17 junio 2016. Viernes de la XI semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

En  pleno mes de junio, mes del Corazón de Jesús, arrancando la Campaña de la Visitación que desde  más de medio siglo  venimos viviendo en la Milicia, con tan abundantes frutos de conversión para las almas especialmente jóvenes, durante el verano que es invierno para muchos que no le conocen,  invierno lamentable por no responder a las  invitaciones  que desde dentro y desde fuera, el Espíritu,  por medio de la Virgen quiere entrar en sus vidas, vamos a hacer  una oración ardiente, encendida en santos deseos se santidad como nos invitaba en días pasados el Evangelio: “Ser perfectos como vuestro padre celestial es perfecto” (Mt 5,48).
Ponerse en marcha como María a visitar a su prima Isabel, donde la requería la voluntad del Señor, no se mira a sí misma,  no amontona tesoros en la tierra, busca los del cielo, levanta la mirada, no ha nacido para el suelo que es morada de dolor, ha nacido para Dios.
También nosotros somos hijos de Dios, que podemos llamar a Dios  Padre y como Ella ponemos en Él nuestro tesoro y nuestro corazón, para ser sal y luz, fermento, testigos.
Pero atención, mirad: si no nos abrimos a los demás, nos estancamos, como comentaba  el año pasado para este mismo día tomando una cita de Abe del mes del Corazón de Jesús: “Ser buen para sí, es cosa imperfecta; serlo para otros y no para sí es cosa dañosa”. Y en estos día que andamos de exámenes tenemos que ser buenos para sí, estudiando trabajando cumpliendo  con nuestro deber ofreciendo cuando nos cuesta, sin quejarnos, con alegría porque nuestro tesoro y  corazón están puestos en el cielo de donde  nos viene todo don y toda gracia.
Que Santa María nos visite y así como Ella ponderaba todo lo que le había dicho el ángel, cuando se puso en camino hacia la casa de Isabel,  portadora del tesoro que por la fe llevaba en su interior, nos haga partícipes a todos nosotros.

“Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna. Estas palabras de Pedro a Jesús en un momento de dificultad, las podemos poner en labios de la Virgen en esta campaña y las podemos hacer también nuestras: “Señor, ¿A quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna”.

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