· Si recordáis, en el evangelio de S. Mateo se hace mención de
cuatro montes, a cual de ellos más importante: En el primero Jesús pronuncia el
gran discurso, que es el resumen de todo lo que nos ha mandado guardar. El
mismo se abre con la proclamación de las bienaventuranzas. El segundo monte que
aparece es el Tabor, donde Jesús manifiesta toda su gloria y esplendor. El
tercero es la colina del Calvario, donde entregará su vida al Padre en el mayor
acto de amor. Y en el cuarto monte Jesús se despide de sus discípulos y los
envía a todo el mundo a anunciar el evangelio.
· En el evangelio de S. Mateo la última cita de Jesús con sus
discípulos es en Galilea. Allí comenzó su misión y allí la termina… En ese
momento de la despedida, se produce un acto de una gran transcendencia para el
futuro de la Iglesia naciente, es el envío misionero de los discípulos…
o Jesús apela a su autoridad: “Se me ha dado todo poder en el
cielo y en la tierra.” (Mt. 28,18).
o También a los discípulos se les da plenos poderes. En nombre de
la autoridad de Jesús los discípulos son enviados a proclamar la Buena Noticia.
o ¿El lugar?: toda la tierra.
o ¿Durante cuánto tiempo?: hasta el fin del mundo.
o ¿Quiénes serán los destinatarios?: Todos los pueblos.
o Y para que puedan cumplir su misión, ¿qué les promete Jesús?:
Que estará con ellos hasta el final.
· La escena de la Ascensión, con la que S. Mateo concluye su
evangelio, puede producirnos una sensación como de orfandad, pero el mismo
evangelista se encarga de decirnos que no es así, y las últimas palabras de su
relato lo confirman: “Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta
el fin del mundo.”
· Mis queridos hermanos, que no perdamos la conciencia misionera,
y que hoy la contemplemos realizada y consumada, en el santo que celebramos: S.
Toribio de Mogrovejo.