9 enero 2017. Lunes de la primera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

“Es bueno llevar la palabra de Dios en el bolsillo, en el bolso y leer un pequeño paso en cualquier momento del día… Tomadlo llevadlo con vosotros y leedlo cada día. Es Jesús que nos habla…” (Papa Francisco). También puedes utilizar el móvil para leer la oración del militante.
Una vez intuido lo que Dios quiere de ti, puedes entrar en diálogo sincero con Aquel que te escucha, sabe lo que necesitas y deseas. Se trata de hacer oración la voluntad de Dios: dale gracias, pídele perdón o ayuda, intercede por otros. Dialoga con Él con confianza, abandonándote en sus manos y abriendo tu corazón a su presencia viva.
Comienza el tiempo ordinario. Así que aquí podemos entender lo del volver al trabajo. Y precisamente en medio del trabajo ordinario, Jesús se acerca y llama. "Mirad que entre los pucheros y las ollas anda Dios" decía santa Teresa de Ávila. O entre redes (no sociales, que en aquella época no había). O entre los libros del colegio, instituto o universidad. O entre los papeles del trabajo…
Porque Dios se acerca siempre, llama siempre, está a tu lado siempre. Lo veas o no, lo sientas o no. En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo. Habla Jesús y nosotros debemos responder. Algunos le dicen “no” y se dan la vuelta. Otros –Simón, Andrés, Santiago, Juan– dicen “sí” y comienzan un nuevo camino. Un camino que no será fácil.
Y es que todo empieza cuando “arrestaron a Juan”. Desde el principio, Jesús sabe que se va a enfrentar a una terrible oposición. Los enemigos del Bien son muchos, y no se conforman con silenciar a los profetas. Muy a menudo, los matan. En 2016 cada 6 minutos mataron a un cristiano, dicen las estadísticas. A lo largo del camino, en mucha ocasiones Jesús se enfrenta a sus enemigos.
Pero hay que optar. Desde el momento en que Cristo vino al mundo, el plazo se ha cumplido. Elige. Con Cristo, comenzar el camino a Jerusalén, o con los que arrestaron al Bautista y luego lo asesinaron. Por supuesto, nosotros no vamos a matar a nadie, pero nuestras traiciones a la opción fundamental suponen pequeñas muertes, personales y ajenas. Prepárate para volver al camino, si lo dejas. La humildad es imprescindible, para decir “perdón” y “lo siento”. Además, Jesús te perdona siempre. No es como nosotros.
Se ha terminado el tiempo de Navidad, y comienza el tiempo ordinario. Ordinario no significa aburrido. La mayor parte del año es tiempo ordinario. Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Pascua nos ayudan, son el entrenamiento específico para vivir, como hace falta, la mayor parte del año. Para poder vivir como Dios quiere.
En este tiempo de oración se nos llama en medio de nuestras tareas a un seguimiento y a una misión. Pescadores de hombres, como Jesús, estamos en este mundo para llamar a los hombres y para ponernos a su servicio. El asunto no admite postergarse: al momento dejaron sus redes y se fueron con Él. El trabajo, la familia, las ocupaciones… Yo, ¿dejo mis ocupaciones para ocuparme del señor?

Me ofrezco en este nuevo trimestre que comenzamos al Señor para ser fermento en medio de mis tareas.

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