¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN A
TODOS!
Recién acabadas las actividades de
estos días para todos en distintos lugares y diferentes grupos que han sido
para profundizar en el conocimiento y vivencia de nuestra fe a través de
la Cuaresma, Semana Santa y
Pascua de Resurrección que acabamos de empezar, hacen falta pocas ideas más, ya
que están contenidas en lo
que hemos vivido y lo que ahora a través de estos cincuenta días vamos a
vivir en una vida de resurrección a la que nos invita Jesús Resucitado a lo largo de las apariciones que se
continúan durante toda la semana primera de Pascua.
Durante estos días no paremos de
felicitar a todo el mundo tanto a los que comparten la fe de la Iglesia, como a
todos los demás para que un día muy pronto, la compartan si quieren participar
de la vida eterna que Jesús nos ha alcanzado por subida, pasión, cruz y
resurrección. Esto nos tiene que llenar de
alegría, desbordar,
transmitir y contagiar a
los demás. No hace falta que os haga notar, la falta de ella que traerán todos
los que no hayan vivido así y que vais a palpar al volver al trabajo, al
colegio, la universidad.
¡Aleluya! Cristo vive, ha resucitado
y se ha aparecido a… ¡También a mi si creo!, me dice Jesús, como lo vemos en
tantos encuentros en el Evangelio. Esta es la fuerza que nos hace saltar de una
vida mediocre a una vida entregada, de
un vivir para tener a un vivir para ser, de una vida vulgar a una vida santa,
de una vida egoísta encerrada en mis cosas a una vida para los demás, de una
vida sin metas ni perfiles, a una vida creativa, original del que cambia porque se ha convertido. Cristo resucitado se ha metido en su vida y
lo hecho un hombre nuevo y lo experimenta cada momento, de tal forma que se
sorprende y se sorprenden: “Qué ha pasado” se preguntan y se pregunta. Una
fuerza, la gracias se ha adueñado de esta persona y ya se le hacen nuevas todas
las cosas: “Para mí la vida es Cristo mi Señor y todo lo demás lo considero,
basura con tal de alcanzarle a Él”. Esto es lo que les ocurre a todos los que
se le aparece. Unos corren a contarlo, otros
van a comprobarlo, otros
obedecen lo que les ha dicho al despedirse que permanezcan unidos hasta recibir
el Espíritu Santo.
Les envía a “Galilea” pero ¿qué es
Galilea? No es un lugar concreto; es algo más que una región: una misión nueva
que es cualquier lugar y en todo momento anunciar la “Buena Nueva”. Que ha
resucitado y está en y entre vosotros hasta el fin de los tiempos, no temáis,
yo soy la Paz.
Acerquémonos a la Virgen, la primera
que lo experimenta y nos contagia, a María Magdalena, a Pedro, Juan, Tomás, los
discípulos, los de Emaús,… Todos nos transmiten el gozo inefable de la Pascua,
fe creciente, esperanza cierta, alegría desbordante, paz imperturbable, amor
ardiente.
Resuene el ¡Aleluya, aleluya,
aleluya! Y renovados en cuerpo y alma nos entreguemos plenamente a su servicio
y daremos gracias sin fin porque ha estado grande con nosotros, porque la
diestra del Señor es poderosa, porque la piedra que desecharon los arquitectos, se ha convertido en
piedra angular, es el Señor quien lo ha hecho es un milagro patente.
Santa María concédenos el gozo de la Pascua, mira
que somos todo tuyos porque ¿qué es la Cruzada y la Milicia sino María?