El Señor nos regala un día más y
quiere vivirlo con nosotros No nos necesita para nada, pero ha querido contar
con nosotros para llevar a cabo el plan de salvación. Tenemos una tarea clara
en la vida, que nos lo recuerda el salmo de hoy: “A toda la tierra alcanza su
pregón”.
Pero no de cualquier manera, Dios
tiene un plan para cada uno, una vocación. Nos lo dice hoy San Pablo de una
forma preciosa en la primera lectura. La pregunta que gustaría lanzar hoy es la
de ¿Cuál es mi misión en el día de hoy? ¿Cómo concreto mi vocación en el día de
hoy? ¿Qué me está pidiendo Dios para formar parte de su plan de salvación?
Todo esto no nace de un voluntarismo,
sino de una llamada, Dios llama y capacita para poder realizar lo que nos
propone. En el Evangelio vemos la llamada de Jesús a Mateo. Pone a nuestro
alcance su seguimiento y nos abre a acercarnos a los más perdidos porque justo
a esos es a los que ha venido a buscar. Quizás nuestro mayor testimonio hoy sea
ser testigos de la misericordia que Dios tiene conmigo.
Vivamos desde el corazón de María,
como ella lo haría, cuando ella lo haría, en donde ella lo haría.