Es importante comenzar la oración
sintiéndose cerca del Señor; sintiendo su presencia que te envuelve, que te
ama. Sintiendo la dulzura de Dios.
Dos puntos tiran de nosotros para
ayudarnos en este rato de oración; por un lado la fiesta de hoy: Santo Tomás de
Aquino. Que gran alegría me produce saber que la Iglesia ha sido capaz de dar
vida en su historia a un personaje como éste. Tomás es el ejemplo más claro de
cómo se puede conjugar en la Iglesia la ciencia y la fe, y todo ello vivido en
medio de una vida plena de virtudes, hasta el heroísmo. En la presentación
adjunta puedes leer la vida de este santo narrada por el padre Morales y
escuchar al final alguno de los himnos compuestos por él. Dedica unos minutos
que vas a disfrutar.
Un segundo marco nos ayuda en la
oración de hoy y es la lectura del Evangelio que nos propone la liturgia. Te
invito a un crucero por el mar de Tiberiades. En la barca también viaja Jesús y
viene cansado, muy cansado de las largas jornadas de predicación. Está tan
cansado que se queda dormido en la popa, sobre un almohadón. Mientras tanto se
levanta una tormenta. Los vientos y las olas zarandean con fuerza la débil
barca. El miedo se apodera de todos los presentes, salvo de Jesús; ¡que está
dormido!
Esta situación es fiel reflejo de lo
que sucede hoy en nuestro mundo y en nuestra Iglesia. Jesús, más tarde, nos
echará en cara nuestra falta de fe; por eso nos volvemos al maestro y le
decimos: “Señor, creo pero aumenta mi fe”.
La conversión del mundo no se va a
producir a base de enormes presupuestos, de grandes planes de evangelización,
de muchas conquistas cristianas, de muchas vocaciones religiosas. Sino de mucha
humildad y por lo tanto humillación. Del “subir bajando” que tanto insistía
Abelardo. Por todo esto ten fe y aguanta al lado del maestro, parece dormido
pero te garantizo que está pendiente de cada uno de sus hijos.
Que tu oración se desarrolle en esta
situación: tú al lado de Jesús dormido en medio de este mundo que parece loco.
Háblale bajo, para que no se despierte y, sobre todo, ten fe.