17 marzo 2017. Viernes de la II semana de Cuaresma – San Patricio – Puntos de oración

Hoy es viernes, día dedicado de forma especial al Corazón de Jesús, con  su carácter  de amor reparador, y apostolado, además 17 de un año que acaba en 17 en el que celebramos el 87 cumpleaños de Abelardo al que vamos a tener muy presente en la oración. El Espíritu Santo, al comenzar la oración, y por medio de nuestra Madre, va a ser como una ardiente llama u horno encendido, que nos empuja a seguirle.
También se suma que hoy la Iglesia nos pone a San Patricio, conocido como el santo patrón de Irlanda, junto a santa Brígida y san Columba. Fue un predicador y religioso de Britania, tradicionalmente considerado el introductor de la religión cristiana en la isla. Siempre los comienzos son en el silencio y oración.
Jesús llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y el evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? ¿O qué podrá das uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles”.
Estas palabras de Jesús en el silencio llegan muy hondo al corazón, son una llamada irresistible a seguirle. Para cuántos han sido comienzo de una conversión, de un cambio radical en su vida, de dejarlo todo para seguirle. Es una llamada irresistible. Nos asustaba lo de la cruz, pero Abelardo nos decía: “Pero no pienses que si no le sigues, no vas a tener cruz, te la va a quitar; todo hombre tiene que llevarla por el pecado”.
Benedicto XVI decía a los jóvenes: “Queridos jóvenes: ¡No tengáis miedo a Cristo! Él no quita nada y lo da todo. No se deja ganar en generosidad, promete la felicidad, es buen pagador y no puede engañar” y les daba unas recomendaciones: oración-lo que estamos preparando nosotros ahora-,sacramentos, dirección espiritual, no tener miedo, no usar sólo el corazón ni sólo la cabeza y disfrutar del camino de la fidelidad.
Muchos volveremos a este texto en nuestra oración de mañana, recordando quizá aquella primera vez que estas palabras penetraron en lo más profundo de nuestro corazón y desde entonces, envueltos  en el amor del que nos llamó entonaremos un canto de acción de gracias por el don. Como nos dice el Papa Francisco: ¡Dios mío qué grande eres!, porque me has creado, me amabas al crear el mundo y lo has re-creado con tu HIJO para re-colocarlo: hace de lo feo lo bello (de la cruz la salvación), del error lo verdadero, de lo malo lo bueno (vencer el mal con el bien). Te quiero mucho porque me has dado este don.” Este don de amor con el que me has llamado. Gracias Señor.
Que sepamos acoger  este don  todos los días de nuestra vida. Miremos a María cómo lo acogió y salgamos radiantes de alegría a contarlo: La alegría del Evangelio que hay que trasmitir y ser testigos.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

“Mi alma tiene sed de ti / de tu presencia, Señor, / pues de tus manos salí, / todo lo creado me habla de ti. / Tú me creaste y me  elegiste: / adentrarme en tu amor, / y no seré feliz / hasta verme abrazada por Ti / ¡Oh mi Dios, Creador y Padre / gracias! Antes de la creación / me amabas y pensabas en mí. Amén.

Archivo del blog