Oración preparatoria:
Señor, concédenos amarte con todo el corazón y que
nuestro amor se extienda también a todos los hombres” (oración colecta del
domingo)
Os propongo esta oración del domingo para que la
tengamos presente toda esta semana, nos da el tono de nuestro vivir, de nuestra
santidad en medio del mundo. Amor a Dios y a amor al prójimo con la conciencia
de ser un don que debemos suplicar, “concédenos” amarte y amar.
— Lecturas: Hb 11, 32-40. La fe
y sus frutos. Dice el autor, “por medio de la fe” y enumera lo que los antiguos
consiguieron. Léela con detenimiento y pregúntate en la oración de hoy ¿Cuáles
son los frutos de la fe en mí?
— Respondemos con el salmo responsorial que
pone en nosotros palabras para orar: sed fuertes y valientes de corazón los
que esperáis en el Señor.
— Evangelio.Destaco únicamente dos aspectos del
texto:
· Jesús es expulsado de un pueblo, eso sí, con cortesía: ellos le rogaron que
se marchará de su tierra. Es quizás una de las frases más duras del evangelio
pues suponen el contrapunto al misterio de la encarnación. A ese Dios que se
hace hombre para estar entre nosotros se le expulsa de esa tierra. ¿No te
parece sorprendente? Es momento para que en la oración de hoy pidas a Dios, en
primer lugar, que tu corazón siempre sea lugar de presencia de Jesús, que nunca
quede fuera de tu tierra. Y en segundo lugar pedir para que Jesús nunca sea
expulsado de ningún lugar, es decir, que su iglesia nunca sea expulsada de la
sociedad y la vida de los países. Esta es la nueva evangelización a la que
estamos convocados pues Jesús ha sido expulsado de la cultura actual, de las
relaciones sociales de las leyes de los países de tradición cristiana. Como
vemos la frase del evangelio es actual, no solo se expulsó, cortésmente, a
Jesús de Genesaret sino de Europa, de España…
· El envío de Jesús al endemoniado curado. Muchas veces escuchábamos a
Abelardo decir que era el primer envío de un laico en la historia, el primer
consagrado en medio del mundo, pues no le deja ir con él sino que le pide
quedarse con los suyos con estas hermosas palabras: Vete con los tuyos y
anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia. Estas palabras
reflejan también nuestra vida, pues somos fruto de la misericordia de Dios que
ha actuado en nosotros y nos ha sanado y somos enviados a contárselo a los que
están a nuestro lado. Tenemos que ser testigos. “Deseamos que este año de la fe
suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud, con
confianza y esperanza… esperamos que el testimonio de vida de los creyentes sea
cada vez más creíble” Porta fidei9