¡ A TI GLORIA Y ALABANZA POR LOS SIGLOS!
La oración, dice Carlos de Foucauld, es pensar en Dios amando. Y San Gregori Nacianceno “conocimiento sabroso de Dios, totalmente impregnado de amor. Y San Juan de la Cruz: “Noticia infusa de Dios amoroso que juntamente va ilustrando y enamorando el alma, hasta subirla de grado en grado a Dios”.
Este mes es para crecer en oración, mes del Corazón de Jesús, corazón abierto para derramar su gran AMOR del que nos hablan las citas anteriores y la forma alcanzarlo, haciendo bien la oración y cuidando las adicciones en la preparación, calentando nuestro corazón, deseando estar con Él que quiere volcar en nosotros los torrentes de su amor. Nos grita: “¡Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados!” Y ahora con los exámenes, trabajos fin de curso, nos espera y escucha.
Hoy 15 de junio, estamos en el ecuador de su mes. En este mes del Corazón de Jesús, el P. Morales lo dedica a la
“OBEDIENCIA OCULTA Y SUMISA EN NAZARET”
“Obediencia martirial hasta la muerte de cruz. Frente al ansia desbordada de independencia, nos presentas en NAZARET, la obediencia como tu virtud preferida.
Concédenos proceder con el amor y alegría de quien encuentra en obedecerte, la máxima libertad, la plena realización.
En todas las situaciones, enséñanos a descubrirte a Ti, oculto en el gesto, la voz del que nos manda o en el acontecimiento que nos ocurre, que es la manifestación concreta y actual de Tu voluntad. Por eso nuestra fe se hace obediencia.
Danos fuerza para hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, con iniciativa, docilidad y creatividad.
Que te obedezcamos con toda intención y fuerza para que sea perfecta. Mereceremos gustar de esa paz y tranquilidad del que se siente guiado siempre por Ti, Buen Pastor que conduces por los caminos rectos todos los que a Ti se acercan con confianza.”
“Corazón de Jesús, obediente hasta la muerte y muerte de cruz”
EN TI CONFIAMOS.
Así acaba el texto para este día, en el que se fija en la obediencia perfecta de Jesús en Nazaret, modelo para nosotros.
Contemplemos a Jesús obediente en Nazaret, obedeciendo a José y María y como nos dice el Evangelio “les estaba sujeto”. Descubriremos los secretos de la obediencia y los bienes que nos aporta a nuestra vida espiritual cuando nos fiamos de Él en nuestros padres, superiores, guía, jefes, y acontecimientos que nos vienen y acabemos con una invocación:
“Hágase tu voluntad, Señor”
Y lo hagamos desde su Corazón abierto.
