13 febrero 2013. Miércoles de Ceniza – Puntos de oración

La oración es un camino de gracia. “Camino real para el cielo” (Sta. Teresa)

“En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol” (Juan Mª Viannaey) ¿Qué es la oración? La oración es, básicamente, un dialogo íntimo y amoroso del hombre con su Dios, a quien reconoce como, Padre, creador y salvador.

Demos gracias por el regalo del Papa que nos ha dado y por su valentía de dejar paso al Espíritu Santo en su nuevo sucesor. Un ejemplo de humildad y sencillez.

Nuestro querido Benedicto XVI, Audiencia general del 17/02/2010: “En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios” (2Co 5,20)  “Mirad ahora el momento favorable; mirad ahora el día de salvación" (2 Co 6, 1-2). De hecho, en la visión cristiana de la vida habría que decir que cada momento es favorable y cada día es día de salvación, pero la liturgia de la Iglesia refiere estas palabras de un modo totalmente especial al tiempo de Cuaresma. Que los cuarenta días de preparación de la Pascua son tiempo favorable y de gracia lo podemos entender precisamente en la llamada que el austero rito de la imposición de la ceniza nos...: "Convertíos y creed en el Evangelio"

En efecto, la llamada a la conversión revela y denuncia la fácil superficialidad que con frecuencia caracteriza nuestra vida. Convertirse significa cambiar de dirección en el camino de la vida: pero no con un pequeño ajuste, sino con un verdadero cambio de sentido. Conversión es ir contracorriente, donde la "corriente" es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal, o en cualquier caso prisioneros de la mediocridad moral.

Con la conversión, en cambio, aspiramos a la medida alta de la vida cristiana, nos adherimos al Evangelio vivo y personal, que es Jesucristo. La meta final y el sentido profundo de la conversión es su persona, él es la senda por la que todos están llamados a caminar en la vida, dejándose iluminar por su luz y sostener por su fuerza que mueve nuestros pasos. De este modo la conversión manifiesta su rostro más espléndido y fascinante: no es una simple decisión moral, que rectifica nuestra conducta de vida, sino una elección de fe, que nos implica totalmente en la comunión íntima con la persona viva y concreta de Jesús.  La conversión es el "sí" total de quien entrega su existencia al Evangelio, respondiendo libremente a Cristo, que antes se ha ofrecido al hombre como camino, verdad y vida, como el único que lo libera y lo salva. Este es precisamente el sentido de las primeras palabras con las que, según el evangelista san Marcos, Jesús inicia la predicación del "Evangelio de Dios": "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio" (Mc 1, 15)

Durante los cuarenta días que dura la Cuaresma, quiere la Iglesia que nos  acerquemos más a los misterios  de la Semana Santa: la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. Te brindo que medites el nombre:

Camino hacia la Cruz durante los cuarenta días contemplando la vida de Cristo,- Con la ceniza se inicia.
Utilizar una vida de sacrificio haciendo oración y penitencia
Alcanzar gracias por medio del sufrimiento y ofrecimientos
Rezar con espíritu, ofreciendo sacrificios pos los amigos
Entusiasmarse con la Cruz de Cristo y abrazarse a ella
Satanás tienta a Jesús y le ofrece de todo.
Meditar el vía Crucis, el camino de la cruz
Adentrarme en los misterios de la pasión y muerte para llegar con el corazón bien dispuesto a la pascua del cielo.

Vivir esta cuaresma con una fe ciega en Jesús, en este año de la fe.

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