Pablo defiende su apostolado en esta segunda carta a los corintios: él ha sido elegido por Cristo y tiene una misión que cumplir. Su misión fue expuesta ante los apóstoles y confirmada. Pedro ratificó su misión. Pablo ha trabajado más que ninguno en la edificación de la Iglesia de Jesucristo, la única Iglesia, la gran Iglesia, la que en el credo apostólico confesamos “creo en la santa Iglesia católica” y en el de los concilios “creo e la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica”. Medita en este día en la Iglesia cuyos ministerios son llevados en “vasijas de barro” pero con la fuerza extraordinaria de Dios. Tú tienes también una misión que llevas en “vasija de barro”; cada bautizado tenemos una misión en nuestra experiencia personal para hacer presente el amor redentor de Cristo.
Salmo. Nuestra vida es ese sacrificio (ofrenda, entrega de sí) de alabanza que ofrecer al Padre en unión con el Corazón de Cristo. Es en esa unión con Jesucristo como se va resolviendo nuestra vida y se va edificando la Iglesia.
El Evangelio nos habla de esas podas necesarias para poder vivir la unión con Jesucristo y vencer el mal con el bien. A veces será realizar una renuncia a algo lícito pero menos conveniente. Otras oponerse a costumbres sociales aceptadas pero inmorales. El evangelio nos invita a vivir la virtud de la castidad. Quien vive ese esfuerzo por mantener siempre limpio el corazón se hace capaz del amor personal. El P. Morales habla de esta virtud como necesaria para el apostolado (forma eximia (=grande) de amor personal). Es el combate que edifica nuestra persona.
Haz un coloquio con la Madre de la Iglesia para comprender este gran misterio Acude al Corazón de Jesús donde todos somos acogidos y limpiados de nuestras faltas y pecados. Jesús de Ti si me fio. Y por fin al Padre de los cielos al que ofreces un sacrificio de alabanza invocando su nombre; el Espíritu Santo es el |
Preparemos así la gran solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo