16 octubre 2021, sábado de la 28ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Comenzamos la oración del sábado, mejor dicho, la preparación, ya que la oración comienza con la preparación, calentando el corazón como los atletas calientan o las máquinas se ajustan antes de empezar a operar. Al ser sábado, día de la Virgen, siempre tiene un aliciente especial, sobre todo para un militante o cualquiera que tenga gran devoción a su Madre, y más en este mes tan mariano y tan español.

Ayer recordamos a santa Teresa, genio y figura de nuestra patria, patrona de España. Gran amiga de san José en su año centenario, en el que todos han evocado su figura como gran aficionada al santo por ser guía de su oración. Nos recomienda ella: “Quien no halle maestro en la oración, acuda a este gran santo que no le defraudará”. Ella era muy aficionada.

Pues con estas recomendaciones, haciendo quizá una repetición de lo que hemos meditado estos días (Virgen del Rosario, del Pilar, Santa Teresa, San José) podemos empezar dando gracias por tanto bien mariano y español de este mes, o escuchar lo que nos dice Jesús en el evangelio de hoy: “Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre, se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero…".

Y más adelante:” Cuando os conduzcan a las sinagogas, ante los magistrados y autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir”.

Una invitación a ser testigos ante los hombres y conducirnos como hijos de la luz, valientes y decididos, aunque se rían, hasta dar la vida si es preciso. Vamos armados (la oración nos arma) por la fuerza del Espíritu Santo que nos da la fuerza y el valor, tal y como los ángeles y la multitud de testigos mártires lo han hecho a lo largo de la historia. No sabemos explicarlo sin esta fuerza que está en nosotros con su gracia. Amén. Amén.

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