28 diciembre 2022, miércoles. Puntos de oración

«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise” Mt 2,13-18

Con el nacimiento de Jesús, llegó la luz al mundo, pero las sombras acechaban queriendo apagar esa luz. La Sagrada Familia, obediente a los planes de Dios, se pone en camino hacia Egipto. Allí permanecerán hasta que reciban la señal adecuada. Este evangelio nos invita a ponernos en camino, según los planes de Dios, ser luz en nuestro día a día, dejarnos iluminar por el niño Jesús y dejar atrás las sombras que quieran ensombrecer nuestra vida.

Desgraciadamente, la sombra del mal sigue acechando hoy, sobre todo a los más vulnerables, los pobres, los que sufren todo tipo de violencia, los niños no nacidos, los que padecen la guerra y los que viven en medio de enfrentamientos. Cuántas víctimas inocentes por decisiones injustas. 

En este rato de oración abrimos nuestro corazón y miramos a nuestro alrededor pidiendo luz para buscar caminos que aminoren tanto sufrimiento y dolor. ¿Qué puedo hacer yo, Señor, ante estas situaciones que se dan hoy en nuestro mundo y a nuestro alrededor?

Nuestra misión es restaurar, sanar, acompañar, dar un paso al frente ante el sufrimiento y el dolor de tantos inocentes y ponernos manos a la obra. Con pequeñas acciones, en la misión de lo cotidiano y lo sencillo de cada día. Abrir los ojos para ser sensibles al dolor de los demás y tener un gesto de cercanía, de cariño, de acogida y de acompañamiento.

Contemplando a la familia de Nazaret, nos ponemos en manos de Dios en este momento de oración y pedimos al Espíritu Santo su luz en esta Navidad.

 

“DAME DE TU LUZ, ESA QUE NO SE AGOTARÁ JAMÁS

Y AUNQUE ME SIENTA TAN PEQUEÑO, TÚ LO HAS SIDO MÁS…”

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