La escena del evangelio de este día
es exclusiva de S. Lucas.., probablemente sucede en Perea, territorio del
domino de Herodes Antipas.
¿Quién está utilizando a quien...?
¿Los fariseos a Herodes, o Herodes a los fariseos...? Lo cierto es, que ante el prestigio creciente de Jesús, se
teme una revuelta..., o se temen más aún todavía sus milagros... Es necesario
metan miedo y desacreditarlo..., y lo harán sin ningún reparo.
Pero Jesucristo no atenderá esta
insidia malévola, y les responderá con una firmeza y una seguridad que no dejan
dudas... Le llama a Herodes "zorra" por la astucia que
muestra, y les muestra a los fariseos sus credenciales mesiánicas: "hoy y mañana..., y al día
tercero consumaré mi obra..." Y
es que a Jesús solo le interesa la voluntad del Padre y su cumplimiento...
Pero dejemos las controversias..., y
metámonos en el centro de esta página evangélica al recordar hoy en nuestra
oración estas palabras de Jesucristo:
"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y
apedreas a los que se te envían!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus
hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis
querido.
¿Por qué me quedo con estos
versículos? Muy sencillo, porque a mi parecer resumen perfectamente el
clamor de Dios y los deseos de su Corazón, en este momento histórico de su
vida...
Jesucristo es consciente del rechazo
de su pueblo, ya no solo de Herodes o de los fariseos.., pero esto no lo
intimida, ni le resta las fuerzas necesarias para seguir ofreciéndose por él, y
seguir amándolo...
¿Y nosotros, como reaccionamos cuando
nos vemos rechazados, olvidados, o preteridos a los demás...? ¿Reaccionamos con
esta caridad, con esta comprensión, que manifiesta el Señor en estos
versículos...? Mis queridos hermanos, ¡cómo
nos cuesta seguir sus pasos…! ¡Cómo nos cuesta abrazarnos a la humillación o al
desprecio…! ¡Cómo nos cuesta no reivindicar..., no acusar..., no buscar
culpables..., y no obstante, seguir amando a pesar de todo...!