4 febrero 2013. Lunes de la cuarta semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Oración preparatoria:
Señor, concédenos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda también a todos los hombres” (oración colecta del domingo)
Os propongo esta oración del domingo para que la tengamos presente toda esta semana, nos da el tono de nuestro vivir, de nuestra santidad en medio del mundo. Amor a Dios y a amor al prójimo con la conciencia de ser un don que debemos suplicar, “concédenos” amarte y amar.
— Lecturas: Hb 11, 32-40. La fe y sus frutos. Dice el autor, “por medio de la fe” y enumera lo que los antiguos consiguieron. Léela con detenimiento y pregúntate en la oración de hoy ¿Cuáles son los frutos de la fe en mí?
— Respondemos con el salmo responsorial que pone en nosotros palabras para orar: sed fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
Evangelio.Destaco únicamente dos aspectos del texto:
· Jesús es expulsado de un pueblo, eso sí, con cortesía: ellos le rogaron que se marchará de su tierra. Es quizás una de las frases más duras del evangelio pues suponen el contrapunto al misterio de la encarnación. A ese Dios que se hace hombre para estar entre nosotros se le expulsa de esa tierra. ¿No te parece sorprendente? Es momento para que en la oración de hoy pidas a Dios, en primer lugar, que tu corazón siempre sea lugar de presencia de Jesús, que nunca quede fuera de tu tierra. Y en segundo lugar pedir para que Jesús nunca sea expulsado de ningún lugar, es decir, que su iglesia nunca sea expulsada de la sociedad y la vida de los países. Esta es la nueva evangelización a la que estamos convocados pues Jesús ha sido expulsado de la cultura actual, de las relaciones sociales de las leyes de los países de tradición cristiana. Como vemos la frase del evangelio es actual, no solo se expulsó, cortésmente, a Jesús de Genesaret sino de Europa, de España…
· El envío de Jesús al endemoniado curado. Muchas veces escuchábamos a Abelardo decir que era el primer envío de un laico en la historia, el primer consagrado en medio del mundo, pues no le deja ir con él sino que le pide quedarse con los suyos con estas hermosas palabras: Vete con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia. Estas palabras reflejan también nuestra vida, pues somos fruto de la misericordia de Dios que ha actuado en nosotros y nos ha sanado y somos enviados a contárselo a los que están a nuestro lado. Tenemos que ser testigos. “Deseamos que este año de la fe suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud, con confianza y esperanza… esperamos que el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble” Porta fidei9

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