Avanza este Mes tan cargado de
intenciones (Misiones, Rosario, Misericordia o Mes Morado en Perú, Padre
Morales), acabamos de celebrar la fiesta de Nuestra Señora del Pilar, el 15
Santa Teresa. Como dice San Ignacio: “donde halle gracia, ahí me detengo”.
1. “En Cristo hemos sido constituidos herederos, y destinados
de antemano…
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo” (Ef 1, 11)
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo” (Ef 1, 11)
Como dicen los del Movimiento Juan
XXIII “con Cristo, TODO, sin Cristo, NADA”. ¿Te imaginas que recibes el
nombramiento? Qué cardenal, qué director… el HEREDERO DE CRISTO, esto es ser
cristiano, ¡menuda fortuna, vaya suerte! Para pasar todo el rato de mi oración
dándole gracias al Señor.
2. ¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo
que él se eligió como herencia! (Salmo 33, 1)
Que tomen nota todas las naciones,
especialmente España que acaba de celebrar la fiesta del Pilar el 12 de octubre
y el Perú que dedica todo el mes al Señor. No en vano le cantan en el himno: “A
paso firme de buen cristiano, hagamos grande nuestro Perú”; es lo que le pidió
Madre Soledad –carmelita nazarena, condecorada por sus 50 años de vida
ofrecida- a su Presidente.
Encomendemos a nuestras naciones, a
nuestras autoridades…Jesús lloró por su Patria, por Jerusalén… Oremos y
ofrezcamos sacrificios para que se encuentren fórmulas de una sana laicidad
pero sin miedo a elegir al Señor como herencia.
3. Hasta
los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo: valéis más que
muchos pájaros (Lc 12, 1)
Seamos calvos o melenudos, nuestros
pelos “están contados”; se acabaron los problemas, los miedos… El Señor lleva
la cuenta y lo único, único de lo que nos advierte por activa y por pasiva es
de la HIPOCRESÍA. O sea, COHERENCIA, que del dicho al hecho no haya ningún
trecho.
4. Estos tres puntos se funden en el amor eucarístico.
En vísperas de la canonización de Don Manuel González, el obispo del sagrario
abandonado, te comparto un fragmento de la magnífica pastoral de Monseñor Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla
http://www.archisevilla.org/carta-pastoral-el-beato-manuel-gonzalez-garcia-apostol-de-la-eucaristia/
Fue enterrado en la Capilla del
Santísimo de la catedral de Palencia, bajo una lápida en la que se lee el
epitafio que él mismo redactó: «Pido
ser enterrado junto a un Sagrario, para que mis huesos, después de muerto, como
mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre diciendo a los que pasen: ¡Ahí está
Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejéis abandonado!».
Fue beatificado por el papa Juan
Pablo II el 29 de abril de 2001. En su homilía el Santo Padre afirmó que la
Eucaristía fue la gran pasión de la vida de don Manuel, subrayando que “la experiencia vivida en Palomares del Río le marcó para
toda su vida, dedicándose desde entonces a propagar la devoción a la
Eucaristía”. Al mismo tiempo el Papa aseguró que el nuevo beato
es modelo de fe eucarística, cuyo ejemplo sigue hablando a la Iglesia de hoy…
Junto al sagrario cada día
reconocemos y proclamamos que el cuerpo de Cristo es el fundamento de nuestra
esperanza frente al poder del pecado y de la muerte y frente a los poderes de
este mundo. Con el amor de María, la hermana de Lázaro, nos postramos a sus
pies para escucharle. Como Zaqueo, le manifestamos nuestra alegría por tenerlo
a la vera de nuestras casas. Con la fe de Pedro le confesaremos como el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios vivo, y le
musitaremos Señor, Tú sabes que te quiero. Como Tomás nos
postraremos ante Él para decirle que queremos que sea nuestro Dios y Señor.