13 enero 2017. Viernes de la primera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

El descanso en Dios es fruto de la fe y la constancia. La vida eterna que se nos promete no es fruto de una constancia a base de puños, de esfuerzo sobrehumano. Dice el apóstol:
- “Temed”: Es decir, asombraos,  no os acostumbréis a Cristo. Vivid en la “tensión”, en la “intensidad” del que se sabe sobrepasado por alguien superior a Él.
- “Estando aún en vigor la promesa”:  Es decir, que teniendo al alcance la Salvación, el descanso… teniendo a mano el milagro del perdón de Dios, de la sanación (Evangelio)… Porque Cristo nunca retirará su salvación… siempre está en vigor su Misericordia…
- “Alguno de vosotros crea que ha perdido la oportunidad”: alguna crea que ya no hay salvación para él. Alguno llegue a creer que ya no existe para él perdón alguno, que ha perdido la oportunidad de la Misericordia.
1. Dice San Pablo: “hemos entrado en el descanso de los CREYENTES”, hemos entrado en la felicidad, en la dicha de los que creen…
2. Pregunta lógica que tenemos que hacernos: ¿Cómo está mi fe? ¿Creo realmente? 
3. Pregunta que puede salir: ¿En qué tengo que creer? ¿Cuál es esa vida del CREYENTE? Es muy simple, creer en la promesa, creer en la vigencia de la promesa…
4. Y última pregunta ¿cuál es esa promesa? ¿cuál es esa promesa que todavía está vigente? ¡La promesa de la salvación! Esa promesa es tener la oportunidad de la salvación. Esa promesa de Salvación que vivió el paralítico del Evangelio: vivió el cumplimiento de la promesa de Dios de enviar un Salvador al mundo, y este pobre hombre experimentó esa salvación, el milagro de la sanación, física y espiritual.
5. CONCLUSIÓN: Viviremos, “vivenciaremos”, experimentaremos la salvación, la Misericordia, el perdón, la sanación si y solo si:
I. Creo que Cristo ha venido a darnos la salvación
II. Creo que esa salvación es para mí
III. Creo que esa salvación para mí no caduca, que siempre estoy a tiempo
IV  Creo que Cristo puede obrar en mí un milagro

Feliz oración. Que experimentes en este rato y en tu vida el perdón de Dios, su salvación, el cumplimiento de su promesa.

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