I. Los escribas:
A. Eran los expertos de la Ley.
B. Estudiaban, interpretaban y enseñaban la Ley, es decir el Antiguo Testamento.
C. Con más exactitud, comunicaban a su propia generación las tradiciones que de generación en generación habían sido transmitidas con respecto a la interpretación y aplicación de la ley, tradiciones que habían tenido su origen en la enseñanza de los venerables rabís de antaño.
II. Los fariseos:
A. Eran aquellos israelitas que hacían creer a todos que ellos, los separatistas, vivían o al menos hacían un gran esfuerzo por vivir de acuerdo a la enseñanza de los escribas.
B. Naturalmente, muchos escribas eran también fariseos.
III. La mayoría de los fariseos y escribas odiaban a Jesús por diversas razones. Por ejemplo:
A. Porque se atribuía prerrogativas divinas…
B. Porque no honraba sus tradiciones con respecto al día de reposo, ayunos, y abluciones…
C. Porque se asociaba con publicanos y pecadores…
D. O porque ejercía lo que ellos consideraban una perniciosa influencia sobre el pueblo…
E. Lo odiaban, porque era totalmente opuesto a ellos…
IV. No obstante los enemigos de Cristo seguramente percibían en sus corazones que Jesús era infinitamente más noble que ellos.
A. Su humildad: (Lc.22:27)
1. contrastaba notablemente con su pomposidad: (Mt. 23:5–7);
B. Su sinceridad: (Jn.8:46),
1. contrastaba con su hipocresía: (Mr. 7:6);
C. Su compasión: (Mr. 6:34),
1. contrastaba con su crueldad: (Mt. 23:14).
D. En gran medida, la “religión” de ellos era una actividad que redundaba en interés propio: (Mt. 6:2,5, 16);
1. Mientras que el ministerio de Jesús era un sacrificio en bien de los demás: (Mr. 10:45)
2. y para la gloria del Padre: (Jn. 17:1–14).
V. ¿Eran conscientes algunos de estos escribas y fariseos.., de que Jesús conocía su verdadero carácter, y que los tenía “fichados”? Sea lo que fuere, aquí están, llegados desde Jerusalén mismo, desde el centro de la “ortodoxia” judía.
VI. Y nada más abrir sus ojos y fijarlos en los discípulos de Jesús, encuentran la primera materia de acusación: no se purifican.., no tienen las abluciones correspondientes antes de sentarse a la mesa.., y preguntan: ¿Por qué…?
A. Por toda respuesta del Maestro, escuchan dos pasajes del Antiguo Testamento: a. Isaías 29:13, y b. Éxodo 20:12, y una palabra que los resume: ¡hipócritas!
1. En Marcos este término aparece únicamente en este pasaje, aunque se halla tres veces en Lucas y frecuentemente en Mateo.
2. La palabra “hipócrita” viene del griego hypokrites que significa “actor”. Esta viene del verbo hypokrynein que significa actuar, pretender o exagerar
3. El hipócrita es una persona que esconde o trata de esconder sus verdaderas intenciones bajo una máscara de pretendida virtud. En el fondo emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros, como decía Jaime Balmes.