10 febrero 2013. Domingo de la quinta semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Hoy es un día de gran alegría al sentirnos todos muy dentro de la Iglesia, que hace 25 años volvía a decirnos con energía: adelante, en el camino que un día iniciaran el padre Morales y Abelardo.
El evangelio de hoy muestra a Jesús junto al lago de Galilea. Acerquémonos, en un momento tranquilo de oración, a escuchar su Palabra y aprender a ser verdaderos seguidores de Aquel que nos amó y se entregó a la muerte por cada uno de nosotros.
Leyendo despacio el texto de san Lucas podemos destacar algunas ideas de gran fuerza:
1ª. San Lucas presenta a Jesús con una gran autoridad: Su enseñanza es Palabra de Dios, enseña sentado, es llamado Maestro y Señor por Simón, da órdenes que se obedecen, Simón y sus compañeros (Santiago y Juan) lo dejan todo y le siguen.
Todos estos preciosos detalles del evangelio nos hacen pensar en el papel que juega Jesús en nuestra vida de cristianos. ¿Es realmente para mí el Señor, el “Kirios”? ¿Estoy dispuesto a dejarlo todo por Él? ¿Siento en lo profundo de mi corazón que no hay mayor alegría en esta vida que seguirle?
2ª. “Por tu palabra echaré las redes”: Simón sabía muy bien que se pescaba mejor de noche y que, si una noche no se había pescado nada, era inútil hacerlo de día. Pero pone su fe y confianza en Jesús, y el resultado es sorprendente. ¿Cuántas cosas increíbles veríamos si dijéramos en nuestra vida: “Por tu palabra…”. ¿Estamos dispuestos a fiarnos de Jesús?
3ª. “¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador!”: La pesca milagrosa conduce a Simón a reconocerse pecador delante de Jesús. Es una verdadera experiencia de Dios que le conduce, no a ver los pecados de los demás, sino a reconocerse a sí mismo pecador, no merecedor de la atención divina: gran enseñanza de humildad. ¡Todo es Gracia!
4ª. Jesús dice: “No temas”: Palabra que usa muy frecuente, por la que se le reconoce. Nos lo dice también a nosotros. ¿Cuáles son nuestros miedos y temores? ¿Qué efecto tiene en ellos esta palabra de Jesús? Jesús parte de lo que Simón es (pescador) para lanzarle a una aventura mayor (pescador de hombres). Pongamos a disposición de Dios lo que somos, pero abrámonos a ser más, a crecer en la misión. Sigamos esa frase que es un verdadero estímulo en nuestro apostolado entre los hombres y mujeres que nos rodean: Rema mar adentro. Pero recordemos, con el evangelio de hoy, que Él está a nuestro lado: “no temas”.
5ª. “Dejándolo todo, le siguieron”: Para seguir a Jesús hay que dejar lastre. Muchas “cosas” nos mantienen atados, pequeñas cosas muchas veces, como esa débil cadena que es capaz de mantener a un elefante atado a una simple estaca sin moverse, sin darnos cuenta de la gran energía que es Cristo dentro de nosotros. ¿Qué somos capaces de dejar por Jesús? ¿Qué nos ata? ¿En qué le seguimos con más decisión y en qué no con tanta?
Pidamos a María, nuestra Madre, para terminar la oración, que así como ha estado protegiéndonos durante tantos años, continúe llevándonos de la mano, siguiendo con alegría y sin temores a su hijo Jesús, por dónde Él, no nosotros, quiera.

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