3 noviembre 2012. Sábado de la XXX semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Manolo T. Amorós, cruzado de Santa María, era profesor en el colegio San Martín de Porres. El último día de su vida aquí en la Tierra lo dedicó a celebrar el jubileo de los 50 años de su canonización, en unión de sus alumnos, en la catedral de Lima. Y salió caminando y caminando tras su imagen, rezando, cantando, sacando fotos…Y la verdad que esa noche estaba agotado. Y, al día siguiente, camino de su colegio de San Martín, cayó en la calle, en el asfalto… En el suelo, encontró su cielo.

Durante este año se han venido organizando miles de acciones dedicadas a San Martín. En Perú, sus reliquias han recorrido todo el territorio en olor de multitudes. Es un santo muy querido. Y hoy culmina el año jubilar. Me ha tocado leer bastante, participar en congresos, concursos, charlas…

1. Profeta del Concilio Vaticano II. Juan XXIII dijo en la misa d canonización, 6 mayo 1962: Martín nos demuestra, con el ejemplo de su vida, que podemos llegar a la salvación y a la santidad por el camino que nos enseñó Cristo Jesús: a saber, si, en primer lugar, amamos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todo nuestro ser; y si, en segundo lugar, amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos…”.

2. Hombre de comunión. Hizo comer en un mismo plato a perro, pericote (ratón) y gato. El Cardenal Juan Landázuri, el 27 de mayo de 1962, en la misa celebrada en la Catedral de Lima con motivo de la Semana de festejos en honor del santo, rescató el que fue un hombre de comunión. “Pero si nuestro hermano es símbolo de unión entre el Viejo y el Nuevo Mundo, entre la estirpe europea y la africana, por el hecho de haber nacido en tierras nuestras, es también símbolo de la unidad de nuestras naciones americanas…”.

3. Dignidad de un indignado santo. Evangelio según San Lucas 14,1.7-11. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". Para Dios no hay profesiones indignas, sino indignos profesionales. Nuestro Fray Escoba fue un marginado de su tiempo, el siglo XVI. Era hijo "ilegítimo" del español Juan de Porres y de Ana Velázquez, mujer negra descendiente de esclavos africanos. Al ser mulato y pobre le tocó sufrir en más de una ocasión el menosprecio de la sociedad. Sin embargo, su madre le descubrió el evangelio de Jesús: "El que se humilla será ensalzado".

4. Amor Dios. Salmo 42(41),2.3.5bcd. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente. Desde niño dio muestras de su profundo amor por Dios. Su caridad con el prójimo nacía de la unión íntima con Jesús y con María. Comentan sus compañeros dominicos que recibía a Jesús Sacramentado "con muchas lágrimas y grandísima devoción", ocultándose de todos para "mejor poder alabar al Señor". Fray Martín rezaba en su celda, en la Iglesia, ante el Santísimo Sacramento, Virgen de los Santos, en los altares del templo, en las capillas y oratorio del convento. Oraba arrodillado y echado en cruz sobre el suelo. Así Juan Vázquez de Parra, amigo suyo, nos cuenta lo siguiente: “que una noche estando este testigo recogido como a horas de las once de la noche, poco más o menos, hubo un temblor muy recio, y recalándose este testigo de lo que podía resultar, se levantó de la cama en que estaba echado dado voces y llamando al dicho venerable fray Martín de Porras, al cual halló (en su celda) que estaba echado en el suelo boca abajo y puesto en cruz con un ladrillo en la boca y el rosario en la mano haciendo oración”.

5. Caridad total. Al mismo tiempo su amor al prójimo lo condujo a ayudar a todos, aun en las tareas más humildes. En la enfermería y en la portería del convento del Rosario (Santo Domingo) atendía con acogedora bondad y amor a los pobres y enfermos. Si a todos los dolientes trataba exquisitamente, a sus hermanos religiosos los servía de rodillas. Quiero remarcar una de las claves de la vida de San Martín, la solidaridad. Les comparto una cita de Caritas in veritate que me parece que nos da la clave:

El desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración cristianos conscientes de que el amor lleno de verdad, caritas in veritate, del que procede el auténtico desarrollo, no es el resultado de nuestro esfuerzo sino un don. (n. 79.)

Termino con la oración colecta que resume todo lo que significó y queremos del Santo

Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

UN BELLO TESTIMONIO:

Les comparto un entrañable testimonio del proceso de beatificación –el de Juan Vázquez Parra, adolescente español que llegó a ser soldado en Chile y El Callao- y que nos revela que San Martín salía al encuentro del pobre, del desvalido, especialmente del joven, para luego dar una solución eficiente e institucional a través de organismos como hermandades:

“Dijo que este testigo, habiendo venido de los Reinos de España el año pasado de 1635, estando este testigo en el cementerio del dicho Convento de Nuestra Señora del Rosario, que sería este testigo de edad de catorce años, poco más o menos, se llegó a él el dicho venerable hermano fray Martín de Porras, y viéndole pobre y desabrigado, le pregunto que de adonde era y entonces le dijo su patria. A que le respondió que si tenía algún oficio. Y diciéndole que no, le dijo que se fuese con él y ambos entraron el dicho convento y le llevó a su celda y le puso una camisa limpia, doliéndose con extremo de ver a este testigo tan pobre y necesitado, siendo de tan corta edad como lo era. Y le dijo a este testigo el dicho venerable hermano fray Martín que acudiese a su celda a comer y a dormir todos los días y que viese qué oficio quería aprender en la ciudad.”

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