R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
27/02/2010, Sábado de la 1ª semana de Cuaresma
R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Puntos para la oración 27 febrero 2010
26/02/2010, Viernes de la 1ª semana de Cuaresma
Puntos para la oración 26 febrero 2010
25/02/2010, Jueves de la 1ª semana de Cuaresma
Lectura del libro de Ester (14, 1. 3-5. 12-14)
En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel: «Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido. Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación, y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos. Pon en mi boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león; haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca con todos sus cómplices. A nosotros, líbranos con tu mano; y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo.»
Salmo responsorial (Sal 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8)
R. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario.
R. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Daré gracias a tu nombre, por tu misericordia y tu lealtad; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.
R. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
R. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7, 7-12)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.»
Puntos para la oración 25 febrero 2010
1. Oración preparatoria: Señor, que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina majestad. (EE 46)
2. Petición: “Conoscimiento de los engaños del mal caudillo y ayuda para dellos me guardar, y conoscimiento de la vida verdadera que muestra el sumo y verdadero capitán, y gracia para le imitar." (EE. 139)
3. Puntos para orar.
Hoy el tema de meditación en las dos lecturas y también en el salmo es la oración de petición. En el libro de Ester se nos refiere la oración de la reina Ester a Dios en un momento de angustia del que dependía la suerte del pueblo judío. Jesús mismo nos enseña como tenemos que pedir a Dios. Pone el ejemplo de un padre que da cosas buenas a sus hijos. Dios nos quiere y quiere darnos también cosas buenas y quiere que se las pidamos: “pedid y recibiréis,…”
En la oración de hoy colocarnos ante el Señor y pedirle con la confianza que él nos da. Quiere que le pidamos y quiere mover nuestros corazones para que le pidamos los mejores dones. Una buena petición puede ser cómo hicieron los discípulos: “Señor, enséñanos a orar”. Al ver mi pobreza para hacer oración, pedirle que me instruya en lo interior y que sea dócil a sus inspiraciones.
Repetir las palabras del salmo 137: “cuando te invoqué me escuchaste Señor; acreciste el valor de mi alma”
Durante el día intentar en estos días de Cuaresma intensificar la oración procurando por ejemplo hacer una visita sin prisa a Jesús sacramentado. También rezar con calma el rosario, tan recomendado siempre en la Iglesia, o el Vía crucis, especialmente los viernes de Cuaresma.
4. Unos minutos antes del final de la oración: Invocación de petición a la Virgen:
Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido desamparado de ti. Animado por esta confianza, a ti también acudo, ¡oh Virgen, Madre de las vírgenes!, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. No deseches mis súplicas, ¡oh Madre del Verbo Divino!, antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén.
5. Examen de la oración: ver cómo me ha ido en el rato de oración. Recordar si he recibido alguna idea o sentimiento que debo conservar y volver sobre él. Ver dónde he sentido más el consuelo del Señor o dónde me ha costado más. Hacer examen de las negligencias al hacer la oración, pedir perdón y proponer enmienda.
* Nota: las siglas “EE” remiten al libro de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y al número que se indica.
24/02/2010, Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
Lectura de la profecía de Jonás (3, 1 -10)
Vino la palabra del Señor sobre Jonás: -«Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo». Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: -«¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños. Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar en su nombre a Nínive: -«Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, no pasten ni beban; vístanse de saco hombres y animales; invoquen fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el incendio de su ira, y no pereceremos.» Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.
Salmo responsorial (Sal 50, 3-4. 12-13. 18-19)
R. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R.
Evangelio según san Lucas (11, 29-32)
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: -Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»
Puntos para la oración 24 febrero 2010
Hoy las lecturas de la misa nos impulsan fuertemente a la conversión: a una transformación profunda de los afectos (“un corazón puro, un corazón quebrantado y humillado”), a una renovación interior honda (“renuévame por dentro con espíritu firme”), que sólo conseguimos en el contacto íntimo con el Señor (“misericordia, Dios mío, por tu bondad…”). Los habitantes de Nínive se convirtieron “de su mala vida y de la violencia de sus manos”, porque “creyeron en Dios” e “invocaron fervientemente a Dios…”. Vemos en las lecturas que cuando nuestra “conversión de la mala vida” se traduce en obras, Dios se compadece y nos desborda con su misericordia. Podemos fijarnos en algunos detalles de las lecturas de hoy.
1) Los ninivitas “se convirtieron con la predicación de Jonás”. Hoy Jesús reprocha a su generación que no son capaces de reconocerle: que no escuchan su sabiduría y no se convierten con su predicación. ¿Y nosotros? Nos puede pasar como a la gente de la generación de Jesús: nos parece que ya nos sabemos el Evangelio, y que no puede decirnos nada nuevo. Corremos tras las novedades, y no reconocemos que lo que necesita nuestro corazón lo tenemos al lado, dentro, donde habita Jesús:
2) “Aquí hay uno que es más que Salomón… Aquí hay uno que es más que Jonás”. Jesús en el sagrario, es más que Salomón y que Jonás. ¿Lo valoramos así? Cuenta Abelardo que al escritor Alejandro Manzoni, ya en su vejez, «sus hijos no le dejaban salir un día de casa porque estaba la calle nevada. Estuvo todo el día contrariado, hasta que al anochecer le dijeron sus hijos: “-Papá, ¿qué te pasa que estas hoy así?”. -“Pues que tenía un billete de la lotería vencido, y hoy era el último día para cobrarlo. No me habéis dejado salir de casa y no he podido cobrar. Ha expirado el plazo y hemos perdido diez millones de liras”. –“Pero, papá, ¿por qué no lo has dicho? Te hubiéramos acompañado”. Luego, cuando ya estaban todos allí muy excitados, comentó: “En realidad, no tenía ningún billete de lotería, pero me habéis dejado sin comulgar, que vale más que diez millones de liras, y ninguno me habéis dicho: Papá, te acompaño yo”» (Rocas en el Oleaje, pp. 50-51).
Digamos a Jesús: que no me acostumbre a tu presencia. Que no me venza la rutina. Que cuando te escuche (por ejemplo en las lecturas de la misa, o en la lectura de las Escrituras) lo haga con todos los sentidos volcados hacia ti, como María a tus pies en Betania. Que me admire de tu sabiduría y de tu bondad, como lo hacían las gentes sencillas al escucharte y ver tus signos. Que me convierta con todo mi ser y que mis intenciones, acciones, deseos… vayan encaminados puramente hacia Ti.
3) “La gente se apiñaba alrededor de Jesús”. Querían estar tan cerca como les fuera posible, para no perderse ni una palabra, ni un detalle de Jesús. Hoy nuestra civilización rechaza el contacto físico. Sin embargo en tiempos de Jesús se apretujaban en torno a él (como dicen los apóstoles en el pasaje de la hemorroísa: “«Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”» (Mc 5, 31). «A causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle» (Mc 3, 9-10). “Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos” (Lc 6, 19). Juan también le tocó y fruto de este contacto es su evangelio: “Lo que existía desde el principio (…) lo que tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida… os lo anunciamos” (1 Jn 1, 1)
Oración final. Conviérteme, Señor: Que en la oración y a lo largo del día sepa reconocerte por la fe, como lo hizo Juan a orillas del lago: “¡Es el Señor!”, me conmueva ante tu predicación y tu sabiduría. Que me ponga muy cerca de ti, formando una piña contigo, que te dejaste tocar y que te has quedado en la Eucaristía no sólo para que te toquemos, sino para que te comamos…
23/02/2010, Martes de la 1ª semana de Cuaresma
Puntos para la oración 23 febrero 2010
22/02/2010, Lunes de la primera semana de Cuaresma – La Cátedra de san Pedro
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
Puntos para la oración 22 febrero 2010
- - “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
- - Ellos contestaron: “unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.” Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
- - “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”
- - Jesús le respondió: -“¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo…”
21/02/2010, Domingo de la 1ª semana de Cuaresma
R. Está conmigo, Señor, en la tribulación.
Puntos para la oración 21 febrero 2010
- 1. Y, como Jesús, me siento tentado por lo fácil, lo cómodo… Y observo el diálogo del enemigo con Cristo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.»
- 2. Y veo cómo le tienta de nuevo a Jesús, esta vez con el poder: - «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mi me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo. »
- 3. Y ya desde lo alto del templo llega la tercera tentación: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti".
20/02/2010, Sábado después de Ceniza
R. Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Puntos para la oración 20 febrero 2010
19/02/2010, Viernes después de Ceniza
Puntos para la oración 19 febrero 2010
- ¿Cuál es el juicio que hago sobre las personas, sus cualidades o defectos, sus actuaciones…?
- ¿Comparto mi tiempo y mis posibilidades con los que me necesitan, o más bien me mido y me ahorro en un egoísmo esterilizante?
- ¿Ayudo a los demás para romper las ataduras que oprimen o agobian como por ejemplo: el paro, la impureza, el orgullo, la desorganización personal, la falta de ideal, la soledad, la enfermedad…?
18/02/2010, Jueves después de ceniza
R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Puntos para la oración 18 de febrero 2010
17/02/2010, Miércoles de Ceniza
Lectura de la profecía de Joel (2, 12-18)
"Ahora -oráculo del Señor convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.» Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios. Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: -«Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»
Salmo responsorial (Sal 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17)
R. Misericordia, Señor: hemos pecado.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces. R.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. R.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5, 20-6,2)
Hermanos. Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6, 1-6.16-18)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»
Puntos para la oración 17 febrero 2010
En un día tan señalado que es muy fácil que encontremos recursos para nuestra oración más que suficientes pues el tiempo que comenzamos, tiempo fuerte de oración, ayuno y limosna nos lo recomienda la Iglesia y por ello nos invita a empezar con nervio.
Poniéndonos en la presencia de Dios: Con la oración preparatoria que nos recomendaba Fernando Martín para todos los días, este año:
“Que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean orientadas en servicio y alabanza de vuestra divina Majestad”. O bien: “Tomad y recibid…” Para en todo amar y servir”. Pidamos la gracia de conocer y distinguir las varias mociones que en el ánima se causan, las buenas para aprovechar y las malas para lanzar, como dice san Ignacio, o como dice en otra regla de discreción de espíritus: “Conocimiento de los engaños y astucias del enemigo para de ellos me guardar y de las gracias del bueno para de ellas me aprovechar.
Hoy coincide el Miércoles de Ceniza con el cumpleaños de Abe.
Nuestra oración no necesita muchas ideas, la “Espiritualidad del subir bajando” la llevamos en las entrañas y el último número de la revista “Estar” tenemos un formidable repaso y recuerdo. Pidamos la gracia de entrar por este camino que Abe sintió que se le concedía para él – como estamos palpando sobre todo los que le acompañamos más de cerca- y toda la Institución.
También la liturgia de este día nos llama a la CONVERSIÓN:
“Convertíos y creed en el Evangelio”
“Señor, cierras los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan y los perdonas”.
“Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, mantennos en espíritu de conversión, ayúdanos en el combate cristiano contra las fuerzas del mal.”
Dos cosas debemos tener en cuenta: 1º Que el demonio existe y 2º Que me tienta. Pues si lo hizo con Jesús como vamos a ver en el primer domingo de Cuaresma que es lanzado al desierto para ser tentado. Está muy interesado en que no llegues a ser. Dice San Agustín “¿Qué llegará a ser el hombre por que Dios se hizo hombre?”. No cesa se ensaña a las claras, arma asechanzas, “como león rugiente anda buscando a quien devorar”. Lo peor es creer que no soy constantemente tentado y busca mi punto flaco para hacer boquete”: La queja, la desgana, el desaliento, falta de iniciativa, negligencia, el desorden, no cumplir con el deber, la puntualidad, el horario, la relajación,…
San Juan de la Cruz habla de dos formas de vencer la tentación:
I. Una la más común y menos perfecta, es vencer el vicio con la virtud que contrasta con el vicio pecado o tentación. Un ejemplo: Impaciencia se vence mirando al Señor en su Pasión. De esta manera luchando contra el defecto, engendra la virtud. Es un modo de resistir pero dificultoso y menos perfecto.
II. Otro más fácil y provechoso consiste en cuando sentimos algún vicio como lujuria, ira, impaciencia, venganza, no resistir con acto de virtud contraria, sino con un acto de movimiento de amor anagógico contra tal vicio, levantando nuestro afecto hacia Dios; la unión con ÉL es como el alma se levanta de allí y se presenta a su Dios y se une a Él, queda el vicio y el enemigo defraudado y no haya a quien herir.
Apliquemos las reglas de discernimiento de espíritu pidamos luz al Espíritu Santo y fuerza a nuestra madre la Virgen Santa María y se estará realizando el milagro de nuestra conversión constantemente. Si nos damos cuenta, la pondremos por obra.
16/02/2010, Martes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario
Lectura de la carta del apóstol Santiago (1, 12-18)
Queridos hermanos: Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie. A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte. Mis queridos hermanos, no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni periodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.
Salmo responsorial (Sal 93)
R. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.
Dichoso el hombre a quien tú educas, al que enseñas tu ley, dándole descanso tras los años duros. R.
Porque el Señor no rechaza a su pueblo, ni abandona su heredad: el justo obtendrá su derecho, y un porvenir los rectos de corazón. R.
Cuando me parece que voy a tropezar, tu misericordia, Señor, me sostiene; cuando se multiplican mis preocupaciones, tus consuelos son mi delicia. R.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (8, 14-21)
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían mas que un pan en la barca. Jesús les recomendó: -«Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.» Ellos comentaban: -«Lo dice porque no tenemos pan.» Dándose cuenta, les dijo Jesús: -«¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?» Ellos contestaron: -«Doce.» -«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?» Le respondieron: -«Siete.» Él les dijo: -«¿Y no acabáis de entender?»
Puntos para la oración 16 febrero 2010
Una petición. Comenzamos pidiéndole al Señor que prepare ya nuestro corazón a la Cuaresma que comenzaremos el miércoles, rechazando el pecado con toda nuestra fuerza y confiando en Él en la prueba.
Meditamos en la escritura. Las lecturas de hoy nos hablan de la prueba y de la tentación. Santiago nos escribirá en la primera lectura
- Dichoso el hombre que soporta la prueba,
- Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; (…)
- A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte.
Y el salmo nos dirá:
- Dichoso el hombre a quien tú educas,
- Cuando me parece que voy a tropezar, tu misericordia, Señor, me sostiene;
- Cuando se multiplican mis preocupaciones, tus consuelos son mi delicia.
Y es que, si la tentación y las pruebas son una verdad en nuestra vida, la presencia y la cercanía del Señor lo son todavía mucho más.
Pero ¡cuántas veces no desconfiamos de su providencia! Me parece que algo de esto hay en el reproche que Jesús les hace a los discípulos en el Evangelio. Efectivamente ellos habían visto el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Y todavía parecen desconfiar de la providencia de Dios y del poder de Jesús.
¿No me pasará algo así a mí también? ¿Cómo me veo en las tentaciones y en las pruebas? ¿Recurro a su ayuda o intento salir por mi propia fuerza? ¿Confío en él?
Oramos: Actualizamos los momentos de dificultades que estamos pasando. Las ponemos delante del Señor, que navega con nosotros en la barca. Y se las vamos presentando. Mis estudios, mis miedos al futuro, mis remordimientos por cosas hechas, mis broncas, mis fracasos… Y repito con el salmo:
- Cuando me parece que voy a tropezar, tu misericordia, Señor, me sostiene
Señor, conoces mi fragilidad. Pero, precisamente porque soy pequeño sé que no puedo poner mi confianza en mis fortalezas sino en tu Fortaleza, en ti. Señor, confío en ti. Sé que me sostendrás en mi camino, y que si caigo, me levantarás.
Porque, Jesús, tú vas en mi barca.
A veces, soy torpe y me cuesta reconocer tu presencia y tu acción. Pero, hoy no me cabe duda. Tú estás conmigo y no tengo nada que temer.
15/02/2010, Lunes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario.
Comienzo de la carta del apóstol Santiago 1, 1 -11
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas. Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna. En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará. Pero tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento. Un individuo así no se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo. El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en sus empresas.
Salmo responsorial Sal 118, 67. 68. 71. 72. 75. 76
R. Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor.
Antes de sufrir, yo andaba extraviado, pero ahora me ajusto a tu promesa. R.
Tú eres bueno y haces el bien; instrúyeme en tus leyes. R.
Me estuvo bien el sufrir, así aprendí tus mandamientos. R.
Más estimo yo los preceptos de tu boca que miles de monedas de oro y plata. R.
Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, que con razón me hiciste sufrir. R.
Que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo. R.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 11-13
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: -«¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación.» Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Puntos para la oración 15 febrero 2010
Comenzamos la oración poniéndonos en manos de Dios Padre con la confianza de un niño. Dejamos que el Espíritu Santo ore en nosotros con sus gemidos inefables: ¡Abba, Padre! Llamamos a María con la palabra aramea con que se dirigía a Ella: ¡Imma, Madre! Nos disponemos a escuchar su Palabra que es siempre una palabra que da Vida.
Puntos de oración
“Le pidieron un signo del cielo”. La petición de los fariseos descorazona a Jesús. Aquellos hombres están ante el gran signo que el Padre ha enviado: su propio Hijo, hecho carne, cuyas palabras y obras dan testimonio de la misericordia del Padre de los cielos. Pero sus ojos no lo reconocen, quieren algo espectacular. No están dispuestos a aceptar que Dios se haya hecho cercano, sencillo, caminante al compás de los hijos de los hombres. Les escandaliza la encarnación.
Me sitúo entre aquellos hombres de corazón endurecido y exigente con Dios: yo también tengo mucho de ello. Le pido al Señor más pruebas de su amor, que haga lo que yo quiero. Y el Señor me dice: “Me tienes a Mí: por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he cansado, por ti he sufrido la cruz…”. Le doy gracias por ser la señal, la prueba fehaciente de que Dios ama a la humanidad.
Jesús, en lugar de elegir la espectacularidad, el mostrar su poder para salvarnos, elige el camino de la cruz y del sufrimiento. Aceptar un Dios crucificado exige la conversión del corazón, pero es el camino del amor que desciende al abismo de dolor de la humanidad para sanarlo con su presencia y llevarlo a la pascua de resurrección.
“Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia”: el apóstol Santiago nos invita a no ceder en los momentos de prueba sino a ver la cruz como una posibilidad de crecer en la confianza en Dios, de madurar en el amor. La constancia en el amor, la fidelidad en las horas bajas perfecciona y fortalece el corazón del hombre. Pero sólo unidos a Cristo podemos hacer la experiencia del paso de la cruz a la resurrección.
“Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, que con razón me hiciste sufrir”. Esta confesión humilde del orante del salmo nos ayuda a reconocer que ciertas pruebas nos han hecho un gran bien, pues Dios Padre nos guía y educa en la vida para que pongamos el corazón sólo en él.
Tenemos cerca de nosotros un signo que Dios nos ha dado y que nos recuerda el camino del propio Jesús: me refiero a Abelardo de Armas, cuyo 80 cumpleaños celebraremos el día 17 de este mes. Su vida es un signo para nosotros de cómo hay que entregar la vida hasta desprenderse de todo. En sus manos vacías sólo hay una riqueza: el amor de Dios que ha predicado con su palabra y dedicación a los jóvenes, a los cruzados y a los militantes de Santa María. Es un signo de humildad, de desprendimiento de todo lo que no es Dios, para poseer sólo a Dios. Haremos muy bien en acoger este signo en nuestras vidas para llegar no solo a hacer la voluntad de Dios, sino para ser, como él decía, voluntad de Dios, de tanta identificación con el Amado de nuestras vidas
Archivo del blog
-
►
2022
(417)
- ► septiembre (50)
-
►
2021
(501)
- ► septiembre (28)
-
►
2020
(602)
- ► septiembre (60)
-
►
2019
(606)
- ► septiembre (62)
-
►
2018
(607)
- ► septiembre (58)
-
►
2017
(594)
- ► septiembre (54)
-
►
2016
(602)
- ► septiembre (60)
-
►
2015
(605)
- ► septiembre (62)
-
►
2014
(598)
- ► septiembre (60)
-
►
2013
(577)
- ► septiembre (58)
-
►
2012
(586)
- ► septiembre (50)
-
►
2011
(571)
- ► septiembre (61)
-
▼
2010
(556)
- ► septiembre (57)
-
▼
febrero
(48)
- 27/02/2010, Sábado de la 1ª semana de Cuaresma
- Puntos para la oración 27 febrero 2010
- 26/02/2010, Viernes de la 1ª semana de Cuaresma
- Puntos para la oración 26 febrero 2010
- 25/02/2010, Jueves de la 1ª semana de Cuaresma
- Puntos para la oración 25 febrero 2010
- 24/02/2010, Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
- Puntos para la oración 24 febrero 2010
- 23/02/2010, Martes de la 1ª semana de Cuaresma
- Puntos para la oración 23 febrero 2010
- 22/02/2010, Lunes de la primera semana de Cuaresma...
- Puntos para la oración 22 febrero 2010
- 21/02/2010, Domingo de la 1ª semana de Cuaresma
- Puntos para la oración 21 febrero 2010
- 20/02/2010, Sábado después de Ceniza
- Puntos para la oración 20 febrero 2010
- 19/02/2010, Viernes después de Ceniza
- Puntos para la oración 19 febrero 2010
- 18/02/2010, Jueves después de ceniza
- Puntos para la oración 18 de febrero 2010
- 17/02/2010, Miércoles de Ceniza
- Puntos para la oración 17 febrero 2010
- 16/02/2010, Martes de la 6ª semana de Tiempo Ordin...
- Puntos para la oración 16 febrero 2010
- 15/02/2010, Lunes de la 6ª semana de Tiempo Ordina...
- Puntos para la oración 15 febrero 2010
- 14/02/2010, Domingo de la 6ª semana de Tiempo Ordi...
- Puntos para la oración 14 febrero 2010
- 13/02/2010, Sábado de la 5ª semana de Tiempo Ordin...
- Puntos para la oración 12 febrero 2010
- 12/02/2010, Viernes de la 5ª semana de Tiempo Ordi...
- Puntos para la oración 12 febrero 2010
- 11/02/2010, Nuestra Señora de Lourdes
- Puntos para la oración 11 febrero 2010
- 10/02/2010, Miércoles de la 5ª semana de Tiempo Or...
- Puntos para la oración 10 febrero 2010
- 09/02/2010, Martes de la 5ª semana de Tiempo Ordin...
- Puntos para la oración 9 febrero 2010
- 5/02/2010, Viernes de la 4ª semana de Tiempo Ordin...
- 4/02/2010, Jueves de la 4ª semana de Tiempo Ordinario
- 3/02/2010, Miércoles de la 4ª semana de Tiempo Ord...
- Puntos para la oración 3 febrero 2010
- 2/02/2010 Fiesta de la Presentación del Señor
- Puntos para la oración 2 de febrero 2010
- 1/02/2010, Lunes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario
- Puntos para la oración 1 febrero 2010
- 31/01/2010, Domingo de la 4ª semana de Tiempo Ordi...
- Puntos para la oración 31 enero 2010