Jesús pone a un niño ante los discípulos y lo declara prototipo de grandeza en el Reino de Dios. El niño tiene el alma sincera, y permanece en la sencillez de sus pensamientos, no ambiciona los honores, tampoco teme ser poco considerado, ni se ocupa de las cosas “serias” con gran interés. A esto niños ama y abraza el Señor; se digna tenerlos cerca de sí, pues lo imitan. Por esto dice el Señor (Mt 11,29): "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". Nuestra madre, María, es el modelo de grandeza por su humildad.