¿Por qué se te ama tanto, María, en los Cruzados de Santa María, Militantes y Colaboradores?
Recordamos este día, de la Inmaculada, desde que dejamos entrar a la Virgen en nuestro corazón, con un agradecimiento especial. Pensábamos que cuando hacíamos una promesa o compromiso en este día el esfuerzo del compromiso partía de nosotros y algunas veces dudábamos si íbamos a ser capaces de ser fieles a la palabra dada. Pero van pasando algunos años, y constatamos que la verdadera alianza ha sido por parte de María, nuestra Madre. Ella nunca falla, está allí siempre que la necesitamos. Una madre no espera de su hijo pequeño algo que pueda realizar por sus propias fuerzas, es demasiado pequeño. Lo que la Madre quiere es que seamos capaces de recibir su amor. En esto consiste esta promesa-compromiso que renovamos todos los que queremos vivir de cerca el Carisma del P. Morales en los Cruzados de Santa María: que nos dejemos amar por aquella Mujer, MARÍA INMACULADA, que es toda verdad, toda bondad y toda belleza.
Todavía recuerdo, aquel 8 de diciembre de 1966, cuando un pequeño grupo de noveles militantes nos desplazamos desde Salamanca al monasterio de las MM. Carmelitas Descalzas de Duruelo. El recorrido del camino que hicimos desde la estación del ferrocarril hasta el convento estaba cubierto de nieve. Aunque el frío era intenso la alegría intensa mantenía nuestros corazones ardiendo durante todo ese día de la Inmaculada.
Los textos litúrgicos que nos propone hoy la iglesia nos pueden ayudar a descubrir algunas de las razones por las que amamos a María.
María es toda Verdad. Es la madre de Jesús que se definió, como: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Nos quedamos con la Verdad. María es la nueva Eva y se opone a la mentira de Eva, que con Adán fueron la causa del pecado original y que todos los hombres nacemos con ese peso. Todos menos María, que fue concebida sin pecado original. ¿Conocemos otra mujer con este privilegio? Por eso quiero amarla por encima de todo.
María es toda bondad. María es la madre de la bondad. Es la Madre del “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Jesús, nos recuerda: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. La bondad se hace realidad cuando una persona es humilde y mansa. Una mujer, cuando es madre, casi siempre sin palabras, está proclamando que es bondadosa con todos sus hijos.
María es toda belleza. Todos los artistas de todos os tiempos, es especial los creyentes, han puesto su mayor ingenio en enaltecer la belleza de María. Y es toda hermosa y bella porque en ella no hay mancha de pecado. Hoy es un día para soñar con la belleza de María. ¿Serás capaz de mirarla cara a cara? Si lo haces, te encontrarás con los ojos de Jesús.
¿Te parecen suficientes estas razones para amar a la Virgen Inmaculada con locura, y con ternura?
Súplica a María: Inmaculada Madre de Dios, enséñame a vivir desprendido de todo aquello que me separa de ti porque carece de verdad, bondad y belleza.