El evangelio nos presenta la vida
errática de una mujer que descubre la verdad en Jesús y se abraza a ella con
todo su ser, con todo su amor para superar su vida anterior llena de falso
amor; la vida de esta mujer que con sus gestos reconoce su pecado se renueva y
por eso, tal vez, el evangelista nos recuerda los nombres de aquellas que
seguían a Jesús junto con los Doce y que habían recibido la misericordia del
Señor.
El amor mayor ha alcanzado el perdón. El
destinatario principal de las palabras de Jesús es el fariseo falto de amor y
la mujer se convierte en modelo para él; recordemos la parábola del padre
misericordioso o del hijo prodigo.
El fariseo Pablo nos habla de cómo la
salvación, la justificación, viene por la gracia de Jesucristo y transforma la
vida. Pablo vive para el Señor y el Señor es la vida de Pablo. Pablo reconoce
que Jesús le amó y dio la vida por él y esa donación se mantiene en una
relación reciproca de comunión de vida y amor: “vivo en la fe del Hijo de Dios,
que me amó y se entregó por mí (hasta la muerte y una muerte de cruz)”. Pidamos
en este domingo, con san Ignacio, conocimiento de la vida verdadera que
muestra Jesucristo, y gracia para imitarle.
De la oración para el año de la
misericordia
Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a
ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve,
lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la
salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo
y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del
buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la
traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido…
Tú eres el rostro visible del Padre
invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y
la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible
de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Te lo pedimos por intercesión de María,
Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu
Santo por los siglos de los siglos. Amén.