“Ven Espíritu Santo, haznos dóciles a
tus inspiraciones. Enséñanos a orar”
En el día de hoy leemos unas lecturas
duras. En la primera una traición y un homicidio; en el Evangelio, Jesús nos
pone alto el listón, un llamamiento a la vivencia de una excelsa caridad.
Creo que nuestra oración de hoy puede
pivotar en dos puntos:
- La belleza y exigencia de la caridad
cristiana. Ante los sentimientos de impotencia, desazón y cierta rabia por la
primera lectura, Jesús nos advierte como hemos de responder a ello: con la
caridad (Evangelio) y con la súplica a Dios (salmo). También nos da las pistas
a cómo vivir las injusticias con las que nos topamos diariamente en nuestras
vidas… (y así hacemos actual en nuestra vida la Palabra de Dios)
- El segundo punto, la necesidad que
tenemos de Jesucristo para vivir como Él nos pidió: ¡todo es gracia! Si vivimos
sus mandamientos, que no salga en nosotros el orgullo, sino que volvamos la
mirada a Cristo y reconozcamos como todo es obra de su gracia.
La oración de post-comunión añade: “esta
comunión, signo de nuestra unión contigo, realice la unidad”. Que en la
Eucaristía, donde nos unimos con Cristo, seamos configurados con Él, podamos
seguirle más y mejor.
Que la Virgen guíe nuestra oración nos
ayude a vivir con Jesús como Ella.
Feliz oración, feliz día.