22 abril 2023, sábado de la 2ª semana de Pascua. Puntos de oración

Antes de iniciar nuestro rato, es conveniente pararse a pensar qué estoy haciendo y sentir la presencia del Espíritu Santo dentro de nosotros. Si estás delante de un sagrario, mira al Señor y dile: ¡aquí me tienes Señor! ¡Ayúdame a estar este rato contigo!

Hoy te animo a sentir cerca de ti el Corazón misericordioso y cercano del Señor.

“Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de Ti”, repetimos en el salmo responsorial, y se nos anima a poner nuestros ojos en el Misericordioso. Dios nos ha creado y no nos ha abandonado: se ha compadecido del género humano. Tienes que sentir esta compasión del Señor por ti.

El texto del Evangelio de hoy es un resumen de lo que es siempre nuestra vida. Vamos navegando en una frágil barca, las tormentas y el viento nos zarandean y parece que nos vamos a hundir sin remedio. La Iglesia es hoy una frágil barca que navega en medio de tempestades y desastres, uno tras otro: la familia se desintegra, los jóvenes parecen que se alejan más de Dios, no hay vocaciones. Todo parece que se viene abajo.

En medio de la tormenta, cuando menos te lo esperas, aparece Jesús andando sobre las aguas. Él se preocupa por sus discípulos y sabe que lo están pasando mal. “Soy yo, no temáis”. Y la confianza vuelve a resurgir.

Tu vida también está formada por muchas tormentas que te amenazan por todos los lados. Piensa que Jesús está cerca de ti, diciéndote: “Soy yo, no temas”. Pon siempre tu confianza en Jesús. Tu fe se pone a prueba, pero el Señor siempre va a estar a tu lado.

Para terminar, mete siempre a la Virgen en este juego de confianza mutua entre Jesús y tú. Ella sabe conseguir de Jesús todo lo que quiere y lo que necesitas.

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