6 mayo 2017. Sábado de la III semana de Pascua – Puntos de oración

“Este modo de hablar es duro”. “Desde entonces muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él”.
La vocación al cristianismo y las vocaciones específicas dentro de él pueden parecer una vida dura por las dificultades que conllevan. ¡Cuántos abandonan a mitad de camino! ¿Por qué? ¿Qué paso tememos dar en nuestra forma de vivir? ¿Nos faltan referencias claras, o quizá las tenemos delante y no las vemos? Un gran porcentaje de los que pierden su fe son adolescentes y jóvenes que carecen de una referencia o un ánimo para continuar con su vida de Iglesia.
El catolicismo no es una simple autoayuda,  sino que se entiende como una vida en común entre todos sus miembros, eso es la Iglesia; no una relación individual en que nos dedicamos simplemente a reflexionar. Esto nos invita a replantearnos cómo de individualmente estamos viviendo la fe. ¿Nos dejamos sorprender continuamente por Dios o ya estamos asentados creyendo que lo sabemos todo, sin esperar o aceptar renovaciones y  adaptaciones? Seamos conscientes de que nunca somos conocedores al 100% de Dios.
Los discípulos sabían que no tenían nadie mejor a quien acudir, sabían que Jesucristo era la fuente de la verdad, aunque les daba miedo conocer esa verdad. Algunos prefieren otras palabras, que son más suaves pero no verdaderas. Señor, ¿qué palabra de verdad me quieres decir hoy? Hoy recordamos junto a toda la Iglesia a Santo Domingo Savio; este muchacho turinés de 16 años, patrón de los adolescentes, es un claro ejemplo de esto, quien con la ayuda del oratorio de don Bosco, supo escuchar y aceptar la palabra verdadera de Dios.

María, Madre del Verbo, ayúdanos a caminar en verdad, guíanos e ilumínanos en este camino entusiasmante.

Archivo del blog