Puntos para la oración 13 enero 2010

PREPARACIÓN.

Puestos en la presencia de Dios; en la capilla, en nuestro cuarto, o en un rinconcito de nuestro interior donde nos encontremos.

Invocamos la ayuda de Dios, a través de Sta. María, y nuestros santos más queridos Nos hacemos pequeños en su presencia recordando nuestra reincidencia en las faltas y pecados.

Le agradecemos alguno de sus infinitos dones (salud, familia, estudio-trabajo, amigos…).

Vamos con suavidad entrando en esa conversación con El. Dejando hablar al corazón tal cual está…EL, SIEMPRE, ME DIRA UNA PALABRA.

Nos detenemos en la 1ª lectura; 1 L. 1 Sm 3, 1-9…

Observo como El Señor pone un guía para orientar a Samuel y cómo este se deja aconsejar.

Empieza con “aquí estoy porque me has llamado”; te pido, oh Señor esta actitud de Samuel para mi corazón: prontitud en acudir y fino oído para adivinarte entre otras voces.

Continúa con “habla Señor que tu siervo escucha”; haz que ore para ESCUCHARTE y no tanto a seguir con el murmullo de mis recuerdos, preocupaciones, desasosiegos….

Termina: “el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras”; Señor, estás siempre conmigo, en mi corazón, por la luz de tu gracia que me regalas y renuevas en cada confesión. No quiero dejar caer ninguna de tus palabras, que escucharé en el evangelio, en mi alma.

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