28 octubre 2016. San Simón y san Judas, apóstoles – Puntos de oración

El Evangelio de hoy parece un poco superficial pero es mucho más profundo: Jesús tiene que hacer una elección importante y para ello se retira una noche a orar; por la mañana ya lo tiene claro y elige a 12 de entre sus discípulos más cercanos y los llama apóstoles. Te invito a leer de nuevo la lista y no se te olvide añadir tu nombre al final de la relación.
Entre ellos hay algunos muy conocidos y sabemos casi todo lo que hicieron, otros escribieron los relatos de la vida del Señor como un evangelio; todos dieron su vida por Cristo y murieron mártires. Pero el motivo más importante de su elección es que fueron elegidos para estar con Él; por lo tanto si quieres ser apóstol de Cristo piensa que lo más importante es estar con Él. Vamos a acercarnos a los pensamientos de uno de los grandes místicos del siglo XX: el hermano Rafael:
“¡Ah!, Señor, qué feliz soy en mi retiro. Cuánto te amo en mi soledad… Cuánto quisiera ofrecerte lo que no tengo, pues ya te lo he dado todo. Pídeme, Señor, más; ¿qué he de darte? ¿Mi cuerpo? Ya lo tienes; es tuyo. ¿Mi alma? Señor, ¿en quién suspira sino en Ti para que de una vez la acabes de tomar? ¿Mi corazón? Está a los pies de María, llorando de amor, sin ya nada querer, más que a ti. ¿Mi voluntad? ¿Acaso, Señor, deseo lo que Tú no deseas? Dímelo… dime, Señor, cuál es tu voluntad, y pondré la mía a tu lado. Amo todo lo que Tú me envíes y me mandes, tanto salud como enfermedad, tanto estar aquí como allí, tanto ser una cosa como otra. ¿Mi vida? Tómala, Señor Dios mío, cuando Tú quieras. ¡Cómo no ser feliz así!”
Como ves el verdadero apostolado se fragua en la oración, y en una oración encendida y cercana al Señor. Algunas veces es complicado esto de orar sin cesar, orar siempre y continuamente como nos pide san Pablo: Orad sin cesar. Pero puedes ayudarte de los deseos: tu deseo es tu oración, si tu deseo es continuo, también tu oración es continua. Desea mucho amar a Dios, desea mucho estar siempre en oración y desear se puede hacer de una forma racional.

Termina tu oración pidiéndole a la Virgen que haga realidad todos tus deseos.

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